23 MAR. 2019 - 00:00h Zarautz-Zumaia, con visita a San Anton San Anton. Jesus Mª Alquezar La costa guipuzcoana tiene un filón de rutas que permiten disfrutar de la orografía, con excursiones senderistas que no dejan indiferentes a nadie. Son recorridos lúdicos de alto valor paisajístico, y es que la comunión de la tierra y el mar con sus contrastes ofrecen unos resultados de fantasía. Una originalidad es el recorrido Zarautz-Zumaia, por Getaria y Askizu, pero con la novedad de visitar en su totalidad el monte San Antón, el célebre ratón de Getaria, que se omite por la mayoría de los excursionistas. Para facilitar y enriquecer la marcha, los aficionados tienen como ayuda las balizas del camino compostelano. Para los que se acerquen a Zarautz en el Euskotren, desde la estación deben atravesar toda la villa hacia occidente, hasta la iglesia parroquial de Zarautz, Santa María la Real, del siglo XV, situada en la salida hacia Getaria. Santa Bárbara, mirador incomparable Continuará el aficionado unos metros por la carretera a Meagas, y bifurcará a la dcha (balizas rojiblancas de la vuelta a Gipuzkoa y Talaia bidea) para encarar la fuerte pendiente de la antigua calzada que se acerca hasta la ermita de Santa Bárbara, mirador incomparable sobre Zarautz. Están los caminantes en la «ruta del txakoli» que surca un tramo panorámico, superando diferentes y afamadas bodegas del caldo vasco, ya sobre asfalto (flechaje amarillo de la vía de Santiago y blanquiamarillas del PR GI-32, tales como Txomin Etxaniz, Amestoy, Gurutze o Aizpurua hasta alcanzar la carretera a Garate Gain y Meagas (GI 3391) que se sigue hacia Getaria. Por variante a la izda, desde el cementerio y la txakolineria Akarregi txiki se alcanza el núcleo central del pueblo. Desde aquí la propuesta es visitar la localidad y el monte San Anton, la silueta del ratón, denominación que tanto molestaba a Oteiza dado que para él se asemeja más a una ballena varada en la costa. El monte San Anton, que hace 300 años era una isla y que está unido al centro por un tómbolo, es un precioso parque natural que conserva una gran variedad de plantas y arbolado, que se recorre por diferentes alamedas en un itinerario de circunvalación, pasando primero por el faro y alcanzando a continuación la cima, con construcción refugio, conocido como Katxapo (antaño aquí había un castillo) e índice geodésico, y que ofrece una incomparable vista del golfo de Bizkaia. Elkano, en la plaza de Getaria Es imprescindible, después, visitar el pueblo. La escultura de Elkano es referencia. Hijo predilecto de Getaria, fue el primer marino en dar la vuelta al mundo, desde 1519 y durante tres años. Ahí está el puerto y su monumental templo religioso gótico de San Salvador, con su atractivo pasadizo de Katrapona. Las flechas amarillas del «camino» sacan al senderista de Getaria camino de Askizu por otra calzada de 800 m que desemboca en la GI 3392. Tras visitar la señalizada ermita de San Prudencio (en ida/vuelta) se deja la carretera antes de la última «aldapa», a la izda, para descansar en la plaza de Askizu junto a la iglesia de San Martin de Tours, joya del gótico rural vasco que abraza los diseminados caseríos en un escenario de campiña. Por el caserío Agote haundi, el camino conduce al caminante por una vertiente con viñedos hacia Zumaia, descendiendo bruscamente, dominando el océano, hasta la N 634 a la altura del museo Zuloaga. Es recomendable visitar la medieval villa antes de volver a la estación, donde numerosos trenes y buses llevaran de nuevo al deportista hacia sus destinos o a Zarautz, inicio de esta atractiva sugerencia deportivo-histórico-cultural, si allí se tiene aparcado el automóvil.