¿Cómo se planteaban este nuevo trabajo, después de tanto tiempo sin material nuevo, desde vuestro anterior disco, ‘Visitantes’?

Alba Granados: Nos lo planteábamos con mucha ilusión, y también con ganas de darle otra vuelta a nuestro sonido.

Nagore M. Jauregi: Sí, teníamos ganas de cambiar cosas y, como nos pilló la pandemia, nos dio tiempo a pensar y a buscar una evolución de nuestro sonido, un poco también como respuesta a ese parón.

Inge Isasi: Los temas, de hecho, no son tan nuevos, son canciones que estaban ahí, pero que no habíamos podido trabajarlas, porque veníamos de una época en que estuvimos tocando mucho y casi no teníamos tiempo para la composición. Así que, a raíz de la pandemia, nos apeteció cambiar un poco el chip, y nos pusimos a construir los temas para darles un sonido, y decidir hacia dónde queríamos llevarlos.

Marga Alday: Yo también creo que, cuando grabamos ‘Visitantes’, lo que realmente estábamos buscando era hacer canciones para divertirnos y que funcionaran en directo, porque era lo que necesitábamos en ese momento, y ahora que los directos ya van como un tiro, nos hemos permitido el lujo de hacer otras cosas diferentes.

¿Sentían un poco la presión de intentar no repetirse, después de aquel disco en el que ya dieron un viraje importante en su sonido?

I.I.: No tengo la sensación de que haya habido ninguna presión, y con todo el tiempo que hemos tenido, y con todo lo que ha pasado, no te da por pensar en esas cosas.

A.G.: Lo que yo creo es que todo esto nos ha servido para madurar mucho como banda.

N.M.J.: Hacer el Rabba Rabba Girl Band también ha influido en esa madurez, porque nos ha dado la oportunidad de montar bolos y preparar las  canciones de una manera diferente a cómo lo veníamos haciendo hasta entonces, ya que lo que hacíamos era traerlas desde casa y rematarlas en el local; Y en esos conciertos, lo que teníamos que hacer era coger canciones que ya estaban hechas, y tratar de montar un repertorio divertido, pero teniendo muy en cuenta lo que pueden aportar el resto de participantes… de esta manera, hemos aprendido a darle la vuelta a las canciones de una manera que antes no sabíamos, y ese aprendizaje lo hemos trasladado a nuestros propios temas, y así es cómo hemos creado estas canciones nuevas.

M.A.: Eso es. Las canciones son las mismas que teníamos desde hace mucho tiempo, pero que, por lo que sea, no conseguíamos que crecieran y sonaran como nosotras queríamos.

¿Y qué fue lo que hizo que se transformaran en lo que vemos en este ‘Monstrencas. Vol.1’?

I.I.: Fue el poder sentarnos las cuatro sin ningún tipo de presión por tener que preparar los conciertos, y estar tocando lo que nos daba la gana, hacer el Rabba, compartir música con amigos de otros grupos… todo eso hace que, como dice Alba, hayamos madurado como banda, y a partir de ahí, hayamos sido capaces de retomar las canciones, teniendo mucho más claro hacia dónde queríamos ir. Y a todo eso, lógicamente, hay que sumar la participación de Eka, de Sonic Trash, en la producción, que es un genio.

¿Cómo se gesta la participación de Eka, y cómo ha influido en el resultado final del disco?

I.I.: Pues, si no me equivoco, un día estábamos, seguramente de fiesta, con Sonic Trash, que son grandes amigos y con quienes hemos compartido escenario muchas veces, y Eka se ofreció a ayudarnos con las nuevas canciones en lo que necesitáramos. Así que, como en una canción queríamos meter un teclado, le dijimos a él y, a partir de ahí, ya vino todo lo demás.

M.A.: Ha sido un acierto, porque le ha dado mucha finura a las canciones.

A.G.: Desde el principio, entendió a la perfección hacia dónde queríamos ir, y nos ha llevado hacia allí.

N.M.J.: Es acojonante cómo ha sabido sacar tantas cosas de esas canciones que, básicamente, son las mismas que teníamos, pero sobre las que a Eka se le ocurrían 150 ideas brillantes, de las que, finalmente, nos quedamos con las que él veía que eran las más adecuadas para lo que estábamos buscando. Lo mejor es que ha sabido aportar muchísimo, pero siempre manteniendo un respeto absoluto por la idea general de lo que nosotras queríamos.   

