Recomiendo con furor “We Are Lady Parts”, pedazo serie cómica sobre un grupo punk de tías musulmanas londinenses. Si te asfixian estos tiempos políticamente todavía más desesperanzados que los anteriores, lánzate a ellas. (Filmin, pirateo.) A Momtaz, la entregada manager y amiga, solo le veremos los ojos en las dos temporadas: va siempre enfundada en alguna versión glam del niqap. Vende lencería putón, fuma porros como una descosida, es divertidísima, y el hecho de que haya decidido cubrirse casi entera ni se nombra en la trama ni importa en su personaje. O precisamente importa porque no importa: prejuicios islamófobos abajo. ¿Al servicio de qué fuerzas imperiales están tan arraigadas nuestras opiniones negativas sobre las mujeres que identificamos como musulmanas? ¿Por qué damos por hecho que están categóricamente más oprimidas que nosotras bajo su hiyab? Ellas, las cinco integrantas de este grupo punk de ficción, revientan juntas esa losa con la que se las intenta ensalzar, siempre que traicionen a su cultura: las chicas malas del islam. Ayhesa es además bollera, y por supuesto será presionada por queers y no queers para que salga del armario rompiendo la mezquita, desde la dolorosa e hipócrita encrucijada por la que, si bien todas las queers del mundo estamos mundialmente oprimidas, las de procedencias no occidentales lo están mucho más. ¡Leed “Biopolítica del armario”, de Javier Sáez del Alamo, malditas!Fue la teórica queer Jasbir K. Puar quien identificó ya en 2007 el homonacionalismo como propaganda de invasión y guerra. Están las zonas del mundo que han desarrollado justicia y bienestar para las mujeres y las minorías sexuales, y están las zonas del mundo y las poblaciones migrantes que siguen siendo machistas y homófobas, por lo que invadirlas y masacrarlas es un acto de liberación. No bromeo, solo hay que presenciar a soldados israelíes sobre los escombros de Gaza enarbolando la bandera arcoíris. Eso sí, precisamente porque somos revolución y no excusa, la revuelta queer por Palestina está siendo hermosa.
