El jugador internacional de la selección palestina de fútbol Mahmoud Sarsak se encuentra al borde de la muerte después de pasar ya 88 días en huelga de hambre por sus derechos en una prisión israelí.

Sarsak de 25 años fue arrestado sin cargos en julio de 2009 tras ser interrogado durante un mes. El pasado 14 de mayo, el futbolista decidió no poner fin a la huelga de hambre colectiva que estaban llevando los presos palestinos. El motivo de su protesta, denunciar la política de detención administrativa puesta en marcha. Una norma que permite el arresto de ciudadanos palestinos durante un tiempo ilimitado.

Cerca de 2000 presos decidieron poner fin a su protesta al aceptar Israel un mayor número de visitas para los presos palestinos, acabar con el aislamiento y no renovar las detenciones administrativas. Sin embargo, Sarsak considera que no es suficiente y continúa en huelga de hambre solicitando su libertad. En la misma situación se encuentra otro recluso de nombre Akram Rikhawi. En su caso, cumple 60 días de protesta.

La familia del jugador palestino asegura que ha perdido ya alrededor de 30 kilos y su situación es sumamente delicada. Numerosos grupos en favor de los Derechos Humanos, la asociación internacional de futbolistas profesionales FIFPro y algunos jugadores destacados de la Liga española han mostrado su solidaridad con Sarsak. Entre ellos, Carlos Gurpegi del Athletic, Patxi Puñal de Osasuna, Javi Paredes del Zaragoza, Antonio López del Atlético de Madrid o Frederic Kanoute del Sevilla. El ex zaguero de Osasuna César Cruchaga y el antiguo preparador físico de los rojillos y de la selección mexicana Juan Iribarren también han dado su apoyo al futbolista palestino.

Además de Sarsak, otros jugadores palestinos permanecen encarcelados en las prisiones de Israel. Se trata del portero olímpico Omar Abu Rwayyes y el futbolista de campo Ahmad Khalil Ali Abu El-Asal.