Rulo es música, fútbol con el Athletic cerca de su corazón, no creyente con dudas, músico con toma a tierra, cúmulo de aciertos y desaciertos, equilibrado en sus discos, lunático, Leo pelín de Horóscopo y de energías, aquel rockero de La Fuga, pero no urbano actual… De todo ello hablamos a continuación, tras una charla poco habitual, como tampoco lo es esta entradilla periodística con licencias de escritor.

Empecemos lejos del rock. Es futbolero. ¿Se atreve a mojarse qué pasará en Sevilla entre Athletic y Mallorca el 6 de abril? ¿Tiene favorito?

Yo sí tengo favorito y los del Racing me van a matar, pero digo el Athletic, porque cuando mi equipo no está en la final, te posicionas. Y en este caso apoyo al que creo que mejor fútbol ha hecho. Me gusta más el método del Athletic que el del Mallorca. Pero, cuidado, que al Mallorca lo veo totalmente capaz. Pero, sinceramente, me gustaría que ganase el Athletic, la verdad. Soy capaz de decirte quince jugadores de la plantilla rojiblanca: Agirrezabala, Simón, los Williams, el 7, Berenger, los García... Yo tenía tíos en Deusto y recuerdo cuando íbamos a comer a una pollería de la ría.

Cantemos además del Alirón, ‘Tu mejor versión’, título del pegadizo single de su nuevo disco. Cita la histórica canción ‘Dancing in the dark’. ¿Cuál es su canción más Springsteen?

¡Guau! No lo sé, pero sí, yo soy muy de Bruce.

¿Por qué invita en sus muchos duetos grabados solo a hombres: Dani Martín, El Drogas, Kutxi Romero, Álvaro Urquijo, Andrés Suárez, Coque Malla, Bunbury, Pau Donés…?

Pues es verdad. En directo sí he invitado a Luz Casal o a Nina, de Morgan. Tengo más amigos en la música que amigas. También hay más músicos que músicas, creo. Por suerte ahora hay más vocación y más artistas femeninas.

«Me gustaría ser como los faraones, que no les importaba esta vida. Pensaban que lo gordo venía luego. Yo creo que vida, hay esta, y que ahora toca aprovechar»

‘Cuestión de fe’ es un himno, declaración de principios. Habla de las cosas en las que no cree, pero no llega a citar a algún dios. ¿Es Raúl creyente, agnóstico, ateo?

Me he criado en una familia religiosa, de domingo a misa. Había una para niños. No soy practicante. He estado ahora en Egipto –en el concierto portaba un colgante de cruz egipcia- y allí me he hecho muchas preguntas. He reflexionado sobre si hay algo más allá, si hay algún dios. Lo que no me gustan son los fanatismos. Hay quien dice ‘gracias a Dios soy ateo’. A mí me gustaría creer, porque quien tiene fe tiene como un salvavidas. Me gustaría ser como los faraones, que no les importaba esta vida. Pensaban que lo gordo venía luego. Yo creo que vida, hay esta, y que más allá nadie garantiza nada. Creo que no hay nada y que ahora toca aprovechar.

¿Eléctrico musicalmente, pero de mucha toma a tierra?

Los artistas somos desequilibrados buscando equilibrio (Risas). No soy un atormentado…

De hecho, canta lo siguiente: ‘Ni lobo solitario ni artista incomprendido’.

Sí. Yo, en realidad, soy un disfrutón de la vida. Woody Allen dicen que está todo el tiempo haciendo películas porque no sabe si no qué hacer y a mí me pasa lo contrario. Yo, cuando acabo la gira, sí sé parar. No solo pongo el foco en mi carrera, que me encanta, pero así disfruto también fuera de ella.

Somos recuerdos, de los buenos y de los malos, y vivimos cada segundo caminando en el filo de ambos. Esa misma impresión tengo al oír sus textos…

Me parece una muy buena definición de la vida. Somos el cúmulo de aciertos y desaciertos. Y el resultado de todos ellos.

¿Es nostálgico?

Como buen norteño, soy nostálgico, pero risueño. Miro para adelante, siempre creo que lo bueno está por llegar. Pero al mismo tiempo, como si fuera por una autopista, miro por el retrovisor. Eso es la nostalgia. No me regocijo en el dolor de las heridas.

Heridas, como su famoso hit ‘Heridas de rock and roll’, posterior a La Fuga…

Nadie somos ajenos a ellas. Puedo mirar hacia atrás, pero me permite seguir conduciendo. De mis tiempos en La Fuga siempre voy a hablar bien porque los recuerdo con cariño. Tengo amigos muy pupas que siempre se están quejando… Si te regocijas no atraes buen rollo a tu alrededor.

