LETICIA ORUE
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Tacito: el arte de la bisagra se convierte en poesía funcional

Hay muebles que simplemente se abren y se cierran. Y luego está Tacito, el aparador diseñado por Alessandro Stabile para la firma italiana Medulum, que eleva el gesto de abrir una puerta a un pequeño ritual estético. Presentado como una pieza escultórica en la Semana del Diseño de Milán, Tacito reinterpreta la noción de bisagra desde un lugar completamente inesperado: el de la ausencia visible.

Inspirado en el lenguaje de la arquitectura racionalista italiana, Tacito se presenta como un bloque monolítico de madera con líneas limpias y sobrias. A primera vista, no hay tiradores ni bisagras evidentes; la pieza parece sellada, casi secreta. Pero basta un leve gesto para que las puertas revelen su mecanismo: una articulación de madera en forma de espiga que permite que el panel se abra con fluidez, casi en silencio. De ahí su nombre: “tácito”, como lo que ocurre sin palabras, con naturalidad, con discreción. Técnicamente, esta bisagra oculta se convierte en el corazón del diseño. Stabile ha desarrollado un sistema donde la apertura se integra visualmente con la estructura, evitando cualquier componente metálico o añadido superfluo. Toda la pieza está construida en madera maciza, con una atención extrema al detalle y a las proporciones. El resultado es un mueble que parece simple, pero que esconde una complejidad geométrica sutil, casi matemática.

El uso de la madera, con su veta visible y su calidez intrínseca refuerza esa sensación de objeto sereno, que invita al tacto y a la contemplación. Disponible en diferentes tipos de madera y acabados, Tacito puede asumir tonos claros, casi nórdicos, o bien oscurecerse hasta parecer una escultura brutalista. En los dos casos, su presencia es elegante, contenida y poderosa. Más allá de su destreza técnica, lo que conmueve de Tacito es su poética. En un mundo saturado de soluciones híper tecnológicas, este aparador apuesta por una vuelta a lo esencial: abrir una puerta como quien despliega una idea. En casa, encajaría como una pieza protagonista, ideal en un salón o un recibidor donde la forma importa tanto como la función. No necesita estridencias para destacar; su encanto está en ese gesto callado, en esa bisagra invisible que transforma lo cotidiano en algo un poco mágico. https://www.alessandrostabile.com/



Hiro

Céramique es la nueva propuesta de Ronan Bouroullec para los italianos Flos. Y, ¡ojo!, porque viene calentita. Diseñado por Manuele Perlati, Hiro no es simplemente una colección de muebles, sino una propuesta que reimagina cómo nos relacionamos con los objetos cotidianos. Pensado para espacios fluidos -hogares, oficinas, zonas compartidas-, este sistema modular combina funcionalidad, sostenibilidad y un lenguaje visual cálido y accesible. Fabricado en madera contrachapada de abedul con acabados en laminado de alta presión (HPL), Hiro se estructura a partir de formas esenciales: módulos rectangulares, uniones a la vista y superficies duraderas. El montaje es sencillo y no requiere herramientas, lo que facilita su transporte, adaptación y reutilización. El enfoque es claro: democratizar el diseño sin perder sensibilidad. Hiro ofrece un mobiliario honesto, resistente y fácilmente personalizable, pensado para acompañar las transformaciones de nuestra vida cotidiana. Desde bancos hasta estanterías, escritorios o divisores, cada módulo puede crecer, rotar o reconvertirse con naturalidad. La inspiración detrás del proyecto tiene mucho de idealismo funcional. Es mobiliario que no pretende impresionar por lo ornamental, sino por su capacidad de adaptarse. Las proporciones son equilibradas, la estética recuerda a los entornos escolares o comunitarios de los años 70, pero actualizada con conciencia ecológica y diseño contemporáneo. Colocar un módulo Hiro en casa es introducir un objeto que puede mutar con nuestras rutinas: ser banco por la mañana, mesa por la tarde, estantería por la noche. Es diseño al servicio de las personas, no al revés. https://flos.com/



¿Para cuándo el tren?

En Europa ya se diseñan estaciones y salas de espera como si fueran clubes privados silenciosos, eficientes y elegantemente iluminados. Ardo en deseos de ver lo que tenemos que diseñar al respecto. Yo confío. Las nuevas Premier Lounges de Eurostar en Bruselas y París, diseñadas por la arquitecta India Mahdavi, son una oda al confort, el color y la transición amable. Situadas en las estaciones de Gare du Nord y Bruxelles-Midi, estas salas elevan el arte de esperar, algo que en nuestro contexto ferroviario suele estar más cerca de la resignación que del deleite. Mahdavi, conocida por sus paletas de colores suaves y su dominio de las curvas, ha creado espacios que combinan luz cálida, materiales nobles (madera, latón, terciopelos) y una atmósfera acogedora donde apetece quedarse. Las lámparas recuerdan a luciérnagas suspendidas, los suelos de terrazo aportan ritmo y los paneles de madera ondulada invitan a bajar las pulsaciones antes de embarcar. ¿Nos dejará Renfe soñar con algo así? ¿Podremos imaginar estaciones de tren donde la espera sea parte de la experiencia y no un trámite gris? ¿Veremos mobiliario diseñado por creativos locales que hagan referencias a nuestra cultura y utilicen materiales del entorno? Más allá de la envidia viajera, el proyecto de Eurostar nos recuerda que el diseño también puede transformar la movilidad: convertir un trayecto en una secuencia de espacios habitables, sensibles y con identidad. Nos cuesta pensar en un equivalente aquí, donde el café con leche de máquina y los asientos de plástico siguen dominando la escena. Soñar no cuesta, y ver estas imágenes es una buena excusa para seguir reivindicando un tren digno, amable y bonito. Uno que no solo nos lleve lejos, sino que nos haga sentir bien desde el andén. ¿Por qué no convertir nuestros viajes y traslados en parte de la experiencia? Abrimos debate cuando queráis.



Tate

En un mundo donde todo cambia rápido -trabajos, casas, horarios, relaciones-, tener un sofá modular que se adapta al momento vital parece menos una elección de diseño y más una cuestión de supervivencia estética. Así nace Tate, el nuevo sistema de asientos modulares de Here & Now Studio, presentado recientemente en NYCxDesign. Con una estructura ligera de aluminio y fundas de tela removibles, Tate está pensado para acompañarte en cada mudanza, reforma, ruptura o ampliación familiar. Su diseño parte de una idea simple pero poderosa: el sofá no tiene por qué ser una pieza fija e inamovible en la sala. Puede ser flexible, transformable y, sobre todo, reconfigurable. now.studio