Sergio Iglesias
Entrevista
Basurita
Grupo de música

«En este disco queríamos alejarnos del concepto de rock clásico»

Basurita, la banda formada por nombres ilustres de lo que se denominó ‘Getxo sound’, acaban de publicar ‘Escenas’, un disco en el que dan otra vuelta de tuerca al peculiar sonido que empezaron a trabajar desde que pusieron en marcha este nuevo proyecto.

Integrantes de Basurita.
Integrantes de Basurita. (BASURITA)

En este nuevo trabajo, repiten con Paco Loco en la producción, pero en un registro muy diferente. ¿Ha sido intencionado ese cambio o esa evolución estilística?

Totalmente. Fíjate hasta qué punto ha sido intencionado, que yo tenía un lote de canciones y a la banda le había pasado las canciones por whatsapp, pero ni las habíamos tocado antes en el local. No quería tocarlas antes de entrar en el estudio, para que la banda fuera virgen en el concepto de cada canción. Tampoco quería que se contaminaran por el estilo de cada uno de los miembros, porque la banda, a priori, es muy rockera, y la idea era empezar en el estudio desde cero. A Paco, de hecho, le dije que quería hacer algo que sonara muy diferente y alejado del concepto de rock clásico.

¿Se complicó el proceso de grabación, con todos estos condicionantes?

La verdad es que no. El proceso fue juntarnos todos en el estudio, enchufarnos, explicarles cada canción, y así fuimos construyendo desde cero el disco, dejándonos llevar, y dejando que Paco llevara a la gente para ir creando entre todos. Fueron días muy intensos porque trabajamos a buen ritmo y con rapidez.

Una vez grabados los temas, yo me llevé el material a casa, donde estuve escuchando todo de nuevo y después volví donde Paco, con quien estuve otros tres días, metiendo las últimas cosas y rematando el trabajo.

Paco es perfecto para este tipo de proyectos, porque es muy creativo y, encima, con lo que a mí me encanta cacharrear... Pero sí, a él también le gusta mucho empezar desde una idea o un concepto y, sobre eso, empezar a probar cosas. Estoy encantado con el sonido que hemos sacado.

A pesar de ser un cambio bastante significativo respecto a sus trabajos anteriores, tampoco es este un sonido que desentone, al ser Basurita una banda que, de por sí, se sitúa en una línea intermedia entre el pop y el rock, un lugar donde cabe todo… o casi todo, ¿no?

Sí. El primer disco que hicimos, todavía como Paralíticos del ritmo, es más o menos rockero; pero como Basurita, en ‘Primer juramento’, ya está el tema ‘En el último trago’, que es una salida absoluta de mi zona de confort… a lo mejor, es la canción más hortera que he hecho en mi vida (risas). Pero está bien, me encanta probar cosas, igual que, como oyente, escucho absolutamente de todo. 

Y en este último disco, hay canciones que han salido con un punto muy pop, porque me divertía hacerlo así. Por ejemplo, ‘La noche en que iba a morir’ es una canción que, si te quedas solo con las notas, podría sonar a rock clásico… ahí está, sin ir más lejos, el ‘We're gonna have a real good time together’ de la Velvet Undergound y, de hecho, el cambio de medio puente que hace cada dos estrofas es eso. Entonces, es una canción que la puedes hacer muy rock, o muy pop, como lo he hecho yo. Al final, se trata de jugar con las cosas y me divierte salir de mi zona de confort y ser alternativo conmigo mismo algo que, por cierto, es muy difícil de conseguir hoy en día (risas).

«Me divierte salir de mi zona de confort y ser alternativo conmigo mismo algo que, por cierto, es muy difícil de conseguir hoy en día»

¿Es una especie de truco para disfrutar del trabajo en el estudio que, muchas veces, no es tan agradable como la parte del directo y los conciertos?

A mí me encanta el estudio, hay gente que se pone nerviosa, porque el tiempo es limitado, pero a mí me gusta ir a buen ritmo y no parar, disfrutando de lo que va saliendo. Es como todo, depende de las exigencias y de lo cuadriculado que seas, te resulta más o menos sencillo grabar. Como te digo, a mí me encanta porque hay estudios, como el de Paco, que ofrecen muchas posibilidades, porque hay muchísimos cacharros, guitarras, baterías, amplis, efectos… ¡eso es un peligro! (risas). Pero, para eso, hay que tener una persona receptiva y que entienda lo que quieres. En ese sentido, había una canción como ‘Chocolate’, que si no era vacilona, yo no quería hacerla, y Paco supo sacar ese rollo, porque él también tiene eso de hacer lo que le sale en cada momento, igual que yo que, en general, soy muy «de primeras tomas».

