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Nuestro cerebro es capaz de decodificar las imágenes que percibimos de manera inconsciente

La UPV/EHU y el Basque Center on Cognition, Brain and Language han llevado a cabo un estudio sobre el grado de procesamiento que aplica nuestro cerebro a las imágenes visuales que capta inconscientemente y ha concluido que es capaz de decodificarlas correctamente.

Los expertos del BCBL utilizaron la resonancia magnética de alta precisión para examinar las respuestas cerebrales de siete participantes.
Los expertos del BCBL utilizaron la resonancia magnética de alta precisión para examinar las respuestas cerebrales de siete participantes. (Jon URBE | FOKU)

El Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) ha elaborado con la colaboración de la UPV/EHU un estudio sobre cómo procesa el cerebro los estímulos visuales que se captan inconscientemente. La investigación, que se ha elaborado en un periodo de tres años, que ha sido publicada en la revista ‘Nature Human Behaviour’, ha demostrado que el cerebro es capaz de decodificar las imágenes que percibe de manera inconsciente.

El investigador del BCBL David Soto ha explicado que cuando miramos detenidamente un paisaje «reconocemos árboles, caminos, praderas, tal vez montañas al fondo o incluso el mar, pero durante esa labor de observación existen otros estímulos visuales que aparentemente no vemos».

En este estudio se ha intentado esclarecer de qué manera procesa el cerebro los estímulos visuales que captamos de forma inconsciente. «Estamos sometidos a múltiples estímulos visuales, pero sólo un fragmento de lo que vemos es procesado conscientemente», ha indicado.

Para realizar esta investigación, los expertos del BCBL utilizaron la resonancia magnética de alta precisión para examinar las respuestas cerebrales de siete participantes a los que se les mostraban imágenes de animales o de herramientas que, en algunos casos, podían ser claramente visibles y en otros, invisibles.

«Cada participante realizó seis sesiones de resonancia de una hora en seis días diferentes y su tarea dentro del escáner era identificar si la imagen correspondía a un animal o se trataba de una herramienta», ha recordado Soto.

Asimismo, el investigador ha explicado que a los participantes les enseñaban las imágenes aparentemente invisibles durante periodos muy cortos de tiempo: «En ocasiones se presentaban los estímulos de forma muy breve, en 20 milésimas de segundo, y enmascarados con elementos distractores para asegurar que los voluntarios no pudieran detectar el estímulo de forma consciente».

Los resultados del experimento han demostrado que, incluso en aquellos casos en los que los participantes no veían la imagen, «los contenidos inconscientes podían ser decodificados de manera fiable por el cerebro».

Soto ha subrayado que «los resultados del estudio de resonancia y las simulaciones artificiales demuestran que existen representaciones informativas de elementos invisibles que están presentes tanto en el cerebro como en los modelos neurobiológicos proporcionados por redes neuronales visuales artificiales». Finalmente, ha celebrado que las conclusiones de la investigación «contribuyen a mejorar el conocimiento del funcionamiento del cerebro en relación a la consciencia visual y al alcance del procesamiento visual inconsciente».