Sergio Iglesias
Entrevista
Asier Redondo
Cantante y guitarrista de Pomeray

«Hemos crecido en el rock y no queremos ni sabemos hacer otra cosa»

‘20 mg.’ es el título del nuevo trabajo de Pomeray. La banda bilbaina regresa con seis canciones producidas por ellos mismos, con las que siguen ahondando en ese estilo personal, caracterizado por no ponerse ninguna barrera a la hora de componer, siempre dentro del amplio espectro del rock.

Miembros de Pomeray.
Miembros de Pomeray. (Rafa ROBLEDO)

Hacía mucho tiempo que no había material nuevo de Pomeray. ¿Han sido duros estos años de cambio en la banda?

La verdad es que nos ha pasado de todo… hasta una pandemia mundial (risas). Precisamente, ese parón lo aprovechamos para hacer las ‘Sesiones distópicas’, grabaciones en video en las que tratábamos de plasmar el espíritu de la banda en directo.

Una vez que pasa todo, cuando ya habíamos decidido hacer el disco nuevo y teníamos algunas canciones preparadas, Gontzal decidió dejar la banda y tuvimos que repensar cómo afrontar el futuro; decidimos seguir hacia adelante y tuvimos la suerte de que ‘Rambo’ (Sergio, actual guitarrista de la banda) se ofreciera a tocar con nosotros. Todo fue como la seda desde el principio, porque le conocemos desde hace mucho tiempo, compartimos local de ensayo con su otra banda, The Cherry Boppers, vivimos al lado, y además tiene un bagaje enorme tocando la guitarra o el bajo en grupos de estilos muy dispares, desde funk de los 60 hasta metal extremo, y lo que puede aportar en todo ese abanico es muchísimo.

…hasta que llega el accidente.

Sí, él se había aprendido todos los temas y había tomado parte en la grabación del disco, pero cuando íbamos a poner todo en marcha para presentar este nuevo álbum, se rompió la pierna y tuvismos que anular el concierto de presentación que teníamos previsto; sin embargo, dentro de la desgracia, hubo otro golpe de suerte, porque cuando presentamos en BilboRock el videoclip que nos había hecho Luis Vil hablamos con Josean Valle, batería de Capitán Elefante, que también es teclista, y se animó a entrar en la banda. Es otra persona que también ha encajado muy bien y que ha empezado a trabajar en esos temas del disco en los que Ekaitz, de Sonic Trash, nos había ayudado con los teclados.

«Disfrutamos mucho unos de la música de los otros. Y es importante la labor de los periodistas y fotógrafos. Mientras haya esta simbiosis, todo va a seguir funcionando»

Me habla de unas cuantas bandas del entorno de Bilbo y Bizkaia, como The Cherry Boppers, Sonic Trash, Capitán Elefante… ¿Es importante cuidar esa escena y seguir creando este tipo de sinergias, apoyándoles también acudiendo a sus conciertos?

Sí, es fundamental. Nosotros tratamos de ir a la mayor cantidad de bolos posible, aunque mucho menos de lo que nos gustaría, por responsabilidades laborales, familiares o porque ya tenemos una edad y el cuerpo ya no responde igual (risas). Pero sí que es verdad que en nuestro entorno, nos llevamos muy bien, y disfrutamos mucho unos de la música de los otros. Y ahí también es muy importante la labor que unos cuantos periodistas y fotógrafos estáis haciendo, dinamizando esta escena. Mientras haya esta simbiosis o esta química entre todas las partes, todo va a seguir funcionando.

De hecho, la presentación oficial del vinilo la hicieron en el bar de Dani Oñate, batería de The Daltonics, ¿verdad?

Dani hace muchísimo por la escena, porque también va a todos los conciertos; aparte de tener una banda que se hace querer por todo el mundo, apoya de una manera muy generosa a los demás grupos, cosa que no todos hacen. Por eso, cuando sacamos el vinilo decidimos ir allí a hacer la presentación para, por lo menos, ya que no podíamos hacer un concierto, juntarnos con la familia de Pomeray… ¿y qué mejor sitio para hacerlo que el Rock and Ron?

(Rafa ROBLEDO)

En esta ocasión, la banda ha sido la encargada de la producción del disco. ¿Cree que ha sido una decisión acertada, una vez visto el resultado?

