Javi Rivero
Cocinero
gastroteka

Desayuno, brunch y hamaiketako

Se está convirtiendo el desayuno en la nueva “noche”? Diría que un cambio de hábitos ha venido para quedarse. A falta de tiempo para juntarnos, la mayoría, después de la jornada laboral, desayunar con amigos, familiares o allegados se está convirtiendo en la alternativa más factible para seguir socializando. Ya venía siendo una tendencia al alza antes de la pandemia, y ahora que muchas de estas tendencias han acelerado el paso y ya están entre nosotros, la nueva realidad pasa por valorar los desayunos como uno de los momentos sociales del día. Antes, para mí por lo menos, era el momento en el que hacía un repaso mental de lo que tenía por delante, organizaba el día, los momentos y los quehaceres. Ahora, teniendo tiempo por la tarde-noche, ese trabajo lo dejo listo desde el día anterior y, lo dicho, aprovecho para arrancar el día juntándome con algún amigo siempre que puedo. Algo que sí he notado es que llego al trabajo mucho más espabilado y con las pilas mucho más cargadas. La fuerza y el poder que tiene sentarse a la mesa con alguien es indiscutible.

Nunca se ha planteado ni valorado como uno de los momentos “gastronómicos” del día, probablemente porque hasta ahora no nos hemos juntado para desayunar. El hamaiketako no cuenta como desayuno, aunque para más de uno sea la primera ingesta del día. Me estoy refiriendo al momento en sí mismo, a ese que dicen que es el más importante del día. Pensad en esto: según la grandísima mayoría de profesionales dedicados a la alimentación (desde el ámbito de la salud) coinciden en que es así. Y la gran mayoría de nosotros, lo hacemos solos, deprisa y mal. Todos subimos a Instagram los “brunch” domésticos de fin de semana. Muchos de ellos, dignos de revista. Sí, pero nada más lejos de la realidad, entre semana, cuando realmente necesitamos que la alimentación sea un apoyo incondicional para dominar el día, no hacemos ni caso. Un café y a currar. Ya si eso el fin de semana desayuno bien y lo publico en redes, pero hoy, no tengo tiempo. Es cuestión de preferencias, queda claro. Fijaos, muchos de los que antes no desayunábamos, me incluyo, ahora lo hacemos con amigos o compañeros de trabajo. Además, debido a la presión socio-instagramer, muchos lo hacen de manera saludable. A ver qué van a pensar sino… Yo no me corto: Café y tortilla todos, absolutamente todos los días. Y si hay hamaiketako, repito menú. Eso sí, mis momentos en la mesa son míos y de nadie más. Me cansa ver a alguien sacando fotos a los platos que tiene delante solo para enseñarlos después. Este es otro tema con el que me caliento mucho, así que mejor lo dejamos para otro día.

Vamos a rebobinar unos años. Vamos a situarnos en las casas y caseríos en los que la mesa era el momento en el que la familia se juntaba para hacer el hamaiketako, comer o cenar, pero casi nunca desayunar. Hemos comentado que el desayuno ha sido siempre algo libre, independiente y a la vez condicionado a las tareas o trabajos de cada uno. Los horarios para arrancar el día nunca han sido los mismos en ningún caso, por lo que en los caseríos y antiguas casas, de donde tenemos algún que otro resquicio escrito acerca de costumbres, recetarios, historias y demás, el desayuno era el momento en el que cada miembro de la casa, casi de manera automática, se alimentaba, centrado en todo lo que tenía que hacer y casi siempre de manera independiente al resto. Es decir, pocas veces se coincidía en la mesa para desayunar. Por este motivo, no hay un registro escrito acerca de este momento que no dejó nunca de tener magia al calor del fuego de la económica.

Y aquí llega el 2021, cargado de desayunos, hamaiketakos y brunch. Muchos no sabréis al 100% de qué se trata un brunch, pero no os preocupéis, que en nada lo vais a entender. Un brunch no es más que un hamaiketako potente, un desayuno tardío muy muy muy muy completo o una comida temprana algo ligera. Es un momento de consumo alimenticio en el que se mezclan elementos típicos de un desayuno, como pueden ser unas tostadas o un café, con elementos salados más típicos del hamaiketako o una comida temprana (huevos, salmón, pollo, panceta…), al que siempre se le añade un dulce final a modo de “postre”. Es una tradición o momento de consumo que nace en el extranjero; concretamente en Inglaterra en el sigo XIX. Yo la primera vez que fui a un brunch no entendí del todo la idea. Era mi desayuno, pero a las 11.30, aunque iba a comer tal cantidad de cosas que también iba a sustituir mi comida, y me gustó.

De todas maneras, sigo prefiriendo desayunar temprano, hacer un buen hamaiketako y comer después. Se ofrece sobre todo los fines de semana y, como vamos mencionando, es la excusa perfecta para juntarse con amigos. Por eso me gustó a mí, pero si se lo explicamos a un baserritarra (casero) de hace algunos años, probablemente nos diga que un hamaiketako suyo tiene más fundamento. Y es que el pincho de carne, la salda o el jamón “pasau” no tienen rival, pieza de fruta recién recolectada, traguito de vino y el bruntx está más que servido. Y ahora, a currar hasta el luntx.

Reflexionar acerca de los nuevos hábitos de consumo gastronómicos, los momentos en los que podemos juntarnos, la tendencia a comer cada vez más temprano y también cenar… los cambios no son malos, pero hay que proteger lo nuestro, y por proteger no quiero decir rechazar lo que venga, sino evolucionar de manera consciente y registrar todo lo que ha habido para que no se pierda y veamos cuál ha sido la dirección y la evolución. Si los brunch están funcionando a modo de hamaiketako, por algo será. Tenemos en nuestra mano traer este nuevo momento de consumo a nuestro terreno para seguir trabajando nuestro entorno. Pero para ver qué viene, hay que tener los ojos bien abiertos, y ya os he dicho que desayunar con un amigo, amiga o un compañero de trabajo por la mañana temprano, a mí, me los abre bien.

 

Bruntx «vasquizado»

Os dejo un pequeño ejemplo de menú para montaros un bruntx de temporada, “vasquizado” en casa:

• Bol de yogur con miel y hojas de hierbabuena o menta

• Tostada con huevo escalfado y berza salteada con ajos

• Tostada de carne con tomate y piperrada

• Katilu de salda (taza de caldo)

• Fruta

• Tabla de quesos con membrillo

• Pudding de pan viejo con natas

• Café con leche y ttantto

Para los que habéis leído temprano este artículo, hoy mismo puede ser el día, estáis a tiempo… On egin!