Gotzon Uribe
MÚSICA

Meshell Ndegeocello

La aclamada multiinstrumentista, cantante, compositora y productora Meshell Ndegeocello, ganadora de un premio Grammy, publica nuevo disco, “The Omnichord Real Book”, un álbum visionario y profundamente influenciado por el jazz que marca el comienzo de un nuevo capítulo en su carrera. Tras su álbum de versiones “Ventriloquism” de 2018, Meshell regresa con un disco de material original que aglutina un amplio espectro de sus raíces musicales.

Producido por el saxofonista Josh Johnson, encontramos a algunos de los colaboradores frecuentes de Ndegeocello, como el propio Johnson, el teclista Jebin Bruni, el guitarrista Chris Bruce y los bateristas Abe Rounds y Deantoni Parks. También aparece en varias canciones un increíble elenco de músicos que incluye al guitarrista Jeff Parker, el vibrafonista Joel Ross, el trompetista Ambrose Akinmusire, la arpista Brandee Younger, el batería Mark Guiliana, el bajista Burniss Travis II, los teclistas Julius Rodriguez, Corey Henry y Jason Moran, y los vocalistas Joan As Police Woman, Sanford Biggers, Hanna Benn, Thandiswa y los HawtPlates (Justin Hicks, Kenita-Miller Hicks y Jade Hicks).

Ndegeocello afirma que intenta crear composiciones para que los músicos disfruten tocando y que sean lo suficientemente abiertas como para que puedan explorar realmente los contornos rítmicos, armónicos y melódicos de la música. «Me encanta la interacción musical, el juego entre los músicos», afirma. «Es una experiencia divina. Tocando música es uno de los pocos espacios en los que me siento sin género ni raza. Y, cuando el público puede bailar, moverse y experimentar mientras tocamos en directo, siento que tengo el deber de corresponderles».

El título del álbum procede, en parte, del omnichord, un instrumento electrónico que produce un intrigante timbre de arpa. El guitarrista Chris Bruce le regaló uno a Ndegeocello durante la pandemia, mientras ella trabajaba en varias partituras para televisión. Sin embargo, componer tanto en el ordenador empezó a pasarle factura. «Me di cuenta de que trabajar con el ordenador empezaba a bajarme el ánimo», explica Ndegeocello. «El omnichord me permitió elaborar melodías e ideas sin tener que mirar la pantalla. Llevo trabajando con ordenadores desde mi cuarto disco. Quería dejar de mirar la música y limitarme a tocar y escucharla».

El sonido del omnichord abre el álbum con “Georgia Ave”, un homenaje sonoro a una vía principal que atraviesa la ciudad de Washington de norte a sur. Muchos negocios y restaurantes de propietarios afroamericanos salpican la popular calle, al igual que el campus de la Universidad Howard.

La canción en sí rebota con un ritmo enérgico que alude al go-go, la música autóctona del distrito, mientras se fusionan enjambres de riffs de órgano, percusión y líneas de guitarra con sabor a África occidental articulando a la perfección el ambiente de diáspora africana que caracteriza a la mencionada calle.

 



Sigur Rós

El nuevo álbum de estudio de Sigur Rós en diez años es su disco más íntimo hasta la fecha. Pocos grupos se abren paso entre el ruido y las distracciones del mundo para ofrecer un sentimiento elemental y puro. Hay un nuevo empuje en la banda que viene dado por la nueva formación. El multiinstrumentista Kjartan Sveinsson vuelve tras abandonar el grupo en 2012, para unirse al líder Jónsi y al bajista Georg Holm. Grabado en varios continentes -en el estudio Sundlaugin que tienen en Islandia, en el legendario Abbey Road en Londres y en varios de Estados Unidos-, se inclina hacia lo orquestal y contiene los elementos que ha hecho de Sigur Rós una gran banda.