Entre la risa y el espanto, recorro la enorme lista de palabras que van a desaparecer de toda comunicación oficial en los EEUU de Trump. Prejuicio, privilegio, desigualdad, discriminación, racismo, crisis climática, LGTBQ, transexualidad, sexualidad, sexo, feminismo, femenino, asignada como mujer al nacer, mujeres, Golfo de México, México... ¡Les va a quedar puro delirio oligárquico el lenguaje! Yo que me había propuesto desenchufar por aquí la matraca sobre Trump... «A la que te descuidas, la actualidad te acaba robando el presente», proclama la micropoetisa punk AJO, y me devuelve al akelarre del que quería divagar.Hace poquísimo estuve en otra fiesta prodigiosa. Claro que si no es prodigiosa, no se le puede llamar fiesta. Incluso había un bote de popper en la barra a disposición de narices antojadizas. Como buena maricona, yo uso el popper con fines sexuales: te dilata y te conecta de un súbito inigualable, al menos entre todas las sustancias que yo he probado. Qué gusto ver a la chavalería dándole al botecito para desnortarse dulcemente, y digo chavalería porque la juerga parece cosa de juventud, un desenfreno temporal antes de enfilar la vida adulta y productiva. Pero estoy hablando de una verbena queer, y las queers mantenemos la revolucionaria costumbre de no segregarnos por edades. Ya nos lo decía nuestra amatxo travesti Manuela Trasobares: si abolimos la edad, si la gente dejara de contar sus años, ya no seríamos domesticables para el capitalismo. Hablo de akelarre porque no se trata de permanecer sábado noche en un bar con la música alta con tu puta cuadrilla, no, hablo de éxtasis comunitario, de latir juntas, de que no importa si conoces o no a quienes bailan cerca tuyo porque sientes formar parte de una bestia dichosa hecha de todes. Sin akelarre no hay comunidad y sin comunidad las oligarquías nos estrujan cada vez más, hasta volvernos de nuevo innombrables. Y el 16 de abril Plazeratu y Egun Motelak vuelven a convocar fiesta queer en las catacumbas de Iruñea, en el Aintzina. Omnia sunt communia, todo es de todes.