El pasado sábado se presentó en el reluciente y necesario BiBa de Bilbao el libro "Opio Errebeldea: Futbola, iraultza eta gizarte aldaketa". Una obra de Rayco Sánchez, polifácetico educador social, bloguero y cantante de Norte Apache, unos de los pioneros del rap en euskara, diseñado por Dacil Sánchez y que un servidor ha tenido el placer de prologar. El libro se podrá adquirir en el stand de Taupaka en la presente edición de la feria de Durango.
En este nuevo post, os hago llegar las líneas maestras y el esquema que utilicé para la presentación del libro, que cuenta con 30 historias en euskara y otras 10 en castellano, con las que se pretende mostrar la capacidad de jugadores, clubes, hinchadas o iniciativas vinculadas con el fútbol que pueden ayudar al cambio social o despertar conciencias. Una presentación en la que remarque el valor de la cultura futbolera para explicar realidades sociopolíticas, dar altavoz a diversas reivindicaciones, generar identidades colectivas y ser pedagógicos a la hora de hablar de personajes o capítulos históricos. La intervención fue en euskara y castellano, así la transcribó en esta entrada. Espero que os guste!
Gaurko egunean, ezinbestekoa da Fidel Castroren izena aipatzea, 90 urterekin utzi baikaitu Kubaren historiako figurarik inportanteenetarikoa eta XX. Mendeko pertsonariarik garrantzitsuenetakoa. Esan liteke, gaur, gaur bai, XX. Mendea amaitu egin dela.
Y porqué hablo de Fidel Castro en una presentación de un libro sobre fútbol, más si tenemos en cuenta que el peso de Cuba en el panorama futbolístico da para contar pocas historias… Es bastante simple, porque Fidel Castro fue delantero en su juventud, en el equipo del colegio Dolores de Santiago de Cuba. Fidel fue el delantero, la punta de lanza de su equipo y el fútbol le enseñó según sus propias palabras a “tener espíritu de lucha”. La revolución cubana también es imposible de entender si el Che Guevara, argentino de nacimiento, y qué según una de sus biografías, de niño coleccionaba los cromos de los futbolistas… y entre sus favoritos estaba jugadores de la selección vasca en el exilio como Zubieta o Langara, mitos de River y San Lorenzo.
Pero fundamentalmente, el legado de Castro es al deporte, ya que entendió la necesidad de tener un pueblo culto y sano. Es por ello junto a la escolarización infantil, que la capacidad deportiva de Cuba es una de las señas de identidad del país. Joko Olinpikoetan, orotara, Kubak 220 domina lortu ditu. Domina horietatik, 208 iraultzaren ostean lortutakoak dira, 202 1972an Munichen lehiatutako Jokoen ostean lortutakoak dira. Sekulako zifrak dira, aintzat hartzen badugu ez zutela parte hartu Los Angeles eta Seuleko Jokoetan. Juantonera edo Sotomayor herri eredu dira Kuban. Eta are adierazgarriagoa da, Blokeoaren urterik latzenetan, Sobietar Batasunaren deuseztapenaren ostean, Bartzelonako Jokoetatik Rioko Jokoetara, Kubak kasik 150 domina lortu dituela.
Y eso es lo que ha hecho el pueblo cubano, más que resistir, diría que luchar como esos equipos pequeños que enfrentan a los gigantes, con sus virtudes y sus defectos, pero con una identidad y valores propios.
Futbolak alde ilun ugari ditu, bereziki alfonbraren azpian dauden gauzak, direktibo, federativo edo agente batzuen interesak, lotsarazteko moduko zifrak mugitzen dira askotan, kapitalismoaren alderik bortitzenak azalduz… edo zer esanik ez, gizonezkoen eta emakumezkoen soldata, bitarteko eta baldintzen arteko desoreka itzela, baita Euskal Herrian ere. Futbolak, modu masiboan, jendartearen baitan topatu ditzakegun problematik, portaera eta gako soziologikoak plazaratzen dizkigu.
