Ilargi Avila

De Technovation Girls a Erronka STEM, el reto de eliminar la brecha de género en la ciencia

Solo el 35% de los graduados en carreras del ámbito científico-tecnológico son mujeres. Un informe de la Unesco revela las razones que han mantenido la cifra durante 10 años, pero hay iniciativas llevadas a cabo internacionalmente que aspiran a cambiar esta situación, desde EEUU a Euskal Herria.

Taller por el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
Taller por el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. (UJA)

Cada vez son más las niñas que tienen el derecho a asistir a la escuela para recibir educación. Sin embargo, la disparidad de género continúa haciéndose notar. La ciencia es uno de los campos en los que las mujeres todavía no han conseguido el espacio que les corresponde. La mitad de la población mundial continúa desplazada en el ámbito científico-tecnológico, subrepresentada tanto en la educación como en la industria.

Según un informe elaborado por la Unesco, tan solo el 35% de las personas graduadas en carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) son mujeres. Esta cifra no ha cambiado en los últimos 10 años, por lo que la Unesco lleva bastante tiempo instando a los diferentes países del mundo a llevar a cabo programas e iniciativas que incluyan a las niñas y las animen a escoger carreras de esta área.

De acuerdo con los datos obtenidos, los hombres representan una gran mayoría en puestos de trabajo relacionados con vocaciones STEM, sobre todo en carreras de la rama de las ingenierías y las tecnologías. En este grupo que engloba carreras como telecomunicaciones, ingeniería informática y arquitectura, los hombres representan un 79% del total de los estudiantes.

Entre las carreras de vocación científica más escogidas por las mujeres están las que se encuentran dentro de las ciencias físicas, como biología, medicina y química. El porcentaje de mujeres graduadas en estas carreras es del 44%, dato que contrasta con el de las ingenierías (21%). Sin embargo, aunque las mujeres hayan conseguido hacerse un hueco en esta área, todavía continúan siendo minoría frente a sus homólogos masculinos.

La Unesco sitúa en la adolescencia el momento en que las mujeres empiezan a perder interés en las ciencias y aporta varios factores, entre ellos el llamado «Matilda»

 

Son varias las razones por las que las mujeres continúan en segundo plano en el amplio campo de las ciencias. El informe de la Unesco muestra datos que establecen la adolescencia como el momento en el que las mujeres comienzan a perder el interés en las ciencias, ya que la mayoría de ellas empiezan a dejarlas de lado en cuanto se les ofrece la oportunidad de elegir la rama que quieren continuar estudiando. Por lo tanto, la pregunta que se hace la Unesco trata sobre cuáles son las razones que llevan a las chicas de esa edad a rechazar las carreras STEM.

¿Por qué las niñas no eligen las ciencias?

En el propio informe, se establecen diferentes factores que podrían estar influyendo en la toma de esa decisión. Entre los más importantes están las limitaciones de la propia estudiante: físicas, mentales y emocionales; las creencias, expectativas y opiniones de familiares y amigos; la experiencia educativa, materiales y estrategias de enseñanza; y normas sociales y culturales relacionadas con los estereotipos de género. Estos cuatro factores cumplen un papel esencial a la hora de dar forma a las expectativas que las chicas pueden tener sobre su propio futuro realizando una carrera de ciencias.

La realidad sociocultural tiene un gran impacto en la visión que las mujeres tienen de las carreras STEM. Los roles de género influyen en la percepción que tienen las mujeres de ellas mismas, establecen los objetivos a los que deben aspirar en su vida y marcan unos límites respecto a los logros que pueden llegar a conseguir. Son estos mismos estereotipos los que limitan su potencial científico, puesto que es habitual que las niñas caigan en la falsa creencia de que las ciencias no se le dan bien a las chicas.

Otra razón que afecta a la decisión de las niñas en cuanto a escoger o no la rama científica es la falta de referencias durante la infancia. Este problema está muy relacionado con el ‘efecto Matilda’, que tiene como base la invisibilización histórica de las mujeres en la ciencia. El sexismo se ha dado abundantemente en la ciencia, atribuyendo los descubrimientos y trabajos científicos de las mujeres a los hombres. De esta manera se ocultaban sus aportaciones, se silenciaba su voz y quedaban relegadas a un segundo plano de la historia. En consecuencia, las niñas de la actualidad no se sienten tan atraídas por la ciencia porque no tienen tantos modelos a seguir como sus compañeros.

Iniciativas para promover las STEM a las niñas

La comunidad internacional es consciente de esta brecha de género tan pronunciada en las ciencias, por lo que diferentes países han puesto en marcha programas e iniciativas que motiven a las niñas a escoger carreras STEM.

Desde Estados Unidos empezó el programa Technovation Girls, justo con el objetivo de involucrar a niñas de diferentes partes del mundo en la resolución de problemas que se dan en su región mediante la aplicación de una tecnología que desarrollan ellas mismas. Las niñas trabajan en equipo y reciben el apoyo y la ayuda de mentoras graduadas en alguna carrera STEM, para desarrollar aplicaciones móviles que sirvan para solucionar el problema que han identificado en su comunidad.

Technovation Girls es un proyecto en que las niñas desarrollan aplicaciones móviles que sirvan para solucionar problemas identificados en su comunidad 

La iniciativa se ha vuelto global, con varios clubs en África, Asia y Europa compuestos por niñas de entre 8 y 18 años. Fue en el año 2020 cuando la iniciativa se implantó en la Universitat Overta de Catalunya (UOC). Son las propias alumnas de la universidad catalana las que guían a unas 250 niñas en el desarrollo de su proyecto. Las mentoras promueven el emprendimiento social entre las participantes y las ayudan a establecer relación con profesionales del sector tecnológico.

Proyectos en Hego Euskal Herria

En Euskal Herria también se organizan proyectos y cursos para despertar la curiosidad de las niñas hacia las ciencias. En Nafarroa existe el Desafío STEM o Erronka STEM, una iniciativa para fomentar la resolución de problemas y el interés por las ciencias. Los participantes son niños de diferentes colegios públicos de Nafarroa, que cursan desde el primer ciclo de Infantil al último de Primaria. De esta forma se busca establecer unas bases para despertar el interés de los niños en áreas relacionadas con la vocación científica.

Este programa se lleva a cabo mediante ediciones en las que el equipo de TracasaWomenTIC desarrolla desafíos basados en las cuatro áreas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas. El objetivo principal de este equipo es el de transmitir a los niños y niñas la importancia de la colaboración en lugar de la competición, poniendo como pilar fundamental la inclusión e igualdad de oportunidades para las niñas y los niños.

En cuanto a la CAV, la organización Emakumeak Zientzian organiza una serie de actividades para visibilizar los logros de las mujeres en la ciencia, romper los estereotipos y roles de género, y animar a las niñas a escoger carreras STEM. Cada año organizan, con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una serie de actividades abiertas al público de todas las edades en Donostia, Bilbo y Gasteiz. Científicas que trabajan en diversos campos de la investigación presentan el evento, hablando sobre sus propios proyectos y homenajeando a científicas de la historia, para darles el reconocimiento que se merecen.

Emakumeak Zientzian también lleva a cabo iniciativas dirigidas al público juvenil. Una de ellas es la visita de los estudiantes a centros de investigación ubicados en Gipuzkoa, Araba y Bizkaia. Asimismo, a principios del curso escolar, realizan la experiencia ‘Vuelta al Cole’, en la que alrededor de 60 investigadoras visitan los centros escolares para contar su experiencia y despertar el interés por la ciencia en los alumnos.