Euskaldendak –federación que agrupa a las asociaciones Arabadendak, Bizkaidendak y la guipuzcoana Dendartean– ya se ha dirigido a las instituciones forales, al Gobierno de Lakua y al Ejecutivo español para que pongan en marcha medidas efectivas para frenar la venta on line de productos que no sean de primera necesidad.
Ha extendido ese llamamiento al Parlamento de Gasteiz, a partidos políticos y sindicatos, animando a sumarse a todas las asociaciones de comerciantes.
«No al tránsito de paquetería de origen y manipulación indeterminada; seamos consecuentes y paremos este atropello sanitario y social», reclamaba Euskaldendak en un comunicado difundido la pasada semana.
Una exigencia que se acompañaba de un comentario con menos tintes comerciales: «No a un injustificado tránsito de personas llevando los paquetes por nuestras casas, tocando nuestros timbres, tocando y abriendo las puertas de nuestros portales, subiendo por nuestras escaleras y ascensores, usando los pasillos de nuestras plantas y estando con nuestros vecinos, de casa en casa y por todo el territorio».
Una visión más amplia sobre el impacto de las grandes cadenas de distribución on line ofrece en Mediabask la activista de Les Amis de la Terre Alma Dufour. NAIZ ha traducido el artículo bajo este titular: «Comprar en Amazon nos daña a todos y pone en peligro a los trabajadores».
Precariedad y bajos salarios
Mientras tanto, al otro lado del Atlántico, este martes han iniciado una huelga las trabajadoras y trabajadores de la cadena de supermercados Whole Food, propiedad de Amazon, que quieren mostrar así la preocupación por su salud y por sus condiciones laborales ante la epidemia del coronavirus, en un sector donde frecuentemente los salarios son bajos y la abunda la precariedad.
Whole Foods, cadena texana de alta gama dedicada a los alimentos biológicos, dispone de cerca de 500 establecimientos en Estados Unidos. Fue adquirida por Amazon en 2017.
Los trabajadores reclaman mejores condiciones financieras y que se refuercen las medidas de higiene y seguridad laboal.
El lunes, los empleados de un almacén de Amazon en Nueva York y de la plataforma de entrega de compras a domicilio Instacart tampoco ocuparon sus puestos de trabajo.
«Instamos a Amazon a que nos brinde los recursos necesarios para realizar nuestro trabajo con total seguridad», ha señalado el sindicato Whole Workers en un comunicado. «El Covid-19 es una auténtica amenaza para la seguridad de nuestros asalariados y nuestros clientes», ha añadido.
Entre otros puntos, piden más equipos y procedimientos sanitarios, baja por enfermedad garantizada en caso de contagio o situación de «autoconfinamiento» y cobertura por enfermedad para trabajadores a tiempo parcial o temporales.
También exigen un doble salario como «prima de riesgo» y el cierre inmediato del establecimiento en caso de que un empleado resulte positivo, manteniendo el salario hasta la reapertura.