«No entiendo que aún exista esta especie de desplazamiento hacia la mujer en tantos ámbitos»
Miren Iza, más conocida como Tulsa, regresa a casa, a Donostia, para actuar en el Teatro Principal en el marco del ciclo Gure Ahotsak, que se está desarrollando esta semana, con motivo del 8M. Tulsa volverá a emocionar al público con la historia de su ‘Amadora’.

Hace algo más de un año, charlábamos con usted para hablar sobre el lanzamiento de su proyecto ‘Amadora’. ¿Cómo ha ido evolucionando este trabajo con las presentaciones en directo y las representaciones teatrales?
Cada disco tiene una vida diferente y eso es algo muy bonito pero que, a la vez, da un poco de miedo, porque no sabes exactamente dónde te va a llevar o qué le tienes que dar. Y con ‘Amadora’ era la primera vez que sentía que tenía que poner la historia entera al servicio de algo que no era únicamente yo, sino que era algo que estaba viendo en todas las mujeres, también gracias al feminismo. Y durante este tiempo he seguido llevando este proyecto en diferentes formas, tanto en obra de teatro como en concierto, bien sea en formato reducido o con banda entera. Y lo que estoy viendo es una gran atención por parte del público; como es algo muy narrativo y cuenta una historia que, de una u otra forma, interpela a todo el mundo, veo que se mantiene este interés por parte de la gente. Me va a dar mucha pena despedirme de ‘Amadora’, porque sigo con esta obra muy pegada a la piel.
«Con ‘Amadora’ sentía que tenía que poner la historia entera al servicio de algo que no era únicamente yo; era algo que estaba viendo en todas las mujeres»
Como espectador, le contaré que, personalmente, me llamó mucho la atención el respeto y el silencio del público en Kafe Antzokia, algo que, por desgracia, cada vez es más complicado ver en un concierto…
Así es. Yo llevo 20 años en esto, y también he sufrido lo contario. Así que, para mí también es nuevo ese grado de silencio, atención y emoción que el público me transmite en estos conciertos, porque parece que les toca en un sitio muy profundo. Lo que la gente me cuenta es que les lleva a su mundo, a su madre… a cosas muy fundacionales en su propia historia. ¿Cómo no vas a dedicar atención a algo que te está hablando de cosas tan tuyas? Eso me gusta mucho, y es algo complicado que ocurra de nuevo en un próximo disco.
Lo que está claro, y creo que lo hablábamos en la anterior entrevista, es que cada persona conoce a una Amadora, y lo que también me gustaría es que esas preguntas que se abrían con este trabajo no se quedaran tan solo en unos interrogantes tan temerosos o temerarios, porque a veces encontrar respuestas a todo eso casi da miedo. Por eso, me gusta ver a gente que repite, y que la primera vez lo recibe de una manera y, a lo mejor, en la segunda algo ha cambiado o ha habido una transformación, seguramente por los tiempos que corren, porque esto también está muy en la calle.
Pero como te digo, aunque estoy deseando que ocurran cosas nuevas, me da muchísima pena despedirme de esta Amadora.
Por suerte, todavía puede recuperar la historia en forma de obra de teatro cuando le apetezca, ¿no?
Me da mucha pena que la función no haya pasado todavía por Euskal Herria. Pero me parece muy bonito lo que dices, porque la obra es como una cápsula que puedes tener ahí guardada en el cajón para desempolvar, y el teatro es así, lo puedes recuperar cuando quieras. El montaje está hecho y puede tener muchísimas vidas, mientras que los conciertos están muy pegados a lo que estás viviendo en el momento, y aunque con el tiempo recuperes un disco o unas canciones, el sonido cambia y no lo puedes reproducir de la misma manera. Pero la función siempre va cambiando dentro de su esencia, y la escenografía te transporta inmediatamente a eso que has generado.

Centrándonos en lo más actual, el próximo domingo estará tocando en el Teatro Principal de Donostia, dentro del ciclo Gure ahotsak, donde comparte cartel con otras voces femeninas como Olatz Salvador, Travis Birds, Amaia Miranda o Ginebras…
Sí, es un concierto que me emociona mucho. Quiero que todo salga bien y eso me pone muy nerviosa, pero va a ser una actuación muy bonita, con alguna colaboración especial. Es una cosa colectiva de mujeres… a ver si conseguimos armar algo que guste a la gente.
Un ciclo que se enmarca dentro de los actos del 8M, día internacional de la mujer, ¿no da un poco de pena que todavía haya que seguir incidiendo en estos mensajes, en vuestro caso en lo que os corresponde como músicas y artistas?
Hay un montón de mujeres con un talento enorme haciendo cosas increíbles. Estamos viviendo un momento muy bonito en ese sentido y, por eso, más que pena, a veces me dan ganas de empezar a tirar platos contra las paredes de la rabia que tengo. Son muchos años diciendo esto… ¿de verdad que el programador que diseña este cartel no se da cuenta de que algo falla? ¿No se le pasa por la cabeza?... o lo que es peor ¿se le pasa por la cabeza, y no atiende a algo tan evidente?
En muchos campos, no solo en la música, veo mujeres a un nivel brutal, y como siempre parece que tenemos que hacerlo todo perfecto, hay legiones de mujeres con una capacidad de trabajo y una formación y un desarrollo increíble. Y no entiendo cómo es posible que todavía exista esta especie de orillamiento o desplazamiento hacia la mujer en tantos ámbitos.
En psicología se habla mucho de la feminización del mundo y de la ‘pérdida del nombre del padre’, pero luego ves que el péndulo está yendo hacia un imperialismo y una cosa falocéntrica, con estos dictadores ‘señoros’ autoritarios que parece que dominan todo. ¿Qué estamos viviendo? Hay una confusión global muy difícil de pensar, incluso. Lo malo es que no ha sido una corrección o un bandazo sutil, sino que parece que, de repente, todo ha estallado por los aires, y que en muy poco tiempo estamos perdiendo todo lo que tanto nos ha costado conquistar.
«En psicología se habla mucho de la feminización del mundo, pero luego ves que el péndulo está yendo hacia un imperialismo y una cosa falocéntrica»
Siguiendo con el concierto del domingo, ¿cómo hondarribitarra siente una responsabilidad especial tocando en el Teatro Principal, tan cerca de casa y de su gente?
Más que responsabilidad, es una especie de terror atávico que no sabes explicar (risas). Pero sí que es algo muy bonito porque actuar en el Teatro Principal de Donostia es muy especial. Además, últimamente mis padres vienen a todos los conciertos que pueden, porque parece que han asumido esta parte mía tan importante, y creo que hasta han aprendido a disfrutarla un poco (risas).
Por último, ¿cuesta afrontar nuevos proyectos después de una fase tan emocional como la vivida con ‘Amadora’?
Siempre cuesta cerrar etapas, y hacer un disco te deja agotada, más uno como este, que me dejó absolutamente ‘seca’, por el tipo de proyecto que fue. Pero a la hora de afrontar cosas nuevas, nunca fuerzo nada, me quedo como en barbecho, hasta que el recipiente se va llenando, o hasta que haya algo que me asalte. Yo soy muy de dejarme llevar y, si aparecen las ideas, las agarro al momento. Pero siento que siempre hay un periodo de reflexión después de cada disco y que, en este caso, ha durado un poco más. Pero ya estoy con notas de voz, y con cosillas, y aunque no sé cuánto tardaré en hacerlo, ya tengo ganas de empezar a jugar otra vez. Pero como no hay fecha de edición, ni un sello que me la ponga, cuando tenga que llegar, llegará… al ritmo natural de la creación, que es un lujo que he decidido permitirme.

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