La decisión final fue no ir a un estudio y producirlo nosotros mismos, para ser los dueños del proceso y marcar los tiempos de la producción, sin ninguna presión. La dificultad que se nos planteaba era que ninguno éramos técnicos de sonido, carencia que fuimos supliendo estudiando y aprendiendo; y aunque es cierto que en un principio teníamos la incertidumbre de si iba a quedar bien, la verdad es que estamos muy contentos con el resultado final y está teniendo buena acogida entre nuestro público, que es lo más importante.

El álbum cuenta con seis temas. ¿Había cierta urgencia por sacar este material nuevo, en vez de esperar a hacer algo más largo?

Es que yo pienso que no nos hace falta ir a un largo, nos gusta este formato de seis temas, porque tampoco queremos entrar en esta inercia que hay ahora de publicar cada canción que se hace, aunque sea algo totalmente respetable. Nosotros somos de la ‘vieja escuela’ y nos gusta tener un disco físico completo, porque es el reflejo de un momento concreto de la banda. Y también teníamos claro que teníamos que publicarlo en vinilo, porque todavía disfrutamos mucho con esa ceremonia de abrirlo, colocarlo en el tocadiscos, leer las letras… al final, así es como hemos vivido la música y como queríamos hacerlo.

«Nosotros somos de la ‘vieja escuela’ y nos gusta tener un disco físico completo, porque es el reflejo de un momento concreto de la banda»

En cuanto al sonido, más allá de etiquetas, lo que se puede decir de sus canciones es que suenan a Pomeray, y que ya tienen un sello identificativo propio. ¿Es todo eso fruto del trabajo semanal en los ensayos?

Pues para mí es un gran halago que me digas que tenemos un estilo propio, porque creo que es de las mejores cosas que se pueden decir de una banda. Hemos crecido en el rock y, aunque nos gustan muchos estilos de música, no queremos ni sabemos hacer otra cosa, porque es el lenguaje en el que mejor nos podemos expresar y en el que mejor reflejadas quedan nuestras ideas.

Por supuesto que, dentro de ese espectro, puede haber variedades, pero no tomamos decisiones en función de lo que la gente vaya a pensar o en función de si va a gustar más o menos, sino que cuando llega una idea al local, todos empezamos a aportar cosas y eso luego transforma la idea original, abriendo otros espacios, en los que queda perfectamente reflejada la personalidad de cada uno.

Y respecto a lo que comentabas, para nosotros el ensayo y poder reunirnos una vez a la semana es fundamental, no solo por las expectativas que luego puedas tener a la hora de hacer un disco, sino simplemente porque lo necesitamos; es un espacio de disfrute creativo y de amistad muy fuerte que nos sigue uniendo, y por eso lo blindamos y respetamos mucho.

¿Le dan especial importancia a las letras, intentando que siempre expresen algo que les preocupa o que quieren transmitir como banda?

Yo creo que en el acto creativo, en cualquier arte, hay que posicionarse de alguna manera. Yo por lo menos, cuando hago una canción, me siento obligado a tomar partido de alguna manera respecto a mí mismo, y respecto a lo que me rodea, y por eso no entiendo una letra que no sea comprometida. Para mí el rock es compromiso, y con esto no quiero decir cómo ha de ser la música, porque cada uno es libre para decir lo que le dé la gana en las canciones, pero en mi caso no puedo hacerlo de otra forma y pienso que hablar de lo que le ocurre a tu familia o amigos es necesario.

Supongo que es algo que viene porque, de aluna manera, nosotros vivimos lo que fue el Rock Radical Vasco, cuando la gente defendía que había razones para luchar, y vemos que sigue habiéndolas y que aquellos mensajes aún siguen vigentes.  

«Cuando hago una canción me siento obligado a tomar partido de alguna manera respecto a mí mismo y lo que me rodea; no entiendo una letra que no sea comprometida»


¿Es ‘Intxaurrondo Blues’, en ese sentido, la muestra evidente de que todavía hay que seguir hablando de ciertas cosas para que no se olviden?

Aunque hay gente que cree que son cosas del pasado, hay que recordar lo que ocurrió, para advertir de que no estamos exentos de pasar por lo mismo, porque a nada que la ultraderecha tenga una cota de poder un poco mayor, yo estoy seguro de que vamos a volver a todo aquello: la oscuridad de las comisarías, las torturas… además, parece que solo hay libertad de expresión para ellos, mira lo que está pasando con Itziar Ituño, es de vergüenza. Pero lo que está claro es que, sin justicia y sin verdad, nunca va a haber paz, y por eso es por lo que está luchando mucha gente, y es lo que tienen que entender.