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SALUD

Pulseras de actividad: ¿realidad o ficción?


Desde hace algunos años uno de los regalos estrella de las Navidades han sido las famosas pulseras de actividad, estas pulseritas de goma que cuentan los pasos que damos y las calorías consumidas.

Un dispositivo que, según el informe publicado el pasado 2016 por el IDC (International Data Corporation), aumentaron sus ventas en un 3,1% durante el tercer trimestre de 2016, llegando a los 23 millones de pedidos y representando el 85% del mercado.

Sin embargo, cabe preguntarse si realmente estas herramientas funcionan. Como siempre, buscaremos la respuesta en la ciencia.

Y es que lo cierto es que recientemente han aparecido muchos estudios destinados a investigar la validez y la fiabilidad de estos dispositivos en cuanto a la medición de varios parámetros como son la capacidad para estimar pasos, distancia, actividad física, gasto energético y sueño.

De este modo, tenemos la revisión sistemática publicada en la revista “International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity” de 2015, que obtuvo como resultado que las pulseras de actividad tenían una mayor validez para el recuento de los pasos, pero menor validez para contabilizar con exactitud el gasto energético y el sueño. En este caso, el gasto energético resultó subestimado por cualquiera de los dispositivos analizados, así como el tiempo total de sueño y la eficiencia del acto de dormir que resultaron sobreestimados.

Otro estudio publicado este mes y titulado «¡Cuando un paso no es un paso! Análisis de especificidad de cinco monitores de actividad física» evaluó estos dispositivos durante una variedad de actividades como pueden ser el trabajo de oficina, coger un ascensor, un viaje en autobús, conducir un coche, lavar y secar platos; así como otras tareas de alcance funcional como la práctica de ciclismo de interior, ciclismo al aire libre y ejercicio en ergómetro (remo). En el recuento de pasos, todos los monitores de actividad registraron un número importante de falsos positivos por minuto durante una o más de las actividades prescritas.

Casi lo mismo advierten los resultados del estudio de 2016 que aparece en la revista “Medicine and Sciencie in Sports and Exercise”. En este caso se examinó la exactitud de algunas pulseras de actividad para estimar el gasto energético y los pasos para actividades específicas de distintas categorías de actividad como el sedentarismo, actividades del hogar y el ejercicio físico.

Todos los monitores salvo el Fitbit Flex subestimaron los pasos en un 35%-64%. Respecto al conteo del consumo de calorías, el margen de error de los mecanismos fue bajo para las actividades sedentarias o de reposo, sin embargo, este margen aumentó hasta 16 %-40% durante el ejercicio, es decir, subestimó el consumo calórico durante la práctica de ejercicio. Lo mismo ocurrió para las tareas del hogar, donde el consumo de calorías fue subestimado de forma importante salvo con el dispositivo Fitbit Flex.

De modo que, a la luz de los resultados arrojados y de la evidencia científica, la recomendación es que, si usas estos dispositivos, debes analizar los datos con cautela, ya que, aunque parece que alguno proporciona medidas más precisas de los pasos y solo bajo algunas condiciones, ni las pulseras ni ningún aparato cuentan calorías de manera real.