7K - zazpika astekaria
CINE

«Darkest Hour»


Este filme se estrenará en nuestras pantallas de cara a la temporada navideña con el título de “El instante más oscuro”. Para entonces ya se habrá presentado en el Festival de Telluride dando inicio a la precampaña de los Oscar. Aunque todavía es pronto para hablar de las candidaturas del año, nadie duda de que Gary Oldman será nominado a la estatuilla de Mejor Actor por su caracterización de Winston Churchill. Ya se sabía que el estreno previo de “Churchill”, en cuanto producción mucho más modesta, no le iba a hacer sombra y que Brian Cox no iba a ser un rival a tener en cuenta para los premios, a pesar de su buena actuación. Apenas un año antes, Michael Gambon había hecho también del primer ministro británico en la serie televisiva “Churchill’s Secret” (2016), uniéndose a la larga lista de nombres ilustres en dicho papel biográfico, al frente de la cual situaría Timothy Spall, seguido de John Lithgow, Brendan Gleeson, Robert Hardy, Richard Burton o, incluso, Christian Slater. Pero, en estos momentos, la sensación es la de que Gary Oldman, con su increíble transformación, va a hacer olvidar a todos de un plumazo. A diferencia del resto, lo que hace es transmitir al personaje, no un parecido razonable, sino una arrolladora fuerza interior.

Pero “Darkest Hour” aspira a más categorías en su conquista de los votos de los miembros de la Academia de Hollywood, en función de su definición como película de prestigio. Desde que el realizador Joe Wright se pasó de la televisión al cine ha sido un habitual de las entregas de los Oscar o de los Bafta con sus adaptaciones de novelas clásicas, ya fuera de Jane Austen en “Orgullo y prejuicio” (2005), de Ian McEwan en “Expiación” (2007) o de León Tolstoi en “Anna Karenina” (2012). Cuando ha buscado otro tipo de guiones más contemporáneos no se le ha dado tan bien y, por eso, ahora parece haber encontrado un nuevo filón en las biografías históricas. Después de retratar a Churchill en “Darkest Hour” piensa hacer otro tanto con el líder africano Patrice Lumumba en “A Season in the Congo”.

Whright se apoya una vez más en su equipo triunfador, contando de nuevo con la música de Dario Marianelli, que ya ganó un Oscar a la Mejor Banda Sonora por “Expiación” (2007). Como director de fotografía está el multipremiado Bruno Delbonnel, que se inició como colaborador de Jean-Pierre Jeunet. Del vestuario vuelve a encargarse Jacqueline Durran, ganadora de un Oscar por “Anna Karenina” (2012). Por si todo esto fuera poco, se alía para la ocasión con el guionista Anthony McCarten, que escribió el oscarizado biopic sobre el científico Stephen Hawking “La teoría del todo” (2014).

Sin embargo, no es que el argumento de “Darkest Hour” resulte original con respecto al visto en “Churchill”, ya que su estructura temporal es muy similar. Si en la realización de Jona than Teplitzky el relato se concentraba en el periodo concreto de los días previos al Desembarco de Normandía, la de Joe Wright parte del corto plazo de tiempo marcado por el nombramiento de Winston Churchill en 1940 como primer ministro británico. Sí que la perspectiva es más amplia, por cuanto en aquel momento el protagonista tuvo que enfrentarse al conflicto a gran escala que suponía el estallido de la II Guerra Mundial, y no solo a su desenlace.

Por lo tanto, la dialéctica de “Darkest Hour” gira alrededor del modo en que Churchill se enfrenta a los partidarios de un tratado de paz con la Alemania nazi, hasta erigirse en punta de lanza de la lucha contra Hitler y la resistencia al avance de sus tropas. En consecuencia, hay duros encontronazos verbales con su antecesor en el cargo Neville Chamberlain (Ronald Pickup), con el vizconde Halifax (Stephen Dillane) o con el rey Jorge VI (Ben Mendelsohn), apoyado por su esposa Clementine (Kristin Scott Thomas) y su secretaria Elizabeth (Lily James)