Aunque en Euskal Herria hay pocos casos contabilizados, en países como Dinamarca o el Reino Unido la presencia la BA.2, una subvariante de ómicron que al menos tiene 40 mutaciones diferentes respecto a la original, ha aumentado mucho en los últimos días, pero aún es pronto para saber por qué. No obstante, se empiezan a conocer datos que apuntan a una mayor transmisibilidad.
Iñaki Comas, científico del Instituto de Biomedicina de Valencia (CSIC) y quien fuera director del consorcio SeqCovid-Spain, que secuenció miles de muestras de SARS-CoV-2, ha detallado sus características y asegura no compartir que se hable de silenciosa o sigilosa: «Es tan sigilosa como la delta o las demás variantes».
¿La BA.2 es muy diferente a la ómicron original?
Según explica Comas, son bastante diferentes. No son tan cercanas genéticamente y, más o menos, están igual de alejadas entre sí como lo estaba alfa de beta o delta. En BA.2 se han encontrado, en todo su genoma, 40 mutaciones distintas respecto a la original, además de unas cuantas en la espícula, la proteína que el coronavirus usa para entrar en la célula humana.
No obstante, Comas señala que muchas de las variaciones en la espícula o proteína S «no sabemos lo que hacen», ni en esta subvariante ni en la primigenia, por lo que es difícil saber el significado de las diferencias.
¿Es la BA.2 más transmisible que la versión original?
En países que tienen buena vigilancia, como Dinamarca o el Reino Unido, BA.2 está creciendo su frecuencia, indicando que tiene cierta ventaja en la transmisibilidad. Según estudios preliminares realizados por las autoridades danesas, esta podría ser 1,5 veces más transmisible que la BA.1, aunque quedan aún muchas cosas por conocer.
Por ejemplo, faltan datos sobre si esa subvariante puede infectar a personas que se han contagiado previamente por la ómicron original; «probablemente no durante un tiempo, pero aún no lo sabemos», dice Comas, quien señala que «la sensación es que esta subvariante no va a cambiar mucho el manejo de la actual ola de la pandemia».
¿Causa una covid-19 más grave?
Datos preliminares del Reino Unido y Dinamarca indican que no, que no hay diferencias en este sentido y, en todo caso, de haberlas, causaría más gravedad la original, pero es difícil establecerlo.
¿Es habitual que aparezcan subvariantes?
Los virus mutan siempre, dentro de su proceso biológico, y se replican. Aunque en ese sistema de copia hay mecanismos de corrección, estos a veces fallan provocando una acumulación de errores o mutaciones que pueden desembocar en una nueva variante.
Muchas no son especialmente distintas. En dos años han aparecido cientos y solo unas pocas –alfa, beta, gamma, delta y ómicron– han sido calificadas como preocupantes por la Organización Mundial de la Salud, por ser más transmisibles, por su capacidad para saltarse la primera barrera de la respuesta inmune (los anticuerpos neutralizantes) y, en el caso de la delta, también por ser más severa.
«La gran mayoría de las variantes y subvariantes han aparecido y desaparecido y estas últimas no han sido muy diferentes respecto a sus hermanas. Las autoridades ahora se han fijado en BA.2 porque parece tener una ventaja en la transmisibilidad, por eso está bajo investigación», señala Comas.
Asimismo, recuerda que el origen de ómicron sigue siendo desconocido, aunque hay varias hipótesis; la que tiene más fuerza es que su evolución se produjo en una persona muy inmunodeprimida infectada de covid-19 durante un período prolongado de tiempo. Al no tener un sistema fuerte el virus pudo cronificarse y mutar de manera continuada.
¿La efectividad de las vacunas es la misma?
Según un informe de las autoridades sanitarias británicas del 27 de enero y tras un análisis comparativo, la efectividad de las vacunas contra la enfermedad sintomática fue similar para las dos subvariantes. La efectividad aumentó al 63% para la versión original y al 70% para BA.2 a las dos semanas de las vacunas de refuerzo.
¿Las pruebas de antígenos y PCR detectan BA.2?
Esta subvariante y todas las variantes se detectan con antígenos y PCR; es decir, se detecta el coronavirus pero «sin apellido». Para indagar en esto último hay que secuenciar la muestra del paciente.
Lo que ocurre es que existe un tipo específico de PCR con la que se puede sospechar si es BA.1 o no (lo mismo pasaba con alfa). Estas pruebas usan tres dianas para el diagnóstico, por si falla una. Precisamente la BA.1, por una de sus mutaciones, provoca que una de las dianas falle, por eso se intuye que es esta versión y no otra.
«No sé de dónde ha salido lo de silenciosa. BA.2 es tan sigilosa como delta u otras variantes», concluye Comas.