Hablemos de buenas vibras: ¿Cuándo le pide el cuerpo rock and roll?

Yo suelo componer en soledad, con guitarra o piano, y todas mis canciones nacen lentas, que luego igual tengo que rectificar. En este disco, entró ‘A lo bonzo’ y sirvió para equilibrar, para que no fuera reiterativo. No quiero ni lo uno ni lo otro. En el escenario sale el Leo que llevo dentro.

Leo, dice. ¿Cree en horóscopos, en astrología? Conozco a cuatro personas que cumplen el mismo día que yo y somos cada uno de una madre hasta en la música…

Yo creo que es algo más allá de los gustos personales. Algo más de dentro. Lunático sí soy, pero no mucho de astrología. Sí creo en las energías y creo que las gentes tienen similitudes. Conectas más con unos que con otros. Pero no, no soy muy bruja Lola.

En ‘Persiguiendo sombras’ –mismo título que un single de Nacha Pop– vuelve a abundar en el amor y desamor. ¿No hay más temáticas inspiradoras o evocadoras? El mundo está tan roto, el Estado tan polarizado, que su canción ‘Divididos’ parece hecha para estos tiempos.

‘Divididos’ está más en vigor ahora. Aunque hablo de otros temas, sí, la mayoría es de amor con matices. En este disco hay una, ‘De parranda’, que se la dediqué a un amigo muerto y que no sé qué pensará de ella desde ahí arriba.

¿Cree firmemente que está ‘ahí arriba’?

Pues, no lo sé…

Hay deportistas ateos que para celebrar algo miran al firmamento. ¿Por qué se tiene tan interiorizado el cielo aun siendo laico?

Yo no es por tema religioso ni de reencarnación. Yo es por el sol y la luna. Si te fijas, el hombre como especie siempre ha mirado al cielo. Para las cosechas simplemente. Es como esperanzador. De hecho, cuando estás triste miras hacia abajo. Yo creo que va más por ahí, que por un tema religioso. No creo en ello, pero me gusta imaginármelo allí. Las canciones también tienen ese punto poético, ¿no? A mí me gusta imaginarme a mi amigo allí arriba partiéndose el culo de todos los de abajo.

«Internet ofrece más información para todos, pero al final también más crispación. Y más censura. Veo todo como un retroceso de sociedad»

¿Aquello que se llamó rock urbano y que tanta acogida tuvo en Euskal Herria cómo podría llamarse hoy que el reggaeton y hip hop han hecho suyo el adjetivo de urbano?

Comprendo lo que dices. Un amigo mío dice que al rock urbano se le ha caído el rock. Parece que si criticas algo es como que tienes envidia. Yo escucho mucha música nueva, de gente joven, y también acudo a la de hace veinte años. De todos modos, siempre quiero estar actualizado. Pero yo con este género denominado urbano no puedo. Mi hija, de 17 años, escucha de todo. Pero yo no puedo, partiendo de que yo doy una importancia vital a las letras. Si acudo a Bob Dylan, a Sprinsgteen, a Yosi de Los Suaves o a Quique González, y luego escucho una que la letra es una patada en le entrepierna… Eso sí, soy respetuoso por naturaleza. 

Los que no respetan son, por ejemplo, Vox, o PP. Usted es de Cantabria. En Briviesca, el alcalde del Partido Popular cancelo una obra de teatro sobre un maestro republicano fusilado, como Vox vetó en Madrid otra de Virginia Woolf. ¿Vivimos en democracia?

Los extremos, mira a dónde nos llevaron. Son muy peligrosos y la cosa trata de convivir. Más allá de lo que uno y otro piense. Tengo amigos que piensan radicalmente entre sí y se llevan bien.

En su caso, ¿cómo llevaría que le prohibieran un concierto en su propia provincia?

Yo creo que son una minoría de población. Lo que pasa es que los casos son muy escandalosos. Yo pienso que la mayoría de la gente tiene dos dedos de frente y que camina hacia adelante y que no cree en la censura. Son casos claros, flagrantes y que indignan. Y como son muy escandalosos mediáticamente parece como que vamos a… Al final se ha conseguido algo diferente a lo que parece. Internet ofrece más información para todos, pero al final también más crispación. Y más censura. Veo todo como un retroceso de sociedad. Pero bueno, la mayoría de la gente es de mente abierta y quiere progresar.