Muchas veces, se dice que el fútbol es alienante, que es el opio del fútbol, que es un reducto para gente ignorante, que desata pasiones irracionales o que no tiene nada que ver con la cultura. Y es obvio que muchas de las actitudes que se ven en los campos de fútbol, tipologías de hinchadas, la millonada que se mueve o las declaraciones de algunos futbolistas no ayudan. Pero, sinceramente, creo que hay un punto de postureo y esnobismo brutal en ese tipo de consideraciones. Es más, existe un elitismo impostado de fondo que aleja de la gente, sus preocupaciones, sus gustos y sus identidades colectivas. El fútbol es una pasión que ha embargado a Galeano, Fontanarrosa, García Márquez, Vázquez Montalbán o Kirmen Uribe por poner unos ejemplos y a un montón de músicos, nadie diría que son ignorantes o borregos. Son parte de la sociedad, con sus gustos, inquietudes y problemas, como la mayoría de la gente que va a los estadios, a sentirse parte de algo. De una comunidad, de un grupo, de un equipo: Del “vine por ti, hazlo por mi”, que diría Bielsa. Tan genio como ciclotímico.
Porque no hay que olvidar que el fútbol es un generador de importantes identidades colectivas, grupales, comunitarias o incluso del establishment. El fútbol es parte de nuestras vidas, también en Euskal Herria. Y no solo porque la gente vaya a San Mamés, Anoeta, Ipurua, Mendizorrotza o El Sadar, no, lo está porque en muchas veces tiene que ver con nuestro lado más emocional, más pasional y eso tiene que ver con recuerdos familiares o entre amigos.
Zenbat aldiz ikusi dugu pareta batetan margotuta “Aurrera bolie” esaldia? Zenbat aldiz eta zenbat kontestutan? Politikari eta gatazkari lotuta gehienetan. Bai, noski, baina esamolde hori ezinezkoa litzateke Txomin Iturbe Mondragon taldeko porteroa izango ez balitz… eta zenbat aldiz entzun dugu “jo ta ke irabazi arte” leloa mobilizazio ezberdinetan? Eta zenbat kantatu Su ta Gar-en kontzertu batetan eta zenbat aldiz oihukatu San Mames? Finean, herri kulturari buruz ari gara. Eta futbola, gure herri kulturan txertatuta dago, 1976an Atotxako ikurriñaren irudia gure imajinario kolektibo modernoan duen pisua bezala edo 1937an erbestera joandako euskal selekzioa bezala.
Sí, voy a utilizar el tópico, el fútbol es así y tiene estas cosas; Básicamente, es un generador de identidades colectivas capaz de representar en un escenario masivo, de forma directa, indirecta, reivindicativa u oficial, buena parte de las realidades sociopolíticas de cada lugar o comunidad. Y qué vamos a decir en Bilbao, si el Athletic ha sido canalizador popular de celebraciones en positivo en el marco de una sociedad fragmentada o ha sido el único espacio de confluencia para la sociedad vizcaína, marcada por divisiones de clase, origen, ideología, lengua o referencias culturales… pero desde todas las sensibilidades se ha confluido en el Athletic.
Hay muchos ejemplos por el mundo, clubes especiales de importante trasfondo sociopolítico, cultural o identitario, de lo clasista a lo popular, de lo nacional a lo social, de lo propio a lo ajeno, de las rivalidades que se fraguan fuera del campo a las que se enervan en el estadio. Y nada más claro que eso si hablamos del Celtic y el Rangers en el contexto del conflicto irlandés.
Para acabar, quería mencionar a los futbolistas, en ocasiones denostados, a veces con razón, por comportamientos públicos reprobables o por hacer declaraciones no especialmente lúcidas. Pero eso, a nivel cultural, pasa en todos los sitios, hay gente con inquietudes y gente sin inquietudes. Hay gente que se expresa bien, que lee, que se informa, que aprende como una esponja, que se expresa en público con veintipocos años mejor que muchos portavoces políticos que llevan toda la vida viviendo de ello. Algo que no se dice muchas veces.
Y en el fútbol, al igual que en la cultura, el que se mueve no sale en la foto. Es decir, el diferente, el que va contra el mainstream o el que expresa una opinión propia, puede o suele ser perseguido, más si va contra el establishment… y ejemplos tenemos tanto en Euskal Herria como fuera de aquí. Y eso quisiera poner en valor, a nosotros nos gustan los jugadores que siguen apegados a la gente, al pueblo, a su sociedad. Los que miran al mundo con los ojos abiertos, los que ven, escuchan y hablan. Los rebeldes.
Beñat Zarrabeitia
pd: El texto está concecibo para una exposición oral por eso cuenta con licencias no habituales en un artículo periodístico