16 FEB. 2019 - 00:00h De Gaintxurizketa a Irun por la vertiente Sur del Jaizkibel Un paisaje en el camino. Jesús Mª Alquézar En el extremo oriental de Gipuzkoa, entre el puerto de Pasaia y el cabo de Higer (Hondarribia) se desarrolla una cadena montañosa costera, el monte Jaizkibel, con diferentes sectores. Tres son las vertientes: la norte o litoral, escenario natural y salvaje de excepción; la del cordal cimero, humanizada con una soberbia carretera turística (delicia de los ciclistas) y también montañera por la ruta de los torreones con la cima; y la sur, que nos ocupa, una ladera uniforme e inclinada, cubierta de bosque, en su parte superior de coníferas y en la inferior de especies autóctonas. En medio, un ancho camino carretil-pista –que utilizan los peregrinos a Santiago– la recorre uniendo Donibane con Guadalupe. A lo largo de éstos últimos años hemos descubierto el monte Jaizkibel con diferentes entregas por sus «cuatro costados», destacando siempre su alto valor paisajístico. Esta travesía de montaña, con mucho contenido histórico-cultural, está muy bien comunicada por transporte público en sus puntos de salida y llegada con el Euskotren (topo) que nace en la estación de Amara de Donostia. Desde «el topo» en Gaintxurizketa Desde la estación del topo en Gaintxurizketa, punto de partida de la caminata, el excursionista cruzará las vías paralelas del topo y Renfe y seguirá por una estrecha carretera de ambiente rural, entre caseríos, prados y tierras de labor, que desemboca en la carretera local de Lezo. Tras cruzarla, continuará hacia la alargada montaña de Jaizkibel, enfrente, por una pista cementada con indicación «Jatetxe Elortegi» que, sin posibilidad de error, asciende fuerte hasta un depósito de aguas y la pista principal, donde las flechas amarillas del camino de Santiago son la referencia. Seguirá ahora el deportista la pista arenosa hacia el oriente (dcha), hacia la bahía de Txingudi, dejando siempre las pistas secundarias que aparecerán en diferentes lugares, a izda y dcha. El recorrido es un capricho para el senderista. En un principio se encuentra sumergido en exuberante flora hasta situarse en una encrucijada de caminos con señaléticas, donde nace la senda por el espolón central y directa a la cima. Soberbio paisaje Siempre por la pista central, y tras cruzar una fuente, la montaña se despeja y ofrece un soberbio paisaje con las montañas del interior, el corredor del Txingudi, con Irun, Hondarribia y Hendaia, la desembocadura del Bidasoa y el litoral atlántico hasta Las Landas. En suave ascenso primero y descenso después, el montañero alcanzará Guadalupe, un conjunto histórico que merece el empleo del tiempo para una visita: su santuario (S. XIX, donde se venera una de las 7 vírgenes de color de Gipuzkoa), su inmortal y clásico merendero, su fuerte (con su camino de circunvalación) y su elegante mirador sobre la bahía de Txingudi y más. Después el caminante tomará el carretil que nace tras la fuente hacía Irun, internado en el bosque y aún por terrenos municipales de Hondarribía. Las marcas amarillas serán el hilo conductor que evita dudas en diferentes puntos de la bajada. Escenario de campiña, muy divertido, con bellas vistas hacia todos los rumbos. La pista desemboca en estrecha carretera rural, llega a la afamada ermita de Santiagotxo (Siglo XV) que ofrece una magnífica panorámica del itinerario completado, y en breve, inclinándose a la dcha,el senderista penetrará en las marismas de Jaizubia. Un camino habilitado confluye en un puente que atravesándolo acerca al excursionista a las cercanías de Irun para, en el Paseo de Colón, en la estación de Euskotren, finalizar esta recomendable travesía.