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marcar un gol a los prejuicios

La homosexualidad sigue siendo tabú en el fútbol

A pesar de las campañas de sensibilización que desde las instituciones y los organismos deportivos se acometen de vez en cuando, la homosexualidad sigue siendo un asunto velado en el fútbol británico y, por añadidura, en el del resto del continente. Seguidores LGTB destacan que, aun habiendo muchos jugadores gays, se sienten «aterrados» ante la opción de hacer pública su orientación por las consecuencias que acarrearía a su trayectoria profesional.


Apesar de las campañas de sensibilización, la homosexualidad sigue siendo un tema tabú en el fútbol británico, tanto dentro como fuera de los estadios. «No veo a ningún jugador que esté dispuesto a salir del armario», declara a France Press el comediante Matt Lucas, cabeza visible de Gay Gooners, una asociación de seguidores homosexuales del Arsenal. Apunta que, si alguno expresara públicamente su orientación sexual, sería percibido como una «confesión de debilidad».

El pasado mes de agosto, Ryan Atkin se convirtió en el primer árbitro profesional del fútbol inglés en hacer pública su homosexualidad con la esperanza, señaló, de que su decisión ayude a combatir la homofobia existente en el llamado “deporte rey”. En el ámbito de los jugadores, Justin Fashanu fue el primer futbolista en exponer su orientación, en 1990. Hacerlo le costó muy caro: fue atacado por todas partes, excluido de los entrenamientos en el Nottingham Forest, posteriormente acusado de agresión sexual en los Estados Unidos en 1998, aunque la acusación decayó por falta de pruebas. Se suicidó poco después.

Presión de los patrocinadores. Los autores de un informe sobre las discriminación en el deporte publicado en 2013 explicaban que los futbolistas temían «poner su carrera en peligro», y se hacían eco del caso de un futbolista profesional «de alto nivel» que fue forzado por un patrocinador de mostrarse «del brazo de una mujer para erradicar los rumores».

«Lo que siente un ser humano forma parte de la vida privada. Eso no tiene nada que ver con el juego; debemos, por tanto, respetarlo», valoró en verano Paul Pogba, una de las estrellas del Manchester United, en la publicación gala “L’Equipe”, con ocasión del lanzamiento de una nueva campaña de la UEFA en favor de la diversidad en el fútbol. Pero, por el momento, los jugadores homosexuales continúan estando inmersos en un entorno hostil. «Un tsunami de homofobia sacudiría a los clubs si uno de sus jugadores decidiese salir del armario», se lamenta Jonathan Green, un miembro de Gay Gooners.

«Los jugadores homosexuales se sienten aterrados ante la sola idea de hacerlo. Hay muchos futbolistas gays en la Premier League, pero no gozan del apoyo de los clubs que los contratan», puntualiza al respecto, añadiendo que la situación cambiaría si los clubs mostraran otra actitud. Hoy en día, solo un tercio de los 92 clubs profesionales de fútbol en Inglaterra tienen asociaciones de aficionados o peñas LGBT. «No han hecho gran cosa hasta recientemente», estima Green, en alusión a las entidades que conforman la Premier League, crítica que hace extensiva a la federación inglesa de fútbol, aunque esta sostiene la campaña “Cordones arco iris”, lanzada por Stonewall, una asociación de defensa de los derechos de la comunidad LGBT.

En este contexto poco edificante, el Arsenal se desmarca un poco. El histórico club londinense expuso el lema “Arsenal for everyone” (“Arsenal para todos y todas”) con motivo de su partido contra el Brighton. El objetivo: «Crear un entorno donde todas las personas que son socias del club se sientan respetadas y bienvenidas», según indica su página web. De este modo, antes del inicio del partido, los seguidores gays del Arsenal se enfrentaron en el campo con los del Brighton. El entrenador de Arsenal, el laureado y respetado Arsène Wenger, insistió ese mismo día en la importancia de un espíritu de apertura. «Es crucial, es una de las responsabilidades del deporte», declaró, reconociendo con pesar que «a veces predicaba en el desierto». «Ni siquiera se trata de ganar: un club de fútbol está en primera línea en defensa de los valores. Si estoy aquí desde hace 21 años es porque tenemos estos valores», añadió el entrenador francés.

Por contra, en el lado del Brighton, Stuart Matthews, fundador del grupo de supporters LGTB Proud Seagulls, critica que «prefieren seguir haciendo el avestruz. No piensan que es un problema del club, sino de los otros clubs», denuncia este entusiasta seguidor de cincuenta años.