La muerte de José María Benito del Valle Larrinaga, conocida a través de las esquelas publicadas ayer en la prensa, ha sido tan silenciosa como lo fue a mediados del siglo XX la labor de un grupo de universitarios vascos que conformarían primero Ekin, embrión de lo que sería Euskadi Ta Askatasuna. Su figura se asemeja a la de otros hombres y mujeres que en los tiempos oscuros del franquismo fueron capaces de articular un pequeño movimiento político alternativo al amodorrado jelkidismo de la postguerra que en las décadas posteriores ha marcado el rumbo de la historia de este pequeño país.
Fue durante el curso 1951-52, cuando estudiantes de la Universidad de Deusto y la Escuela de Ingenieros de Bilbo como Benito del Valle, Iñaki Gainzarain, Alfonso Irigoien, Gurutz Ansola, Manu Agirre y Julen Madariaga conforman un grupo para el estudio y la formación que se denominará Ekin. Al curso siguiente, se suman nuevas incorporaciones desde Donostia, como Rafa Albizu, Iñaki Larramendi y José Luis Álvarez Enparantza, Txillardegi, que se unen a este colectivo dispuesto a proponer alternativas a la insatisfacción que generaba el PNV.
La causa de la nación vasca y la necesidad de articular respuestas teóricas y prácticas para su supervivencia les animan. Del trabajo intelectual pasan en el verano de 1955 a su fusión con EGI de Gipuzkoa. En Bizkaia, la dirección jelkide, bajo el control de Juan Ajuriagerra, trató de impedir la unión hasta 1957, aunque no se prologó mucho ya que fueron expulsados, entre ellos Benito del Valle, que decidieron constituir un nuevo movimiento político, Euskadi Ta Askatasuna en una reunión celebrada en Deba a final de 1958 aunque su nombre no se hizo público hasta el 31 de julio del año siguiente.
En 1960, en la I Asamblea de ETA, se crea una dirección colegiada de la que forma parte. Comienzan las detenciones, que le obligarán a residir en Ipar Euskal Herria tras una acción fallida el 18 de julio de 1961 contra un tren lleno de ex combatientes franquistas. Participaría en la creación de la revista ``Branka''.
En 1964, se dicta una orden de confinamiento contra él y otros militantes de ETA, como Txillardegi, que un año después sería de expulsión a Bélgica tras un juicio de carácter político. Se les acusa, entre otras cosas, del diseño de ``Zutik'', el boletín de ETA. En 1967, al asumir el marxismo como referente en la V Asamblea, Benito del Valle abandona la organización junto a Txillardegi y Xabier Imaz.
Economista de profesión, lo que le llevó a dirigir diferentes empresas y proyectos innovadores, se instaló en Algorta en 1982, después de años de residencia en París, Biarritz y Hendaia.