De aquellos juguetes de madera, que en 1918 comenzaron a fabricarse en una carpintería de Dinamarca regentada por Ole Kirk Christiansen, a convertirse en la compañía juguetera con más ventas del mundo. La irrupción del plástico, un sistema de enganche que permitía ensamblarlos en toda clase de combinaciones y sus llamativos colores permitieron a los legos abrirse camino apoyados por esa fama de juego que contribuía a desarrollar la creatividad de niñas y niños. Con los legos pasa como con casi todo, o te gustan o no. Hay chavales que no los soportan y adultos que los adoran porque el artilugio ha terminado conquistando no solo el territorio infantil, sino el de los mayores. Y sí, hay colecciones y productos orientados a todas las edades. Y es que los legos son material escolar, han inspirado películas y series de televisión... y el negocio se ha ampliado en una cadena de parques temáticos como este de Dubai que aparece en la imagen. Más de 20 millones de ladrillos Lego están en Miniland, donde Legoland Dubai ha recreado monumentos famosos de los Emiratos Árabes Unidos y Oriente Medio, incluidos algunos de los más significativos, como el rascacielos más alto del planeta Burj Khalifa; el hotelazo Burj Al Arab de 321 metros de altura o la Gran Mezquita Sheikh Zayed. El parque cuenta con 15.000 estructuras formadas por más de 60 millones de ladrillos, más de 40 juegos interactivos, espectáculos y atracciones. La primera parada de la visita es en la fábrica, donde se puede ver cómo empezó todo. En otras zonas se pueden construir vehículos con las famosas piezas y hasta montarte en ellos, pero seguro que también hay una parada en la tienda.