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Un estudio relaciona los defectos en la digestión del azúcar con el intestino irritable

El equipo de Gastrointestinal Genetics analizó datos genéticos y de salud de más de 360.000 individuos en el Biobanco del Reino Unido, y descubrió que los individuos con variantes defectuosas de la sacarasa estaban expuestos a un riesgo significativamente mayor de síndrome del intestino irritable

Un estudio genético de CIC bioGUNE ha relacionado los defectos en la digestión del azúcar con el síndrome del intestino irritable.
Un estudio genético de CIC bioGUNE ha relacionado los defectos en la digestión del azúcar con el síndrome del intestino irritable. (CIC bioGUNE)

Un estudio genético de CIC bioGUNE, miembro de BRTA, ha relacionado los defectos en la digestión del azúcar con el síndrome del intestino irritable, según ha informado el centro de investigación en un comunicado.

En concreto, ha descubierto un mecanismo genético clave que aumenta el riesgo de síndrome del intestino irritable (SII) y empeora los síntomas intestinales en personas que portan copias defectuosas del gen de la sacarasa-isomaltasa (SI).

La investigación, publicada en Gastroenterology, sugiere que la sacarosa puede ser un desencadenante alimentario para las personas genéticamente predispuestas, ofreciendo nuevos conocimientos que podrían dar forma a futuras recomendaciones dietéticas y tratamientos personalizados en el síndrome del intestino irritable.

Según ha explicado CIC bioGUNE, la sacarasa-isomaltasa (SI) es una enzima intestinal fundamental para la digestión de los carbohidratos de la dieta, en particular la sacarosa y el almidón.

Estudios previos del equipo de Genética Gastrointestinal de CIC bioGUNE y la Universidad LUM sugirieron un vínculo genético entre los defectos la enzima SI y el síndrome del intestino irritable, por lo que ciertos cambios en el ADN causan una actividad enzimática reducida y una digestión ineficiente de los carbohidratos, lo que induce síntomas como hinchazón, diarrea y dolor abdominal.

En el nuevo estudio, el equipo de Gastrointestinal Genetics analizó datos genéticos y de salud de más de 360.000 individuos en el Biobanco del Reino Unido, y descubrió que los individuos con variantes defectuosas de la sacarasa estaban expuestos a un riesgo significativamente mayor de síndrome del intestino irritable, mientras que aquellos con defectos de isomaltasa no se vieron afectados.

Al mismo tiempo, los portadores defectuosos de sacarasa, pero no de isomaltasa experimentaron síntomas intestinales más graves y fueron más propensos a evitar los alimentos ricos en sacarosa.

«Además de la maltosa del almidón, que también es digerida por otras enzimas, la sacarasa tiene la capacidad única de descomponer la sacarosa», señala el autor principal del estudio Mauro D'Amato, profesor de Genética Médica en la Universidad LUM y profesor de investigación Ikerbasque en CIC bioGUNE.

Según ha apuntado, «puede ser que este azúcar desencadene síntomas intestinales en individuos con defectos genéticos asociados con una función reducida de la sacarasa. Esto no solo contribuye a comprender el riesgo de síndrome del intestino irritable en personas predispuestas a la mala digestión de carbohidratos, sino que también apoya la idea de adaptar su tratamiento dietético en función de la genética», ha explicado Mauro D'Amato.

En el estudio han participado investigadores de España (CIC bioGUNE), Italia (Universidad LUM y Universidad de Napoles) y Alemania (University of Veterinary Medicine Hannover).