Las varices son un problema que empeora con el tiempo y puede suponer un riesgo, ya que el avance de la enfermedad no va ligado a los síntomas. Frente a las intervenciones convencionales, existen alternativas mínimamente invasivas válidas incluso en los casos complejos como la reaparición de varices tras cirugía o úlceras venosas.

Para saber más sobre estas opciones, GARA ha contactado con Varitek –www.varitek.es–, centro especializado en su tratamiento que abrió sus puertas en Donostia y hace unos meses pusieron en marcha nuevos centros en Bilbo y Gasteiz. El equipo está formado por cuatro radiólogos intervencionistas con más de veinte años de experiencia que emplean técnicas como cateterismos o punciones ecoguiadas para resolver internamente el problema.

Son intervenciones menos agresivas y a su vez, más precisas y efectivas. Duran aproximadamente 45 minutos, varían dependiendo de la problemática y de si se trata de una pierna o de ambas; no requieren ingreso, anestesia ni cirugía y la recuperación es inmediata.

Para todo tipo de pacientes

Son técnicas adecuadas para todo tipo de pacientes, sin límite de edad. «Nunca es demasiado tarde». Por eso recomiendan realizar al menos una valoración para conocer el nivel de enfermedad y las posibles soluciones.

Ese es el primer paso, analizar el caso en profundidad e identificar la raíz del problema. Para ello, realizan un estudio exhaustivo con ecografía Doppler, un diagnóstico por imagen con el que detectan el origen de las varices y plantean un tratamiento «específico e individual» para cada paciente. En consecuencia, el precio varía mucho dependiendo de la solución propuesta, pero recuerdan que tienen un acuerdo con la aseguradora Lagun Aro.

¿Pueden volver a aparecer? Explican que depende de lo exhaustivo que se haya sido al tratar las causas, pero que en su experiencia es «infrecuente», ya que antes de dar el alta realizan un seguimiento «muy cercano» durante meses para terminar el proceso.

¿Qué es una variz?

Son dilataciones venosas. Las válvulas de las venas no se cierran como es debido, lo que causa el retorno deficiente de la sangre desde los pies al corazón. Parte de la sangre vuelve hacia abajo y se acumula en las extremidades inferiores. En un 70% de los casos el fallo ocurre en la zona inguinal, pero, aunque pueden aparecer en diferentes partes del cuerpo, son mucho más frecuentes en las piernas. Entre los factores que favorecen su aparición, el principal es el hereditario. El riesgo de sufrirlas es de 50%-90% si alguno de los progenitores las padece. Otras causas son la obesidad, el sedentarismo, la edad o el embarazo.

Medidas para prevenir y aliviar:

1. Mantener el peso.
2. Hacer ejercicio.
3. Llevar zapato cómodo, evitar tacones muy altos.
4. Evitar ropa que comprima.
5. Evitar fuentes de calor intenso. Duchas de agua fría sobre las piernas.
6. Utilizar medias de compresión adecuadas.
7. Elevar las piernas siempre que se pueda.
8. No permanecer demasiado tiempo de quieto de pie ni sentado.
9. Dormir con las piernas ligeramente elevadas.
10. Acudir a un especialista para que realice un diagnóstico y tratamiento adecuado.