El Ministerio español de Sanidad establecerá la obligatoriedad de utilizar la mascarilla en centros de salud y hospitales desde este miércoles, una vez que se comunique a las comunidades, que se prevé que sea a mediodía.
La orden entrará en vigor una vez sea recibida por las autonomías sin necesidad de publicación en el BOE.
La medida abarca únicamente hospitales y centros de salud, no centros sociosanitarios o farmacias, como estaba incluido en la propuesta presentada en el Consejo Interterritorial.
«Recomendación» si desciende la incidencia
Sin embargo, podrá pasar a ser «recomendación» en aquellas comunidades que presenten datos de descenso en las dos últimas semanas de infecciones respiratorias agudas, según ha confirmado Sanidad a mediodía.
«El Ministerio se hace cargo de esta evolución desigual en las comunidades de la epidemia, a la vez que sigue dando ese aval jurídico necesario a aquellas que necesitan más tiempo para descender», ha apuntado la ministra Mónica García. «Nos vamos a ir adaptando a la situación epidemiológica general», ha añadido.
La ministra ha señalado que el Sanidad ha recogido propuestas y que, a través de una declaración de actuaciones coordinadas, «va a emitir una orden comunicada a las comunidades autónomas estableciendo el carácter obligatorio del uso de las mascarillas en los espacios sanitarios».
El objetivo prioritario, según Sanidad, es dar un respaldo jurídico a las comunidades, «a la par que se reconoce también su singularidad y su capacidad de adaptarse a sus propios datos epidemiológicos».
Sanidad ha tomado esta decisión después de no haber llegado a un acuerdo con las comunidades en la reunión del Consejo Interterritorial de Salud (CISNS), que tuvo lugar este pasado lunes, en el marco del incremento de casos de infecciones por virus respiratorios.
Reticencias de Lakua y Nafarroa
La obligatoriedad de la mascarilla no contaba con el respaldo de Lakua, como dejó en evidencia ayer la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, quien anunció que el Ejecutivo iba a analizar la legalidad de la obligatoriedad implantada por Madrid.
Sagardui cuestionó tanto las formas como el fondo de la decisión y dejó claro que Lakua está en contra de que la medida sea obligatoria y que apuesta porque sea recomendable, al considerar que la situación epidemiológica de los territorios y de sus servicios sanitarios no es homogénea.
De hecho, el Gobierno de Lakua ha anunciado este miércoles a la tarde que recurrirá ante la administración de justicia la orden del Ministerio español de Sanidad de imponer el uso de mascarillas en centros de salud porque «ni ha presentado argumento alguno que avale esa decisión, ni ha cumplido con las previsiones legales exigibles en la adopción de esta medida absolutamente excepcional».
«El Gobierno Vasco entiende que el Ministerio de Sanidad está utilizando un recurso legal absolutamente extraordinario, sin cumplir sus propios preceptos, para imponer su voluntad a la mayoría de las Comunidades Autónomas, en contra del criterio técnico de estas, y vulnerando sus competencias en materia de salud pública», ha explicado el Departamento de Salud de Lakua.
La postura del Gobierno de Nafarroa es muy similar, como puso en evidencia el consejero de Salud, Fernando Domínguez, en la citada reunión del Consejo Interterritorial. El Ejecutivo de Chivite se decantaba por intensificar la recomendación del uso de la mascarilla en centros sanitarios (hospitales y centros de salud), sociosanitarios (residencias y centros de atención a personas vulnerables) y para aquellas personas con síntomas, en especial si se encuentran en lugares cerrados.
En cualquier caso, una vez que reciban la orden del Ministerio español de Sanidad, tanto Lakua como el Gobierno de Nafarroa tendrán que cumplir con la misma e implantar la obligación del uso de la mascarilla en todos sus centros sanitarios.
El Colegio de Médicos de Bizkaia apoya la medida
Por su parte, el Colegio de Médicos de Bizkaia ha hecho público un comunicado en el que muestra su apoyo a esta medida, porque «entiende que son espacios donde confluyen personas con procesos respiratorios infecciosos y personas con otro tipo de patologías susceptibles de complicarse si sufren un contagio más que probable que se podría prevenir con el uso de este elemento profiláctico».
En cualquier caso, incide en «la conveniencia de que cualquier persona con un proceso catarral, en un ejercicio de responsabilidad y civismo, utilice por propia iniciativa la mascarilla en todos los espacios a los que acude habitualmente: transporte público, lugar de trabajo, comercios, bares, etc». De este modo, «al prevenir los contagios, y con ello reducir el número de personas afectadas, también se estará previniendo el colapso de los centros de salud y de las urgencias hospitalarias».