Los fachas siempre se llenan la boca de la sacrosanta España a la que aman por encima de todas las cosas, jurando estar dispuestos a defenderla hasta la última gota de su sangre. Pero todo esto es de boquilla, de cara a la galería y mientras les conviene, y lo proclaman siempre, claro está, que no les toque el bolsillo o sus intereses personales.

Y así, están a favor del servicio militar obligatorio para los demás, se oponen al divorcio de los otros porque el matrimonio es un sacramento y la unión es para toda la vida, y también aborrecen el aborto porque es un crimen. Pero cuando la que tiene que abortar es su novia o su hija, lo comprenden perfectamente, y nadie se entera. Si hay que ir a la mili, pues se libran, vaya usted a saber cómo, y lo del divorcio está mal para el común de los mortales, pero cuando les toca a ellos es comprensible porque se acabó el amor. Véase el ejemplo de Abascal divorciado y libre de la mili.

Hablando de nuestro paisano de Amurrio, también es un acto de patriotismo carpetovetónico ir a entrevistarse con Netanyahu cuando sigue matando miles de inocentes en contra de los dictámenes de los organismos internacionales, el mismo día que su querida España reconoce al Estado palestino. Si es para contraprogramar a «Perrosanxe», vía libre.

Siempre oímos hablar de la pérfida Albión o de Rusia como enemigos irreconciliables de la patria española a quienes había que combatir incluso rezando a la Virgen para salvarles del yugo comunista. ¡Ay de aquel que dijera lo contrario! Sería defenestrado automáticamente.

Ahora, en cambio, llega el gamberro de la motosierra insultando al presidente de su querida patria y le aplauden, le ríen las gracias, y ponen verde a España porque reacciona contra sus desmanes, porque Milei es el presidente legítimo de un país amigo, miembro entrañable de la Madre Patria. El pibe está dolido porque alguien dijo que tomaba «sustancias» sin darse cuenta de que es mucho peor ser así en estado natural, sin tomar nada. Barra libre de insultos contra su amada patria. Para llegar al poder, todo vale.