Floren Aoiz
Floren Aoiz
Idazlea, Iratzar Fundazioaren zuzendaria

Una barrera más que superar

Llevo ya unos años escribiendo esta columna en sábado, así que son varias las «jornadas de reflexión» que he sorteado. En todas ellas ha habido algo que se repite una y otra vez, aunque el tipo de votación y el contexto hayan cambiado: para quien quiere cambiar las cosas, cada convocatoria electoral es una dura prueba y hay que superarlas todas. Si Legasse hablaba del milagro de lograr pasar de contrabando el euskara de un siglo a otro, algo parecido significa para un movimiento de emancipación como el vasco enfrentarse a las elecciones una y otra vez: ninguna de las barreras a saltar carece de importancia.

Y estas europeas de mañana 9 de junio no son, desde luego, una excepción. Se ha hablado mucho de hacer frente a la extrema derecha y aunque es evidente que hay quien utiliza ese discurso para encubrir la falta de ambición transformadora, lo cierto es que el autoritarismo crece en Europa y el resto del mundo. La pujanza de algunas formaciones políticas explícitamente ultraderechistas, sin embargo, es solo una parte del problema.

En los años 30 del siglo XX, el fascismo fue una ambiciosa agenda de fascistización de todas las derechas que incluso tuvo su eco en algunos ámbitos de la izquierda. En 2024 nos enfrentamos a una presión brutal para desplazar el eje de la vida social y política cada vez más hacia la derecha. No se trata solo de agentes reconocibles, sino de una agenda mucho más amplia y difusa y, por tanto, difícil de identificar. Habrá a quien le cueste, por ejemplo, advertirla cuando en el grupo noticias un jeltzale se rasga las vestiduras porque Joseba Permach da clases en la UPV, pero hasta ahí llega la marea.

Hay una batalla que dar en el plano de las ideas contra esta ola autoritaria que adopta mil formas diferentes. Pero no se puede hacer solo en términos defensivos. Debe hacerse desde una agenda alternativa, con un proyecto ilusionante de vida en común.

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