24 JUL. 2016 CINE «Snowden» MIKEL INSAUSTI Ya está más que confirmada la presentación de la nueva realización de Oliver Stone en Donostia, dentro de la Sección Oficial y fuera de concurso. El dato es digno de reseñar, porque, aunque se trata de la séptima visita del cineasta estadounidense a Zinemaldia, va a ser la primera en que su película se proyecte en la Oficial, pues las anteriores pudieron verse en el Velódromo y en Zabaltegi. El arranque de esta 64 edición coincide con la fecha del estreno de “Snowden” en los EEUU, anunciado para el día 16 de setiembre. En el Estado español, la distribuidora Vértigo Films quiere tenerla ya en los cines a partir del 7 de octubre. La distribución internacional corre a cargo de Wild Bunch y en los EEUU, de Open Road. No se puede hablar de una producción más independiente, ya que ningún gran estudio de Hollywood ha querido adquirir los derechos de exhibición por miedo a las consecuencias políticas, y ha tenido que ser un grupo de pequeñas compañías la que se ha hecho cargo del presupuesto final de 50 millones de dólares, bastante ajustado teniendo en cuenta el tipo de repartos multiestelares que acostumbra a convocar Oliver Stone, y lo costoso del rodaje internacional en Alemania, Rusia y China. Un rodaje que tuvo que ser llevado en secreto, fuera de las localizaciones originales en el país de origen del protagonista real, en la actualidad exiliado junto a su novia en Moscú. Precisamente, el guion que ha escrito el propio Oliver Stone junto a Kieran Fitzgerald se basa en el libro sobre Edward Snowden escrito por Anatoly Kucherena, que es su abogado ruso. El cineasta tuvo que adquirir los derechos de ese material literario, junto además con los de la obra periodística de Luke Harding, “The Snowden Files”. De esta forma, se hacía con una amplía base para desarrollar un biopic en profundidad, y así diferenciar esta ficción del aclamado documental de Laura Poitras “Citizenfour” (2014), ganador del Óscar en su categoría. En efecto, son dos títulos que obedecen a planteamientos muy alejados el uno del otro, puesto que “Snowden” abarca la vida del famoso refugiado político desde que ingresó en el Ejército con 20 años, explicando cómo fue dado de baja por problemas médicos, para dos años después pasar a la NSA, redirigiendo su entrega a la patria hacia los servicios de inteligencia, gracias a un brillante futuro en el cometido de agente informático. Todavía era un personaje anónimo, hasta que a los 27 años se hizo mundialmente famoso cuando, en junio del 2013, empezó a filtrar al diario británico “The Guardian” documentos altamente secretos que dejaban al descubierto los sistemas de vigilancia masiva de los EEUU. De las interioridades de la película no se han dado filtraciones, pero hay quien ha divulgado en los medios supuestos diálogos que apuntan hacia el estilo grandilocuente que Stone emplea cuando lanza frases que considera históricas, tales como «hay algo mal en el Gobierno» o «los norteamericanos quieren seguridad, no libertad». En honor a la verdad, conviene aclarar que este proyecto no nació de Oliver Stone, sino que fue propuesto por su entorno y algunos de los colaboradores de Edward Snowden en persona, que le consideraban como el más indicado para llevar esta historia real a la dramaturgia cinematográfica. Lo cierto es que Stone estaba entregado en cuerpo y alma a su película sobre Martin Luther King, que debía protagonizar Jamie Foxx, cuando se cruzó la posibilidad de hacer “Snowden”. Su rechazo inicial a la nueva propuesta provenía de que el caso le parecía demasiado reciente, y que prefería dejar pasar un tiempo prudencial. Con todo, ha acabado encontrando en el multifacético actor Joseph Gordon-Levitt una encarnación perfecta de este hombre reclamado por el Gobierno de Washington. Le secundan Shailene Woodley, Melissa Leo, Tom Wilkinson, Rhys Ifans, Zachary Quinto, Timothy Olyphant, Joely Richardson, Nicolas Cage…