«Con este disco hemos querido buscar algo que no habíamos hecho hasta ahora»
Omago acaban de publicar su primer trabajo. Con ‘Ningún ser’ (Oso Polita, 2021), la banda de Uribe Kosta parece haber encontrado el camino a seguir. Folk, electrónica, pop… todo cabe en el sonido de una banda que está llamada a convertirse en una referencia musical de futuro.
Para comenzar, cuéntenos cómo se forma Omago.
Nosotros ya habíamos coincidido en The Great Barrier, grupo en el que estuvimos los tres. Cuando lo dejamos, estuvimos unos dos años sin hacer nada, y yo, en ese tiempo, fui haciendo unos bocetillos y llamé a Oier para enseñárselo y juntarnos, pero sin ninguna idea de hacer un grupo ni nada parecido, sino solo para tocar. Posteriormente, Larra (Iñigo Larrazabal) también se apuntó y, como Oier tenía un local, empezamos a ensayar allí.
Aunque, como te decía, no había ninguna intención de hacer nada y solo era para seguir haciendo cosas y mantener esa relación musical, nos gustó lo que estábamos haciendo y cada vez empezábamos a quedar más, hasta que acabamos ensayando una vez por semana.
¿Y en qué momento vieron que ya había llegado el momento de grabar el EP?
Las canciones iban cogiendo forma poco a poco y, como no dábamos conciertos ni nada, decidimos ir donde Jon Aguirrezabalaga, que es amigo nuestro desde hace tiempo, y nos hizo un hueco en El Tigre Studios para grabarnos las canciones. Una de las primeras cosas que hizo cuando escuchó lo que hacíamos fue animarme a cantar en castellano, algo que nunca había hecho, porque en Nun había cantado en euskara y en The Great Barrier en inglés.
Al principio, no me veía muy convencida con la idea, porque yo no había escuchado mucha música en castellano y no tenía el oído hecho a ello, pero probé y, aunque me costaba, con la ayuda de unas amigas salieron tres temas, de los que se quedarían tres en el EP, al que sumamos ‘Bakarti koldarra’ y ‘Jantzita eta josita’, que yo solo la veía en euskara.
¿Conocían ya a Jon Aguirrezabalaga de trabajos anteriores? ¿Qué aportó al sonido de aquel primer EP?
Ya habíamos trabajado con él cuando estábamos en The Great Barrier. Lo que tiene Jon es otra visión, una ventana diferente que nosotros no tenemos. Eso es algo que se agradece, porque muchas veces, cuando vas a grabar, piensas que lo tienes todo super claro y, de repente, llegas allí y él te lo plantea de otra manera; hasta ahora, siempre ha mejorado nuestro trabajo, porque tiene esa visión de músico y productor, que nosotros no tenemos. Así que, cuando nos planteamos sacar el disco, no tuvimos dudas de hacerlo con él de nuevo.
Enseguida y, sin haber tocado en directo todavía, les surge la oportunidad de participar en el concurso Soinu Berriak donde, finalmente, obtuvieron el triunfo. ¿Cómo vivieron aquellos momentos?
Pues todo esto también fue cosa de Jon. Cuando estábamos grabando en el estudio, nos habló del concurso Soinu Berriak y nos preguntó a ver si nos interesaría inscribimos, le dijimos que sí y ahí quedó la cosa.
Después de aquello, nos fuimos de vacaciones y, al volver, ya nos habíamos olvidado del tema, hasta que nos llega un mensaje diciendo que habíamos sido seleccionados, así que ya nos pusimos las pilas para preparar el concierto porque, como bien dices, todavía no habíamos tocado juntos.
Fuimos al concurso, pasamos a la semifinal y tuvimos la suerte de que ganamos la final. Todo esto nos pilló un poco descolocados.
Y a partir de ahí, actuación en el BIME 2019, se pone en contacto con ustedes desde la discográfica Oso Polita… ¿Ahí es cuando ven que el proyecto va en serio?
