26 MAR. 2021 - 17:29h La evolución de Europa aboca al pesimismo La situación de los países más cercanos a Euskal Herria ante este último repunte resulta, cuanto menos, complicada. Algunos de ellos, como el Estado Francés o los Países Bajos tienen ya muy complicado elevar el nivel de restricciones. Incidencia acumulada en la UE. Aritz Intxusta Redactor de actualidad Euskal Herria no se comporta como una isla. El virus está creciendo en toda Europa sin que ningún país acierte a bajar la incidencia. Por una vez, el punto de partida es mejor en el Estado español que en el de la mayoría de sus vecinos. Solo Portugal, que apostó por una desescalada muy lenta, parece tener la situación contenida, con una línea de contagios prácticamente plana. En Alemania, hasta ahora referente a la hora de contener el coronavirus, la canciller Angela Merkel no ha conseguido endurecer las medidas tanto como hubiera querido y ha tenido que echar atrás su anuncio de un confinamiento estricto para Semana Santa. Se le han echado encima varios Länder y parte de su propio partido. Su curva está en ascenso a un nivel más agudo a la del Estado español. Con todo, el nivel de restricción de Alemania no es comparable a las que imprime Madrid, allá las restricciones afectan hasta a los colegios. En el Estado Francés las medidas no están funcionando. El problema, además, es doble. De un lado, el virus no se doblega pese a toques de queda a media tarde y el cierre total de la hostelería en los Departamentos con la situación más deteriorada (entre los que no se incluye Ipar Euskal Herria). Del otro lado, el Hexágono tiene una prevalencia relativamente alta de variantes con la mutación Erik (brasileñas o sudafricanas). Alcanzan un 4,8% de los casos y son más resistentes a las vacunas. En la región de Moselle llegan al 38%. Italia, UK y Países BajosItalia, país católico donde la Semana Santa tiene arraigo, ha decidido cortar por lo sano y ha cerrado todos los bares (salvo pedidos a domicilio) y ha prohibido la movilidad territorial. El Gobierno, para los días festivos, uniformizará al país en cuanto a restricciones elevándolas al rango más alto, el rojo, independientemente de que hay regiones en mejor situación que otras. Lo positivo de Italia es que en las últimas dos semanas la curva parece descender tímidamente. Y lo negativo ,que parte de una situación hospitalaria ya bastante comprometida, con más de un 30% de las UCI ocupadas. De otra parte, el problema de las variantes no es tan grave en Italia, por ahora. La británica está en el 30%. Los Países Bajos viven una situación muy difícil. Los contagios no paran de crecer de forma exponencial desde el 11 de febrero. Y poco más pueden hacer. Desde octubre, los bares están cerrados y, antes de las navidades, el país inició otro confinamiento. Tan grave es la situación que se ha intervenido el mercado del alquiler para evitar abusos en cuanto a los precios o desahucios. Usando la incidencia acumulada A a 7 días (que es la que usan allá), los Países Bajos registraron una ratio ayer de 422 casos por 100.000, frente a los 108 del Estado español. Ya fuera de la UE, Reino Unido consiguió una bajada espectacular desde el 9 de enero, cuando alcanzó un pico de 881 en IA a 7 días. Su incidencia ayer era diez veces menor que la de aquel día. Sin embargo, lleva plano desde inicios de marzo, cuando la mejoría, pese a la vacunación, se detuvo.