10 SET. 2023 - 22:10h Hombre, adinerado y en zona de mar, perfil principal de enfermo de cáncer de piel El melanoma se convertirá en 2040 en el segundo tumor en incidencia global, pero ¿qué relación guarda con la posición socioeconómica? ¿Y con el género? Un estudio en Canadá ha obtenido conclusiones relevantes. Los hombres son más reacios que las mujeres a la protección solar. (Getty) NAIZ Las tasas de melanoma, una forma mortal de cáncer de piel, han ido en aumento en todo el mundo. Se estima que en 2040 se convertirá en el segundo tumor en incidencia global y el primero en incidencia en varones, por delante del cáncer de colon y el de pulmón, según los últimos datos de la Fundación Piel Sana, de la Academia Española de Dermatología y Venereología. Pero ¿qué relación guarda la incidencia de esta enfermedad con la posición socioeconómica de los afectados? Ahora, un estudio de la Universidad McGill (Canadá) ha concluido que los hombres, las personas adineradas y los residentes en zonas de mar tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de piel. El objetivo del estudio era examinar por qué los habitantes de las regiones atlánticas del país tienen más riesgo de desarrollar melanoma que el resto de los canadienses. Los investigadores compararon la exposición a los rayos UV y los comportamientos de distintos grupos del Canadá atlántico en función de los ingresos, la educación y el sexo, entre otros factores. El estudio ha revelado que las personas con ingresos más elevados presentaban un mayor riesgo de melanoma. Entre los factores de riesgo que contribuyen a ello se encuentran un mayor número de quemaduras solares a lo largo de la vida, el uso de cabinas bronceadoras y estar bronceado. Del mismo modo, los individuos con estudios universitarios presentaban mayores tasas de exposición solar recreativa, pero eran menos propensos a utilizar cabinas solares. «Se sabe que un nivel socioeconómico más alto se asocia con más vacaciones en climas soleados y bronceado recreativo, lo que probablemente impulsa en última instancia la incidencia del melanoma en esta población», destaca el doctor Ivan Litvinov, profesor asociado del Departamento de Medicina y jefe de la División de Dermatología de la Universidad McGill. Sin embargo, el estudio también demostró que las personas que ganan menos de 50.000 dólares al año tienen más probabilidades de trabajar al aire libre y exponerse al sol en el trabajo, lo que las expone a un mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel. Según los investigadores, estos resultados plantean que las políticas de protección de los trabajadores al aire libre contribuirían a reducir el riesgo de melanoma. Más reacios a protección Al observar las diferencias entre hombres y mujeres, los investigadores descubrieron que las mujeres se exponían menos al sol y practicaban más la protección solar en comparación con los hombres. Los hombres eran más propensos a declarar más quemaduras solares a lo largo de su vida, así como una exposición al sol ocupacional y recreativa. También presentaban tasas más elevadas de melanoma y otros cánceres de piel. Sin embargo, las mujeres tendían a llevar menos camisas de manga larga y frecuentaban más las cabinas solares. Según los investigadores, estos comportamientos podrían explicar los resultados de un estudio anterior, según los cuales las mujeres son más propensas a desarrollar melanoma en las extremidades. En cuanto a la prevención del cáncer de piel, el estudio reveló que los hombres expresan creencias más negativas que las mujeres sobre el uso de protección solar. En consonancia con esto, las mujeres se mostraban más preocupadas por los lunares nuevos y eran más propensas a pedir consejo médico a un médico de familia. Los investigadores afirman que estas pautas de comportamiento pueden explicar la menor incidencia y mortalidad general del melanoma en las mujeres. La importancia de conocer Los resultados también muestran que las personas que viven en las comunidades de mayor riesgo de PEI y Nueva Escocia tenían más quemaduras solares y exposición al sol en comparación con las personas de regiones como Terranova y Labrador. Sorprendentemente, quienes vivían en estas comunidades de alto riesgo también tenían más conocimientos sobre protección solar y concienciación sobre el melanoma. «Para prevenir el cáncer de piel, muchos canadienses necesitan realmente actuar sobre la base de los conocimientos que ya tienen. Aplicarse protección solar es una de las formas eficaces de prevenir el cáncer de piel», afirma el doctor Litvinov. Según los investigadores, las medidas de salud pública destinadas a reducir el cáncer de piel deben adaptarse a grupos demográficos específicos. «Hay que transmitir un mensaje de protección solar distinto a un joven soltero que a una madre de tres hijos», afirma el doctor Litvinov. «Los gobiernos también tienen un papel directo que desempeñar en la lucha contra las crecientes tasas de melanoma. Se calcula que la carga económica que supone el cáncer de piel para el sistema sanitario canadiense podría ascender a mil millones anuales de aquí a 2030», añade. «Canadá debería seguir los pasos de muchos países que han eliminado el impuesto sobre las ventas de protectores solares para fomentar su uso», concluye.