Con el objetivo de conservar Machu Picchu, se ha modificado el Reglamento de uso sostenible y de visitas para que los turistas tengan un máximo de 30 minutos de margen para la entrada.
«Uno de los problemas que habíamos tenido, y que tenemos, es el cumplimiento de los horarios de visita a Machu Picchu. No se respetaba el horario que ya estaba dispuesto y no había sanción o ninguna consecuencia al respecto», ha comentado la ministra de Cultura, Leslie Urteaga.
Por ese motivo, Urteaga invoca a los visitantes a cumplir con las reglas establecidas y señala que, una vez pasada la media hora a partir del horario de acceso establecido en el ticket, «no van a poder ingresar, lamentablemente». «Van a tener que quedarse, si tienen esa posibilidad, para poder adquirir otro boleto y hacer nuevamente el trámite», explica.
Según el Ministerio de Cultura, la modificación en el reglamento «es de vital importancia, ya que permitirá mantener un control estricto del sistema de horarios asignados a los circuitos que permiten visitar» Machu Picchu.
Aforo controlado
También se ha aprobado que el personal encargado de verificar el ingreso de los visitantes a Machu Picchu debe revisar, bajo responsabilidad, que coincidan la identificación y la hora consignada en los boletos de ingreso, para lo cual se implementarán medidas de fiscalización incluso mediante medios tecnológicos o informáticos. Se ha dispuesto además, la creación de un «oficial de cumplimiento de la protección del patrimonio cultural» y que los visitantes que no cumplan con las disposiciones serán retirados del lugar de inmediato sin derecho a devolución del importe».
El Ministerio de Cultura busca la protección y preservación del Santuario Histórico que ha cumplido 40 años desde que fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Además, recientemente ha anunciado que el aforo a Machu Picchu se incrementará a 5.600 visitantes diarios, a partir del 1 de enero próximo, en fechas «muy puntuales», y que regularmente se permitirá el ingreso de 4.500 personas.