Presionado por la decisión de un tribunal francés para que limite sus envíos a productos esenciales, el gigante estadounidense de la distribución Amazon ha anunciado este miércoles que paraliza la actividad de sus seis centros en el Estado francés durante una semana.
El Tribunal de Nanterre le dio martes un plazo de 24 horas para restringir esos envíos a productos básicos como la alimentación, con el aviso de una posible multa de un millón de euros por cada día de retraso y cada infracción, hasta que no hiciera una evaluación completa de los riesgos sanitarios para sus trabajadores.
«Dada la complejidad inherente a nuestras actividades logísticas y a la multa de un millón de euros por infracción impuesta por el tribunal, el riesgo de incumplir la decisión era demasiado elevado», ha señalado Amazon, que ha paralizado su actividad hasta el día 20, y que pedirá a los empleados de sus centros de distribución que se queden en casa.
Riesgo elevado de infracción
Amazon considera que es imposible limitar sus entregas a solo productos esenciales en u plazo de 24 horas, como lo solicitó el tribunal, sin correr el riesgo de entregar «accidentalmente» un producto no esencial e incurrir en la multa millonaria.
«¿Qué es una infracción? Tenemos un catálogo de 250 millones de referencias, ¿cómo aplicamos concretamente la notificación de forma operativa en términos de riesgo? ¿Los cortaúñas o el acondicionador de cabello entran en la definición de un producto esencial?», se cuestiona un portavoz de la empresa.
La compañía ha advertido de que la medida «tendrá consecuencias para sus clientes y colaboradores en un momento en el que más necesitan de nuestros servicios» y ha asegurado que trabaja activamente para reducir los efectos sobre las empresas francesas que se sirven de sus centros para entregar sus productos.
Amazon había anunciado que recurriría la sentencia, y mostró su «perplejidad» por la decisión judicial «pese a las pruebas concretas aportadas sobre las medidas de seguridad aplicadas».
Así, según sus cifras, en estas cuatro últimas semanas ha distribuido más de 127.000 paquetes de toallitas desinfectantes, más de 27.000 litros de gel antiséptico y más de millón y medio de mascarillas, además de aplicar controles de temperatura y medidas de distanciamiento social
Pero el fallo judicial era de obligado cumplimiento y el recurso no lo deja en suspenso.
La firma había sido llevada ante la Justicia por el sindicato SUD, que considera que estaba primando sus beneficios económicos frente a la salud de su personal en plena pandemia del coronavirus.
Vigliancia sindical
Según Emilien Williatte, delegado de CGT, el comité social y económico (CSE) de Amazon ha votado por el cierre de instalaciones «oficialmente para limpiarlas y evaluar los riesgos».
La plantilla y los trabajadores eventuales, casi 10.000 personas, recibirán el 100% de su salario durante estos cinco días, según la dirección, que ha apuntado la posibilidad del desempleo parcial aunque no ha definido las modalidades de aplicación.
«El cierre de los almacenes era lo que habíamos pedido al tribunal como medida principal», recuerda el sindicato SUD. El fallo no lo aceptó aunque las condiciones que ha puesto a la empresa han conducido, de facto, a aplicar la medida.
«Estaremos atentos al mantenimiento de la remuneración de los trabajadores y defenderemos otras propuestas: la obligación de usar mascarilla, la supresión de la toma de temperatura que provoca colas potencialmente peligrosas, un observatorio de casos de Covid-19 en el grupo, el respeto al derecho de jubilación», ha indicado Laurent Degousée de la sección de Comercio de SUD.
Amazon ha recibido cinco avisos formales de la inspección del trabajo, tres de los cuales han sido levantados. El grupo emplea a casi 10.000 personas, un tercio de las cuales son trabajadores temporales en sus seis almacenes franceses.