Andoni Lubaki

Las fábricas de armas del Daesh (I)

El Estado Islámico fábrica sus propias armas en muchos casos. Con mucho ingenio se las apañan para fabricar explosivos, bombas trampa, misiles de corto alcance, coches suicidas e incluso drones con bombas dirigidas por control remoto. Esta última arma se ha convertido en el más temido después del coche bomba. «A un coche le oyes venir, le puedes disparar y neutralizar antes de que explote y te cause importantes daños. Pero a un drone teledirigido no lo oyes y te echa una bomba con mucha precisión. Difíciles de ver, difíciles de oír» explica el comandante Suyyar que se ha convertido en mi guía y mi interlocutor con la población de Mosul. «Tienen fábricas de armas en casas normales. Así el avión no los puede detectar. Se esconden entre la población civil. Es muy importante para nosotros descubrir estas fábricas. Podemos saber no solo cómo los hacen sino cómo podemos evitarlos».

En un sótano de una casa del barrio «rico» de Mosul encontramos un torno viejo y varios misiles sin carga explosiva. Los soldados de la Golden Division que nos acompañan las examinan con atención. «Corto alcance, pero no tienen electrónica. Dificiles de destruirlos» asegura Ali, Sargento de la unidad de reconocimiento.