Eso es, ahí nos damos cuenta de que teníamos que empezar a calentar motores para volver a lo de antes porque, aunque Oier había seguido tocando con Gari, Larra y yo ya llevábamos unos tres años sin tocar. Así que nos pusimos las pilas y empezamos a trabajar más en serio.
Centrándonos ya en este álbum de debut, ‘Ningún ser’, recuperan ‘Mi voz’ y ‘Suerte’ del EP. ¿Cómo van saliendo el resto de los temas?
Una vez que fichamos con Oso Polita, nos proponen ir preparando el disco y entonces empezamos a hacer canciones como ‘Hitzik esan gabe’, ‘Flores’, ‘Miedo’… o ‘Aquí y allí’, que es ‘Bakarti koldarrak’, pero en castellano y con otra letra que no tiene nada que ver con la original, ya que en euskara la hice yo y, en castellano, lo hizo una amiga y queríamos que quedara reflejado ese trabajo.
Una cosa muy habitual en los medios es poner enseguida etiquetas al sonido de los grupos, algo que con este disco es muy complicado, así que, lo dejo en sus manos… adelante, cuente de dónde sale el sonido de Omago.
Pues, la verdad es que nos ha costado mucho encontrar el camino hacia dónde queremos ir. El problema es que, cada uno tenemos nuestras referencias: a Larra, por ejemplo, le gusta el stoner, a mí me gusta PJ Harvey e incluso, últimamente, he estado escuchando el último trabajo de Lana del Rey, y a Oier le gusta Bon Iver y otro tipo de cosas más tranquilas y acústicas… así que, cuando salen, las canciones pueden ir tirando más hacia alguno del grupo y van cogiendo esa dirección.
Al final, es inevitable que aparezcan esas referencias personales y, a la hora de componer, lo que hacemos es llevar un boceto que puede ser desde una nota de voz, hasta algo más producido en el ordenador… pero, con los recursos que tenemos, siempre suena un poco ‘casiotone’, y sirve únicamente para hacerse a la idea, luego siempre alguno lo lleva un poco a su terreno y ahí está la diferencia entre una canción a otra. Pero el trabajo de composición siempre se hace en el local entre los tres.
A pesar de esa mezcla de referencias de la que me hablaba, parece que, en este segundo trabajo (primer LP), ya han definido, o pulido, un poco más un estilo propio…
Venimos de bandas anteriores en las que hacíamos estilos muy definidos, cosas muy analógicas e instrumentales, y ahora hemos querido salir de lo que ya conocíamos y, con la ayuda de Jon, buscar algo que no habíamos hecho hasta ahora, romper con lo anterior y buscar algo más digital o electrónico… pero sin que el cambio haya sido radical, porque tampoco somos un grupo de electrónica.
En los textos se habla de ‘soledad’, ‘sangre fría’, ‘oscuridad’, ‘veneno’, ‘el vacío’… ¿Son los temas tan oscuros como parecen?
Sí, la verdad. Supongo que eso puede ser por todo lo que hemos vivido en estos últimos tiempos tan duros. De todas formas, a la hora de escribir, yo no parto de una letra, sino de una melodía y, muchas veces, me van encajando cosas que son las que me llevan a una temática concreta; esta vez ha surgido así, pero eso puede cambiar en el próximo disco… y ojalá lo haga (risas).
¿Cómo surge la posibilidad de colaborar con Nacho Vegas, quien canta en ‘Ningún ser’?
Desde Oso Polita, nos cuentan que a Nacho le gusta lo que hacemos y que, a lo mejor, se le podía ofrecer que cantara una canción; así que, cuando les decimos que se lo propongan, él acepta y decidimos hacer ese tema con él. Estamos muy agradecidos por el trabajo que ha hecho y porque haya sacado el tiempo para ello. A decir verdad, aunque ninguno de los tres hemos escuchado mucha música en castellano, conocíamos perfectamente lo que hacía Nacho Vegas, y nos quedamos flipados cuando nos confirmaron que iba a estar en el disco.