Javier Armentia (astrofísico y comunicador científico)

Eclipse: ensayo general

Si las nubes lo permiten, este sábado se podrá observar un eclipse parcial de Sol, una especie de ensayo para el espectáculo que supondrá este mismo fenómeno, pero con carácter total, el próximo 12 de agosto de 2026. Para observarlo, hay que tomar serias precauciones.

Dos personas observan en Iruñea el eclipse parcial de sol de 2021.
Dos personas observan en Iruñea el eclipse parcial de sol de 2021. (Eduardo SANZ | EUROPA PRESS)

Antes, cuando un suceso astronómico tenía relevancia en nuestra comunidad foral, desde el Planetario de Pamplona enviábamos una nota de prensa con información, organizábamos actividades y convocábamos a la ciudadanía, porque hemos estado siempre convencidos de la importancia de mirar al cielo y de preguntarnos por nuestro mundo.

Ahora son otros tiempos sin Planetario en Pamplona, pero me mueve el mismo afán: no perder la oportunidad de que la ciencia tenga presencia y voz, especialmente cuando las circunstancias son propicias... Y esto es lo que sucede este sábado: la Luna se paseará por delante del Sol (un poquito solamente) en un eclipse parcial que nos sirve de ensayo general para lo que va a suceder el año que viene, cuando el 12 de agosto de 2026 la Luna oculte por completo nuestra estrella y se haga en un momento de noche total.

Los eclipses han fascinado siempre a todas las culturas, porque eso de que en pleno día se haga de noche siempre sorprendió y hasta atemorizó a la gente. Pero es todo cosa de mecánica celeste, de cómo se mueven en el cielo el Sol y la Luna y los demás planetas marcando una especie de reloj cósmico que nos ha permitido a los humanos disponer de calendarios, de orientaciones y de relojes. De vez en cuando, nos cuenta la astronomía, la Luna oculta al Sol, y otras veces es la Tierra la que oscurece durante unas horas a la Luna. Los eclipses se pueden calcular y se hace desde hace más de 20 siglos, así que no podemos usar como excusa que no lo sabíamos para tenerlos en cuenta.

Lo que pasa es que no siempre se ven desde un cierto lugar de la Tierra. A pesar de que hay entre dos y siete cada año, solamente en algunas regiones de nuestro planeta se pueden observar, especialmente los de Sol. Y no deja de tener cierta lógica: el Sol y la Luna son dos cuerpos radicalmente diferentes. El primero es nuestra estrella, con millón y medio de kilómetros de diámetro. La otra es nuestro satélite, con un diámetro de menos de 3.500 kilómetros, cuatrocientas veces más pequeña que el Sol, pero cuatrocientas veces más cerca, así que su tamaño es similar.

Por eso suceden los eclipses. También porque la órbita de la Tierra en torno al Sol y la de la Luna alrededor de la Tierra están casi en el mismo plano, separadas solamente 5 grados. Si estuviéramos en el mismo plano, cada mes tendríamos un eclipse de Sol (coincidiendo con la luna nueva) y un eclipse de luna (en el plenilunio). Pero al estar algo separados, a veces la Luna pasa por encima o por debajo del Sol y no nos enteramos.

Fases de un eclipse solar total visto desde la Isla de Pascua. (Jaime IZQUIERDO / EUROPA PRESS)

Quizá por esa razón el más sabio de los siete sabios de Grecia, como se conocía a Tales de Mileto, que vivió entre el siglo séptimo y el sexto antes de nuestra era, tuvo tanto trabajo al predecir el primer eclipse el 28 de mayo del año 585, que coincidió además con una batalla. Tales les convenció, por aquello del fenómeno, de que dejaran de pelear y firmaran un armisticio. También en China sabemos que un eclipse generó en aquella época un juicio porque quienes deberían haberlo predicho se habían emborrachado. En estos miles de años, los eclipses han ido acumulando historias que nos recuerdan cómo han impresionado siempre esos momentos en que se hace de noche en pleno día.

Eclipse parcial o eclipsito

No va a ser este el caso el sábado. Se trata de un eclipse solar parcial: la Luna pasa por delante del Sol, pero solo oscurece una parte de su disco. Visto desde Navarra, en el momento de máximo eclipse, un 20% del Sol quedará desaparecido, una especia de uña en la parte superior que va a provocar que el Sol esté menos luminoso que otras mañanas. Pero no se hará de noche ni se verán las estrellas, como sucede en los eclipses totales.

Este eclipse parcial se ve en una región del mundo que cubre principalmente Groenlandia y el Norte de Canadá y el Atlántico norte, pero también la región occidental de Europa. Dependiendo del lugar, la hora del máximo cambia, pero podemos tomar como referencia las 11:46 como el momento de mayor eclipse.

Este se iniciará cuando la Luna comience a pasar por delante del Sol, según miremos el disco solar desde la parte superior derecha, sobre las 10:54. Irá pasando por delante hasta el final del eclipse, cuando el Sol solamente tendrá ocultada la parte superior izquierda de su disco, a las 12:39. (Las horas varían un poco dependiendo del lugar geográfico. Recomendamos las páginas del Observatorio Nacional, del Instituto Geográfico Nacional, como referencia para las efemérides. Igualmente en diversas páginas y aplicaciones uno puede tener los datos locales, no olvidemos que el cálculo preciso de los eclipses tiene ya cientos de años de tradición, no es algo que sea poco preciso...)

Observación segura

Mirar directamente al Sol es MUY PELIGROSO. Lo hemos puesto en negrita porque, por mucho que se repita, es poco. La tentación de mirar al Sol sin protección durante un eclipse es la mayor causa de daños oculares relacionados con la observación astronómica.

