Mpoko es un infierno. El aeropuerto en el que más de 20.000 personas se hacinan refugiándose de los enfrentamientos callejeros de la capital, es una mierda. No hay luz. Un funcionario exige la cartilla de vacunación contra la fiebre amarilla. "Es necesario tenerla para entrar al país" me asegura. No lo tengo, se me ha olvidado en casa. "Da igual, yo te la puedo vender" me vuelve a asegurar. Por 10.000 CFAs me lo vende y me pone que estoy vacunado contra todo "Por el mismo precio te pongo todas" sonríe. Le doy las 10.000 CFAS y con una sonrisa me responde que "el mejor pasaporte. El dinero".

Con esta pequeña crónica comencé en Agosto del 2015 mi diario de viaje a República Centroafricana. "País que era el único que la andereño nos dejó saltarnoslo sin aprendernos la capital: Bangui", anoté en una de las siguientes hojas. 

Hoy 3 años más tarde me despierto con la noticia de la muerte de tres compañeros rusos que hacían un documental sobre el país más olvidado del planeta con el conflicto más ignorado. Guerra en la que participan (como no) casi todas las potencias como fuerzas pacificadoras.Casi sin quitarme las legañas y con el café con leche al lado he rebuscado en los cajones. El diario de CAR lleva un billete de 10.000 CFAS a modo de portada, la misma cantidad que le pagué al corrupto funcionario por un trozo de cartulina amarilla "necesaria para entrar en el país". Billete que no conseguí cambiarlo en ninguna oficina de cambio de divisas. No vale ni el papel en el que está impreso, pese a que el valor oficial es de 15 euros. Nadie quiere divisas de ese país, ni siquiera los coleccionistas de monedas más frikis. 

A partir de mañana y durante este mes, crónicas del país en conflicto más desconocido del mundo: Republica Centroafricana.