15 FEB. 2021 - 00:00h A Loizate desde Goizueta: Ruta de los Cromlechs Por el camino de los cromlech. NAIZ Merece el esfuerzo de llegar a la cima del monte Loizate desde Goizueta, a través de una ruta que desde el valle del Urumea llega a los altos cordales repletos de monumentos megalíticos-túmulos y cromlechs con un itinerario circular, de amplios horizontes. Desde la plaza de Goizueta, por la calle donde está la CAN-Agrobank y a la izda, se inicia una fuerte subida cementada que llega por el caserío Ilunbe hasta Ferminenea, donde a la derecha nace la senda montañera que gana altura sin contemplaciones para alcanzar un grupo de caseríos donde destaca Artantxu. Con una aska y fuente como referencia, se sigue a la izquierda entre alerces para alcanzar monte despejado, donde comienzan a aparecer los numerosos y diferentes monumentos señalizados que nos acompañarán durante toda la jornada. Comenzarán a aparecer bandas amarillo-azules que marcan el recorrido y pueden servir de ayuda, aunque con días despejados la orientación es lógica en una orientación decidida al Este. El excursionista camina teniendo a la izquierda un profundo barranco y por la vertiente opuesta se desarrolla el retorno por donde se cerrará el círculo de esta sugerencia. Por la ruta de los túmulos y cromlechs Siguiendo la ruta de los túmulos y cromlechs, (Atsemegi, Eneko Elorrieta...) los montañeros ascenderán a las primeras herbosas y redondeadas cimas de este hermoso sector y se pisarán más cotas, en continua subida, donde destacan algunos preciosos y conservados cromlechs: Arramaleta beko y Goiko kaskoak, Mendibilla y Amonamotzeko, como ejemplo, desde donde se divisa, aún en la engañosa lejanía, el Loizate, el primer mil de los altos cordales del Urumea, antes de entrar a los del Bidasoa, y punto clave en la antaño tradicional Travesía que desde Goizueta se une a Arantza-Zubieta-Sunbilla. El poco desnivel sirve para alcanzar fácil y rápidamente la cima de Loizate con índice geodésico y buzón y que ofrece un amplio horizonte de montañas y cordales, desde el mar hasta el interior, en un juego de reconocimiento y situación. La segunda parte del viaje es retornar a Goizueta. Para ello volverán los deportistas sobre sus pasos, pero en esta ocasión evitando las cimas por sendas que las circunvalan hasta el punto Arramaletako kaskoa, donde se sitúa el conjunto de los mejor conservados y perfectos cromlechs, un capricho para fotografiar. Desde aquí hay que tomar los cordales de la derecha con las balizas azul-amarillas, (Bordatxuriko bizkarra), lógicos ahora en clara dirección NW/W, para dominar de inmediato la vertiente paralela por donde se ha llegado hasta aquí en el ascenso. En suave diente de sierra, se alcanzan las ruinas de Kapelugorriko borda. En el collado Espide hay que optar preferentemente por las suaves cimas, Elorrietako, Biminttueta y Gorosketako o bien por el destrozado camino, ahora pista a la izquierda que, aunque más rápido para llegar a Goizueta y paralelo al profundo barranco, ha perdido belleza. Sin embargo por el cordal despejado llegarán los montañeros hasta el final de la excursión a 2 kilómetros de la localidad, a la altura de la ermita San Antón. Por la carretera finalizarán esta exigente travesía montañera en Goizueta.