El año pasado, cuando hubo un eclipse total de Sol recorriendo Estados Unidos el 8 de abril de 2024, aunque se había anunciado y avisado por las autoridades y los medios de comunicación, hubo muchas asistencias sanitarias a personas que, a pesar de todo, no habían tenido en cuenta que nunca se debe mirar al Sol directamente, ni siquiera con gafas de sol o con una radiografía.

Una encuesta posterior reveló que una tercera parte de la población desconocía el peligro de mirar directamente al Sol. En las entradas de Google de ese día y siguientes, el máximo de búsquedas en la región por donde se veía el eclipse estaba relacionado con qué hacer cuando te duelen los ojos. Lo había provocado una observación inadecuada.

Fase intermedia del eclipse solar total del pasado 8 de abril de 2024 en Estados Unidos. (Michael PALMER / EUROPA PRESS)

Por eso es importante disponer de unas gafas o protectores específicos homologados para eclipses, que se pueden encontrar en algunas ópticas y en comercios relacionados con la astronomía. Como decíamos, ni las radiografías, ni los negativos de película velados (si es que conservan alguno) son suficiente protección. Los vidrios de gafas de soldador del número 14 o superior son también adecuados.

En todos los demás casos, lo más adecuado es no mirar directamente al Sol (y menos con un instrumento óptico como un telescopio, prismáticos o teleobjetivos, que son aún más peligrosos, a no ser que estén provistos de un filtro especial). Se puede proyectar la imagen del Sol en una superficie. Por ejemplo, podemos hacer una rudimentaria cámara oscura con una caja de zapatos en uno de cuyos lados haremos un pequeño orificio, que actuará como objetivo, y proporcionará una pequeña imagen del Sol en el lado contrario.

Dispositivos como esta caja oscura son sencillos de hacer y suponen una estupenda actividad para realizar con niñas y niños. Por ejemplo, en el Colegio de Educación Infantil y Primaria “Blanca de Navarra”, de Lerín, esta semana el Ayuntamiento ha impulsado unos talleres en los que el alumnado ha podido aprender sobre los eclipses y además realizar estos proyectores para observarlo de manera segura. Ellas y ellos se han convertido, además, en prescriptores para informar a sus familias de cómo observar el eclipse de este sábado.

Observar con detalle o como juego

En el caso de que se desee ampliar la imagen del Sol para ver los detalles de su superficie, dado que actualmente presenta muchas manchas y regiones activas porque está en su máximo de actividad, necesitamos usar un tipo de filtro específico para instrumentos ópticos que, una vez más, debemos buscar en tiendas especializadas y con sellos de homologación. Quienes recuerden haber jugado con una lupa y la luz del Sol para quemar un papel podrán entender la importancia de no exponer nuestro ojo al mismo poder de concentración de una lente.

Los telescopios de los aficionados a la astronomía pueden incorporar filtros especiales para seleccionar la radiación solar y, de esta manera, limitar su poder energético: gracias a ellos podemos tener una observación segura y además disponer de mucha información sobre la fotosfera aprovechando el fenómeno. Por supuesto, se recomienda en estos casos una asistencia de una persona experta.

Un pequeño juego durante un eclipse es convertir una espumadera en un proyector solar. Normalmente, cuando exponemos una espumadera al Sol, se proyecta en el suelo o la pared una serie de circulitos que, realmente, son pequeñas imágenes del Sol.

La Luna cubre el Sol en la ciudad mexicana de Mazatlan. (Eduardo RESENDIZ / EUROPA PRESS)

Durante un eclipse podemos fijarnos en que los circulitos no son tales, sino que muestran esa uña que tapa la Luna del disco solar. Lo bueno de esta diversión es que es segura porque lo importante, lo recordamos de nuevo, es no mirar al Sol. Volvemos a recomendar que lo mejor es protegerse del Sol. No es broma. Y esto nos permite recordar que también debemos tener en cuenta que el Sol quema la piel, así que no estaría de más usar sombreros o gorras y, si vamos a estar viendo el Sol toda la mañana, usar protección dermatológica homologada.

Por supuesto, evitemos mirar al Sol directamente. Si tenemos dudas o no disponemos de posibilidad de mirar la imagen del Sol proyectada (llegado el caso un árbol proporciona a través de sus hojas un buen proyector de la imagen del sol en el suelo, como la espumadera), es mejor contentarnos con ver a través de las redes las imágenes que, seguro, irán llegando a lo largo de la mañana de este sábado.

 

Actividades organizadas

Aprovechando dicho eclipse, varias asociaciones astronómicas de Euskal Herria han organizado diversas actividades relacionadas con este fenómeno, así como observaciones públicas, cuya realización va a depender en gran medida de las condiciones climatológicas.

Así, la Agrupación Navarra de Astronomía y la red Astronavarra realizarán diferentes observaciones de carácter público en la explanada del Planetario de Iruñea, en el Parque Fontellas de la misma localidad navarra y en el Mirador de la Peña de Lerin, todas ellas este sábado.

En Donostia, la sociedad Aranzadi ha organizado en una de sus salas, a partir de las 10.00, una charla explicativa sobre eclipses y, posteriormente, a las 11.00 habrá una observación pública en el exterior de su sede. Caso de que las nubes lo impidan, se hará una actividad interior. También se venderán gafas especiales para observar el eclipse y un libro sobre el fenómeno.

Por último, la Asociación Astronómica de Enkarterri Betelgeuse ha preparado una charla para este viernes a las 19.00 en la Casa de Cultura de Balmaseda, bajo el título «Sol, Tierra, Luna y sus eclipses», impartida por Natxo Etxebarria. El sábado, en la Plaza Euskadi de Zalla, está prevista una observación pública a partir de las 10.45.