TERESA MOLERES
SORBURUA

Terrazas floridas

La naturaleza sigue su curso. Se viste de colores vivos sobre el verde tierno de las hojas, en el paisaje o en los tiestos que adornan la imagen de arriba. Las aceras solitarias muestran los primeros brotes en los aligustres y comenzamos a pensar en adornar balcones y alféizares. Para aclimatar plantas en una terraza a pleno sol como protección, utilizaremos emparrados y sombrillas que nos servirán para aprovechar al máximo los largos días del verano. También es un buen recurso plantar coníferas que filtran el sol. La plantación en contenedores de diferentes tamaños tendrá éxito con un drenaje apropiado, recurriendo a trozos de tiesto, bolas de arcilla y vermiculita. La tierra bien tamizada debe llevar un tercio de turba para aumentar la porosidad y ligereza de manipulación.

La mayor dificultad en terrazas muy soleadas es el riego que siempre debe realizarse al atardecer. Son terrazas apropiadas para anuales e incluso verduras; poco abono cuando comienza la floración de primavera, evitando manchar las hojas. Durante el invierno, recordar que las plantas en contenedor y tiestos se hielan más rápidamente que las plantadas en tierra. Será necesaria una protección con material aislante.

En la terraza a la sombra, sin sol y poca luz, se utiliza el truco de colocar espejos en la pared orientados hacia la luz. También se recurre a las jardineras y tiestos pintados de colores vivos. En esta ubicación el peligro para las plantas son las corrientes de aire y los vientos helados, contra los que es útil colocar cortavientos.

Adornar con plantas los alféizares de las ventanas es una solución cuando no disponemos de un gran espacio. Además del color e interés de las flores vistas desde el interior, las ventanas floridas añaden un aspecto decorativo a la fachada de la casa. Antes de nada hay que asegurar el perfecto anclaje de las jardineras cuando el ancho del alféizar es pequeño; luego estudiar la orientación, normalmente una ventana recibe según la hora del día sombra o sol. Acertaremos escogiendo flores de semisombra: plantas comunes como pelargonios y gitanillas aguantan los cambios de temperatura y tienen abundante floración. Las begonias son apropiadas para una ventana sombreada y se adaptan bien en espacios pequeños.