Esta montaña con más de mil metros de desnivel sobre la llanura de Areta (Arette) forma parte de la proa de un largo cordal que desde el pico de Arlas se desprende hacia el norte del valle de Baretous. Sus principales alturas son Guillers, Soulaing y Arroumères, situadas entre los 1.400 y 1.600 metros de altitud.

La cota más septentrional, de este cordal, el Soum de Iré con 1.351 metros de altitud, es un objetivo que nos situará en el centro de un escenario situado entre abruptas montañas y las tierras humanizadas del valle. Desde Areta partieron a principios de los años cincuenta las célebres expediciones espeleológicas que descubrieron la que sería la sima más profunda del mundo, situada a escasos metros del collado de Hernaz.

Tributo de las Tres Vacas

En este collado situado a 1.721 metros de altitud se celebra desde 1375 el anual Tributo de las Tres Vacas junto la muga 262 o de la Piedra de San Martín. Este lugar es la puerta de acceso a la cumbre de Auñamendi, que con sus 2504 metros de altitud constituye el techo de Euskal Herria. Areta es el país de los mosqueteros, dado que Aramits y Porthos y el conde realmente vivieron allí. Areta se hizo tristemente célebre por el terremoto que sacudió la zona el 13 de agosto de 1967, destruyendo la población con un muerto y numerosos heridos.

Areta es hoy una población tranquila y amable, muy activa en invierno a causa de la estación de esquí situada al pie del pico de Arlas en 1965, que ha llegado en su desarrollo sin freno a laminar sin piedad el paisaje kárstico de Larra, al alcanzar sus pistas las cercanías de la cumbre de Soum Couy.

La excursión se mueve por un tramo de la denominada Ruta País de Baretous que recorre una buena parte de su territorio uniendo un rosario de pueblos. Una vez dejado el carretil que continúa hacia Lourdios, en el desvío de Libarle donde hay una caseta podemos dejar el coche junto una borda. En un rellano herboso situado en las faldas del Soum de Iré veremos los caseríos y bordas de Libarle (485 m.). A la derecha, una pista nos invita a dar los primeros pasos que nos llevará por una despejada loma a una nueva borda y más arriba a otra más grande, que dejaremos al margen de la pista. Entre prados y helechales realiza varias revueltas antes de penetrar en el profundo barranco de Esté, cubierto de un denso hayedo.

Invisible regata Moulia

En esta primera parte del itinerario, veremos alzarse a la izquierda las erguidas cumbres que rayan los dos mil metros del bajo valle de Aspe, dominantes sobre los municipios de Escot y Sarrance. Una vez que la pista da paso a un amplio camino, el apretado bosque de hayas nos impedirá ver paisaje alguno. Poco a poco el barranco se cierra desde donde llega el murmullo de la invisible regata Moulia. Al paso dejaremos una caseta que regula la conducción del agua de su caudal y más arriba, a la altura del Paso de Esté, veremos junto el camino un antigua cruz de piedra, con fecha imprecisa, donde el camino se estabiliza.

Cercanos a la regata, mientras al hayedo se van asociando avellanos, abedules y fresnos, saldremos al exterior del bosque. Un portillo nos dará paso a una zona abierta de pastos y helechales, donde el camino convertido en senda se difumina entre humedales. Lo mejor es tomar como referencia un pulpito de caza, situado a la izquierda par, una vez cruzada la regata subir directamente hasta dar con un amplio camino que nos llevará a un redil y poco después al amplio collado herboso de Bissourito (995 m.). Aquí daremos vista a las cumbres de Souriguerre y Soulaing y los profundos barrancos, cubiertos por los densos bosques de Issaaux.

A la izquierda seguiremos por una pista de tierra que nos llevará al collado de Iré, donde, por la izquierda de un característico farallón rocoso, una borrosa senda nos llevará a la cresta cimera (1351 m.), de bonito y amplio paisaje, especialmente hacia el cercano y abultado monte de Layens, el espectacular macizo de Larra presidido por el picacho de Auñamendi y cumbres del bajo valle de Aspe. El regreso lo haremos por el mismo itinerario con un horario parecido.