Periodista, especializado en información cultural / Kazetaria, kulturan espezializatua

Jazzaldia, a por los sesenta y con el cuerpo sobrado de dinamismo

Hay tradiciones que se adaptan a los cambios y perviven en plenitud. Algo así ocurre con el certamen estival guipuzcoano, que se clausuró este domingo y encara para 2025 su sexagésimo cumpleaños. William Parker, Diana Krall y John Zorn destacaron en la jornada final.

Actuación de Diana Krall este domingo en el Jazzaldia de Donostia.
Actuación de Diana Krall este domingo en el Jazzaldia de Donostia. (Gorka RUBIO | FOKU)

No se pudo pedir día más brillantez en lo artístico y ambiental para bajar el telón final jazzero. El orondo domingo estival fue el marco perfecto para que los nueve espacios festivaleros fueran ofreciendo sus programaciones postreras con pluralismo musical y asistencias masivas.

La mañana fue puramente jazzística con la pianista madrileña Marta Sánchez y el adiós del Premio Jazzaldia, William Parker. El loado contrabajista neoyorquino actuó en el Victoria Eugenia flanqueado por Ikuo Takeuchi a la batería y la pianista Eri Yamamoto. Y antes de su recital recibió el Premio Jazzaldia de la presente edición. Se va con el galardón y con la alboka y el txistu que ha adquirido durante su estancia.

Casi como si fuera jazz

Asidua de la muestra donostiarra, en la que debutó en 1997, la vocalista y pianista Diana Krall lo había visitado la última vez en la Trinidad y tocaba ahora cambiar al Kursaal mayor. La popular creadora canadiense llegó flanqueada por la batería de Matt Chamberlain y el contrabajista Sebastian Steinberg.

Presenta la gira ‘This Dream of You’, título de su decimoquinto álbum, de 2020, que es al parecer un homenaje a la canción homónima de Bob Dylan. Lo curioso es que en su amplia lista de versiones no entra esa íntima balada, mucho más reciente, sino que desempolva ‘Queen Jane Approximately’, de 1965. Hubiera sido seguramente más acertado tirar de la primera porque su versión a voz y piano muy íntimos de la ‘mercurial’ tensión al Hammond del original dylaniano no se merece la revisión.

Con el Kursaal repleto, arrancó suave con ‘Almost Like Being in Love’, ‘All or Nothing at All≈, de Jimmy Dorsey, y el clásico de Cole Porter, ‘I´ve Got You Under my Skin’. Cantaba Diana muy justa, muy íntima y hasta cuando hablaba lo hacía a veces casi en susurro. Su hábil fraseo vocal y la eficacia del piano no conseguían mitigar un sentimiento desvalido, con poco swing.

Acudía certeramente en su defensa el contrabajo en temas como ‘Just You, Just Me’, marcando la pauta y revitalizando la sesión. Se quedó sola un rato con ‘P. S. I Love You’ o ‘They Can´t Take That Away From Me’ y el regreso de sus músicos con el blues-rock ‘Mr.Soul’, de Neil Young y sus Buffalo Springfield, alegró la tarde. Y volvió a ser Steinberg con su bajo quien dinamizó ‘I'm Confessin' (That I Love You)’. La primera despedida, con el estupendo «Let´s Face the Music and Dance», del clásico Irving Berlin llevado en volandas por la rítmica, compensó los aplanamientos anteriores. El nervio de ‘Take Me a Train’ redondeó el final de una sesión que volvió a dejar en el aire la duda de si la dama norteamericana no está sobrevalorada.

Adiós terrazas

En Chillida Leku acariciaron el atardecer los italianos MAC Saxophone Quartet, que comanda Rosario Giuliani y que se atreven en ‘The Future of Tradition’ a pasar por la lógica jazzera la obra de un ramillete de clásicos. De Guido d'Arezzo, Monteverdi, y Vivaldi al Donizetti de ‘Una furtiva lágrima’.

Por las terrazas de la Zurriola, la multitud dominical pudo escuchar al saxofonista alicantino Alex Haro en quinteto, con ‘Freedom’. También el animado grupo de Ipar Euskal Herria, Hot Klub, con ecos del jazz gitano a lo Django Reinhardt. Otro momento jazzie fue el set del contrabajista Fran Serrano, en cuarteto multi estilístico. Más rock-blueseros fueron los locales Motelas, deshojando colores de su álbum ‘Rainbow Tapes’. El contrabajista balear Pere Bujosa clausuró el espacio de la Zuriola, en trío, y el animado blues con The Fake Cousins hizo lo propio en Nauticool.

Gana quien arriesga

Arriesgado pareció programar al bastante marciano John Zorn en la Plaza de la Trinidad para el colofón el Festival, pero solo acierta quien se atreve. La primera parte de su propuesta fue ‘Chaos Magick’, compuesta en 2020, y el título era explícito. La condujo el trío Simulacrum de John Medeski (órgano), Matt Hollenberg (guitarra) y Kenny Grohowski (batería), ya escuchados en las sesiones anteriores de la trilogía zorniana, más el refuerzo de Brian Marsella al piano eléctrico.

Títulos como ‘The Initiate’, ‘Corinthian’, ‘The Servitor’, ‘St. Augustine’, ‘Egregore’ o ‘Crossing The Abyss’ fueron un campo minado de ágil improvisación controlada, modo retro rock, con intensos cara a cara del piano eléctrico y el Hammond, en un recital corto.

Al final del tercer día de permanecer en bambalinas, el saxofonista John Zorn compartió tablado en New Masada Quartet, que completan el guitarra Julian Lage, Jorge Roeder al contrabajo y Kenny Wollesen en la batería. El creador neoyorquino quiso cerrar proyecto escénico con una sesión brutalmente enérgica, pero no ruidista. Hermanado estrechamente con la inmensa guitarra de Lage, guió un terremoto que incluyó muchas disonancias, alguna bella balada y ambientes orientalizantes o mediterráneos. Excelente clausura de una edición brillante en general en lo musical y con presencia récord de asistencia.