M.A.: Además, hay ciertos arreglos con los que teníamos dudas de si podríamos llevarlos al directo, pero al final no va a haber ningún problema, e incluso se ha ofrecido a ir con nosotras para echarnos una mano cuando nos haga falta.  

¿Fue buena idea, por tanto, salir de su zona de confort, para grabar con alguien diferente a Martín (Capsula), con quien habían grabado todos sus trabajos?

M.A.: Por supuesto que tenemos muchísimo que agradecer a Martín, por todo lo que ha hecho por nosotras, pero en un momento dado vimos claro que ya era hora de empezar a sacar nuestro sonido. Y ha sido un placer poder trabajar con Eka y con Iñigo Eskauriaza en sus estudios de El Submarino, un sitio muy recomendable para grabar.

I.I.: En mi caso, como cantante, yo creo que me vino muy bien pasar por donde Martín para aprender a sacar lo máximo a mi voz en un estudio, y por eso, ahora ha sido más fácil poder trasladarlo donde Iñigo.

N.M.J.: Lo que hemos hecho es mimar mucho estos cuatro temas, invirtiendo mucho tiempo en ellos, y para sacar lo mejor de nosotras, sabíamos que lo podríamos lograr en el estudio de Iñigo.

Lo que podemos apreciar al escuchar este EP es que los sonidos son más oscuros de lo habitual, supongo que fruto también de esa madurez de la que hablaban antes… ¿Qué queda de las Moonshakers de cuando empezaron?

I.I.: Pues la verdad es que queda bastante poco, todo era más naif, con sonidos más inocentes o inofensivos… yo pienso que también lo que ha pasado es que, aunque siempre hemos tenido esta vertiente más oscura, como tú dices, a lo mejor, antes yo no sabía trasladarlo a mi voz, pero ahora ya es más fácil porque tengo más registros.

N.M.J.: De todas formas, tampoco es que buscáramos un sonido concreto, sino que con todo lo que hemos aprendido, ha salido así, porque además, teníamos muy claro lo que queríamos para estas canciones.

En cuanto al idioma, se confirma la evolución hacia el castellano…
I.I.: Sí, fue el cambio más importante de la banda en ‘Visitantes’ y, aunque al principio nos costó un poco, ya nos hemos acostumbrado. Al final, el idioma es muy importante porque ves que la gente ya entiende lo que estás diciendo y, de repente, tienes ese feedback con ellos… además, no podíamos desaprovechar la capacidad poética y creativa de Marga y Nago.

A.G.: Para mí, cuando cantas en inglés, siendo una banda de aquí, tiene algo de ‘mentirijilla’… aunque siempre hayas escuchado música en inglés, que suele ser lo normal.

M.A.: …Y más, si quieres sentir lo que escribes, o lo que cantas ¿no?

Entre todos los temas del EP, podríamos destacar la rabia explícita que desprende ‘Púdrete’, quizá la canción más directa de su discografía ¿no?

N.M.J.: Ese es un tema mío que, si te digo la verdad, nos costó mucho hacer, precisamente porque era muy explícito. Nosotras queríamos que fuera así, aunque normalmente en nuestras canciones no suele haber mensajes tan directos. Pero esta vez nos apetecía sacar esa rabia porque, aunque vemos que nos están tomando el pelo todo el rato, queremos que, por lo menos, sepan que nos damos cuenta de todo lo que nos hacen, y que ya estamos cansadas de todo esto.

I.I.: Mira, en esta canción Eka tuvo una de esas ideas brillantes, que fue suavizar mi voz para que no sonara tan agresiva, y para que contrastara con la dureza de la letra.

‘Monstrencas. Vol. 1’. ¿Por qué han decidido publicar este trabajo en varios volúmenes, en vez de sacar un elepé?

I.I.: Al final, somos conscientes de que, aunque nos guste el formato álbum, hoy en día la música se consume de manera más inmediata y además, hemos preferido hacerlo así, como decía Nago antes, para mimar más estas canciones, porque hemos tardado en grabarlas lo mismo que antes tardábamos en grabar diez o doce.

M.A.: Posteriormente, iremos sacando otros temas que también son de la misma hornada que estos, pero que, en su momento no tuvimos tiempo para trabajar con ellos, porque o no encajaban o porque nos bloqueamos con ellos, y ahora los hemos ido recuperando y los publicaremos más adelante en los próximos volúmenes de ‘Monstrencas’.