7K - zazpika astekaria
CINE

«Phantom Thread»


Ya queda menos para el estreno de “El hilo invisible”, que es el título con el que se estrenará la versión doblada al castellano en el mes de febrero, en plena campaña ya para la lucha por los premios Oscar. De momento, “Phantom Thread” ha obtenido dos nominaciones para los Globos de Oro, en la categoría de Mejor Actor de Drama para Daniel Day-Lewis y en la de Mejor Banda Sonora para Jonny Greenwood, miembro del grupo Radiohead y habitual colaborador de Paul Thomas Anderson. El octavo largometraje del cineasta californiano ha sido elegido como uno de los diez mejores títulos del 2017 por el National Board of Review, y compite en la mayoría de premios otorgados por los círculos profesionales y de críticos en los EEUU y Gran Bretaña. Se da la circunstancia de que Daniel Day-Lewis ganó el Óscar de Mejor Actor a las órdenes de Paul Thomas Anderson con “Pozos de ambición” (2007), por lo que, diez años después, podría repetir dicho triunfo. De conseguirlo, sería la cuarta estatuilla dorada en la carrera del actor nacionalizado irlandés, siendo las otras dos las recibidas por “Mi pie izquierdo” (1990) y “Lincoln” (2013).

Pero al margen de los reconocimientos, Daniel Day-Lewis está viviendo un periodo personal crítico, al haber acabado el rodaje muy afectado, tanto como para anunciar su definitiva retirada de la interpretación. Se metió tanto en el papel del modisto irlandés Reynolds Woodcock que aprendió a coser y a diseñar ropa, recreando un vestido de Balenciaga para su mujer en la vida real, la actriz Rebecca Miller, hija del dramaturgo Arthur Miller. La historia de amor de su personaje, en constante conflicto con su ego creativo y con su absoluta dedicación profesional, le ha llenado de tristeza, por lo que ha decidido no volver a participar en más rodajes. Lo deja, e incluso ha declarado que se niega a ver la película terminada y que no piensa hacerlo ni el día del estreno. En sus palabras, no se trata de un parón temporal, como ya le sucediera entre los años 1997 y 2002, cuando se fue a Florencia para dedicarse al oficio artesanal de zapatero, sino de una renuncia en toda regla que no tiene vuelta atrás.

Las fuentes de inspiración reconocidas por Paul Thomas Anderson para escribir, dirigir y fotografiar esta historia, ambientada en el Londres de la posguerra, son la figura universal de Balenciaga y la novela “Rebecca”, de Daphne Du Maurier, que Alfred Hitchcock llevó a la gran pantalla en 1940. Con esos mimbres ha configurado la vida de un modisto irlandés llamado Reynolds Woodcock, que vive por y para la moda en su famoso taller The House of Woodcock, en el que junto a su hermana Ciryl (Lesley Manville) ha conquistado un prestigio vistiendo a la realeza y a la sociedad británica más influyente. No se le conoce ninguna relación, ni tan siquiera posible orientación sexual, hasta que conoce una camarera (Vicky Krieps), a la que convierte en su musa y modelo.

El romance será tormentoso a la manera de los melodramas clásicos de Hollywood, si bien visto a través del estilizado cine de Paul Thomas Anderson. Bajo esa apariencia de lujo y superficialidad, se oculta el complejo carácter de un creador muy obsesivo, con un sentido fatalista de la existencia. La actriz luxemburguesa Vicky Krieps representa para el protagonista un sueño imposible, ante la dificultad para ser una pareja normal como las demás. Él no se puede concentrar en su trabajo de la misma manera, a partir del instante en que esa nueva pasión empieza a consumirle en cuerpo y alma. Por cierto, que ella responde al nombre de Alma. El reparto se completa con Camilla Rutherford, Gina McKee, Brian Gleeson, Julia Davis, Richard Graham, Sue Clark, Joan Brown, Harriet Sansom Harris, Philip Franks, Phyllis MacMahon, Nicholas Mander, Lujza Richter, Silas Carson, Martin Dew y Jane Perry.