Un informe de la OMS, que ha salido a la luz este año, vincula el covid-19 con el aumento de la obesidad infantil en Europa. En concreto, se trata del ‘Informe sobre el impacto de la pandemia de covid-19 en la rutina diaria y los comportamientos de los niños en edad escolar: resultados de 17 Estados Miembros de la Región Europea de la OMS’.
Así, este informe presenta los resultados de los trece estados que recopilaron información durante el año escolar 2021-2022 sobre el impacto de la pandemia en la salud de los niños, y de cuatro que lo hicieron durante el año escolar 2022-2023. Los resultados de esta investigación son extremadamente importantes para que los Estados miembros participantes establezcan políticas sanitarias adecuadas en los próximos años.
Resumamos: la obesidad infantil es un importante problema de salud pública en Europa que, además de afectar a la salud física y mental inmediata de los niños y en su calidad de vida, como todo lo que ocurre en la infancia, también el peso en los primeros años de vida puede aumentar el riesgo de obesidad y enfermedades no transmisibles en la etapa adulta.
La pandemia y sus restricciones trastocaron la actividad física y los patrones de alimentación y sueño entre niños y adolescentes. Durante este periodo, aunque la mayoría de los 17 Estados miembros participantes observaron un aumento, en lugar de una disminución, en el consumo de alimentos saludables como frutas y vegetales, ciertamente también se produjo un mayor consumo de alimentos poco saludables como snacks y dulces. La actividad física en la infancia disminuyó casi un 30% durante los días de semana en comparación con el período prepandémico y aproximadamente un tercio de los niños aumentó el tiempo que pasaba viendo televisión, jugando a videojuegos/ordenador o usando las redes sociales con fines no educativos. Los hallazgos también resaltan el impacto negativo que la pandemia ha tenido en el bienestar y calidad de vida de los niños, lo que tiene el potencial de impactar aún más sus comportamientos.
Pero como no es adecuado centrarse únicamente en el peso, y es preciso ver el otro lado de la moneda para tener el ‘mapa’ completo, es interesante recordar que, según una encuesta sobre el impacto de la pandemia realizada en los Países Bajos y Estados Unidos, en una muestra de más de 1.000 personas con TCA, las personas con anorexia señalaron un aumento de la restricción alimentaria, por el impacto de la pandemia sobre su salud mental y física, y denunciaron que las unidades de tratamiento de los TCA se colapsaron tras la pandemia. Y es que, según la OMS, antes del covid-19, más de mil millones de personas ya sufrían algún tipo de trastorno mental, cifras que han aumentado considerablemente: se calcula que trastornos como la ansiedad o la depresión han aumentado entre el 25% y el 27%, por supuesto, incidiendo especialmente en poblaciones vulnerables como son los niños y los adolescentes.