7K - zazpika astekaria
8 de abril: lectores de gara y naiz, en baiona

Rostros anónimos de un día histórico

Miles de personas se acercaron el pasado 8 de abril hasta Baiona para vivir y compartir un día sin duda marcado en rojo en la historia reciente de nuestro país: el desarme de ETA. La sensación de formar parte de aquel hito histórico, apoyando la labor de los verificadores de la sociedad civil, despertaba una sensación especial en el estómago de los presentes. Decenas de lectores y lectoras de nuestra comunidad atendieron la llamada de Naiz y Gara para dejar constancia, posando para nuestras cámaras, de su participación en la cita.


Sería casi imposible, si alguien pretendiera acometer tal tarea, cuantificar la cantidad de fotografías que se hicieron el pasado 8 de abril en Baiona. Miles, a la vista de las que se subieron a las redes sociales. Las expectativas e ilusiones que la ciudadanía había depositado en esa jornada igualmente difícil de olvidar tuvieron su lógico reflejo gráfico, pues las imágenes permiten dejar constancia de un hecho, congelan momentos en una época en la que el tiempo vuela más rápido que nunca. Y cobran mayor valor, precisamente, cuanto más tiempo transcurre. Conscientes de la trascendencia de ese día, GARA y NAIZ emplazaron a su comunidad a inmortalizarlo. Nuestras cámaras captaron los rostros de mujeres, hombres, niños y niñas, en definitiva, la ilusión de una sociedad que había acudido a la capital labortana a aportar su granito de arena.

sEl objetivo de la convocatoria consistía en reflejar ese día histórico a través de las personas que habían atendido a la llamada de los artesanos de la paz. Y frente a las cámaras asomaron tantas vidas como experiencias, pero muchos sentimientos en común. Como la joven que no pudo evitar recordar a su padre. Era él quien la llevaba de niña a lugares y convocatorias, en otros tiempos, en otros contextos. Y ahora era ella quien tomaba aquel testigo y estaba «donde tengo que estar». «Él me contaba tantas cosas… ahora yo podré relatar también esto porque lo he vivido», recordaba emocionada. Confesiones y vivencias personales en las que, a buen seguro, numerosas personas pueden verse igualmente reflejadas. Porque aquel día tuvo también un punto de relevo, un tránsito no solo entre momentos históricos diferentes sino también entre generaciones. Y del mismo modo en que nuestros mayores mantienen clavados en sus retinas eventos de igual calado, muchos y muchas podrán decir que estuvieron en Baiona. Por Aunque también había quién admitía no ser quizá capaz de calibrar todo lo que estaba sucediendo a su alrededor y subrayaba la importancia de la cita después para reposar y reflexionar. Junto a ellos, madres y padres acompañados por sus hijos, por sus hijas, a quienes aún no pueden explicar la magnitud del momento pero que lo asimilarán el día de mañana. Personas entradas en años, cuya hemeroteca interna añadía un archivo más en esa carpeta, cuadrillas de jóvenes que vieron el ayer y miran el mañana… Con el mismo impulso con el que abrazó la jornada, la comunidad sostuvo entre sus manos una fecha que ha quedado ya eternamente inmortalizada para no olvidarla: «2017/4/8. Gora Euskal Herria!»