Han pasado tres años desde la publicación de “Best of Times”, el último disco de la banda londinense My Sad Captains. Desde entonces han ido trazando diferentes líneas y caminando por nuevas orillas hasta llegar a su nuevo y cuarto álbum. Publicado por el siempre inquieto sello Bella Union, “Sun Bridge” lleva el nombre de la forma en la que un lago inmóvil ofrece las condiciones ideales para que el reflejo del sol se asemeje a un puente sobre el agua. Entre sus brillantes superficies de ensueño y las profundidades ocultas, esta es un trabajo que reflexiona sobre cómo los tiempos inciertos pueden ser la base para el cambio o un puente hacia nuevas aventuras. «Nuestro último disco, ‘Best of Times’, hablaba principalmente de hacer una cosa bien. Nos dedicamos a tocar una especie de kraut-pop ensoñador lleno de medios tiempos. Nuestro objetivo con este disco era mostrarnos más dinámicos y empujar nuestras intenciones en diferentes direcciones», explica el cantante y guitarrista Ed Wallis.

Ese enfoque expansivo es evidente desde el momento en que los sintetizadores meditativos de “Early Rivers” se transforman en “Everything at the End of Everything”, donde un pulso de kraut-rock y ondas de guitarras líquidas potencian las reflexiones de Wallis buscando explorar nuevos ambientes. Ese fértil contraste también ilumina el tema “Destination Memory”, que evoca una tensión que va en crecimiento partiendo de una deriva ambiental en la que se muestra la conexión que tiene la banda con grupos como The Velvet Underground o más actuales y lisérgicos como Spiritualized.

Establecer una posición melódica firme en medio de la incertidumbre que generan las estructuras de sus canciones muestra la capacidad de My Sad Captains para escribir piezas de pop bellas y concisas. El tramo final abarca desde la psicología serena de la que habla “New Sun” hasta los pulsos de sintetizador de “Wintersweet” y la edificante “Relive”, donde un estribillo de guitarra abierto es lo que hace subir la canción.

La evolución que ha sufrido como grupo viene dada por los cambios que habido en sus filas. Después de las salidas de Jim Wallis y Nick Goss, el batería Ben Walker y el guitarrista de alt-pop Leon Dufficy se unieron a la banda, aportando nuevos colores a su particular paleta. Completan la formación el teclista Henry Thomas y el bajista Steve Blackwell; este último reemplaza a Dan Davis, quien trabajó en el álbum –suya es la imagen de la portada– antes de mudarse a San Francisco. El disco lo produjo el propio grupo que trabajó junto al ingeniero Iggy B, mientras que de la mezcla y de la producción adicional se encargó Jeff Zeigler, codiciado ingeniero de sonido que ha trabajado con The War on Drugs.

Partiendo de un optimismo cauteloso, este es un sonido de una banda en expansión que sigue buscando su camino y un lugar en la codiciada escena del actual rock británico.

CD AIPAGARRIA

Sharon Jones & The Dap-Kings

“Soul Of A Woman” •Daptone, 2017 • Soul

Este es un disco que reconcilia al oyente y que corrobora la gran figura que era Sharon Jones dentro de la música soul. Cuando se cumple un año de su fallecimiento, “Soul Of A Woman” captura la verdadera esencia de su música. La primera mitad del álbum se presenta con un estilo optimista cargado de enérgico rhythm’n’blues, afilado funk y sonidos que remiten a la primera época del sello Motown. La segunda mitad se remonta a la era dorada del género, donde se muestran sus raíces evangélicas e interludios orquestales. Los Dap-Kings –su inseparable banda, a la que popularizó– le acompañan en un trabajo donde Sharon Jones demuestra su gran carisma para cantar al desamor, a la superación y al amor duradero.