¿Y cómo asumió el resto de la banda este «volantazo» estilístico?

Ellos también se quedaron encantados de hacer algo que no habían hecho nunca y ver que no había quedado mal. Yo fui con unas 18 ó 20 canciones para trabajar sobre la marcha y según nos fuera pidiendo el cuerpo, y al final, grabamos 13, de las que, finalmente, se han editado 10, que se fueron eligiendo en el momento. Así que creo que, como banda, todos hemos disfrutado de este trabajo.

Desde que empezaron con este proyecto, las letras de todos sus trabajos son en castellano. ¿Era una deuda que tenían desde los tiempos de El Inquilino Comunista y todas las bandas del Getxo Sound? 

Más que una deuda, para mí ha sido un reto. Hacer música en inglés es lo más fácil cuando has escuchado tanta música en inglés y cuando, además, entiendes el idioma, y es lo que hacíamos en aquella época de El Inquilino.

Al final el inglés es el sonido del pop y el rock, donde el castellano no encaja tan bien. Yo he escuchado muy poca música en castellano, pero tenía ahí el referente de German Coppini con Golpes Bajos, y ese fue el origen para empezar con la primera prueba que hicimos como Paralíticos del ritmo, y que salió relativamente bien. Eso fue lo que nos motivó a probar con ‘Primer juramento’ que, a lo mejor,  fue un poco precipitado, porque todavía no teníamos tan claro lo que queríamos tocar en ese momento.

Las letras son, precisamente, uno de los puntos fuertes del disco, ¿ha habido un trabajo extra para llegar a este nivel?

Es que hacer letras en castellano es un gran cambio, porque sabes que la gente va a entender lo que dices. En mi caso, no tenía claro sobre qué hablar, pero escuchando cosas, lo que sí que sabía es lo que no quería hacer; por ejemplo, las letras de amor y todo eso me daban pereza y tampoco me gustas las letras demasiado obvias. Así que, basándome en formas de escribir de gente que escribe sobre todo en inglés, y entendiendo su forma de concebir las letras, escribo sobre cosas que me vienen a la cabeza, situaciones, gente que conozco… y voy armando todo para que, sobre todo, me divierta, porque luego hay que tocarlas muchas veces en directo y no quiero que me acaben aburriendo. Tampoco me gustan los estribillos, y siempre busco letras que sean diferentes y que descoloquen un poco.

Objetivo conseguido, porque continuamente hay subidas y bajadas que, ciertamente, descolocan al oyente…

…y a mí y a la banda los primeros ¿eh? Pero es que, como te decía, yo necesito automotivarme constantemente y esto de probar, mezclar, cambiar de sitio cosas… esto es lo que me da la vida. Lo que más me gusta de esto es que, haciendo estas cosas que me sugieren a mí las canciones, la gente me está diciendo que es una música que suena fresca. Otra cosa que yo buscaba era una grabación muy limpia y con muchísima calidad de sonido, y ahí también ha sido importante la mano de Jonan Ordorika en la mezcla, porque me tiene muy bien pillado el punto y siempre sabe lo que quiero.

«Necesito automotivarme constantemente y esto de probar, mezclar, cambiar de sitio cosas… esto es lo que me da la vida»

Es inevitable que le pregunte esto, si tenemos en cuenta quiénes son los componentes de la banda: ¿Sigue pesando la etiqueta del Getxo Sound?

¡Qué va! A veces, todavía nos reímos con eso, porque vemos que en Getxo hay bandas de todo tipo, y que no tienen nada que ver unas con otras, igual que sucedía en aquella época. Fue un momento en que nos juntamos unos cuantos grupos, que teníamos cosas en común, tocábamos juntos y había una relación personal entre todos; y, por supuesto que estuvo muy bien poder sacar aquellos trabajos gracias a las ayudas del ayuntamiento. Ahora también hay otro tipo de ayudas en Getxo para diferentes disciplinas culturales. Pero yo creo que, en realidad, lo que hace falta en la música es que haya iniciativas y, si miras por ahí, ves que hay muchísima gente tocando y la oferta es infinita.