Jone BURUZKO
IRUDITAN

El Muro de la Muerte

En el festival Magh Mela, que se celebra a orillas del río Ganges, no solo hay sitio para los ritos espirituales, también se llevan a cabo actividades peligrosas para algunos que sirven de entretenimiento para otros. Como en incontables lugares no hay fiesta sin feriantes, así que mientras centenares de personas buscan “absolver sus pecados” en una de las congregaciones religiosas más antiguas, largas y concurridas del planeta, otros se juegan el tipo. Esta imagen está tomada el 20 de enero en Allahabad, una ciudad de cinco millones de habitantes situada al este de la India. El denominado Muro de la Muerte es un espectáculo donde los pilotos desafían las leyes de la gravedad y ponen en juego su seguridad dando vueltas alrededor de un cilindro. Esta práctica, que nació a principios del siglo pasado con el auge de los vehículos de motor, está inspirada en las carreras de bicicletas que se practican en los velódromos. En su momento, The Wall of Death gozó de una enorme popularidad en Estados Unidos y Gran Bretaña, aunque con el paso del tiempo se olvidó en el mundo anglosajón y se recuperó en la India para complicarlo todavía más. En esta pista ovalada dos motos y dos coches pueden pasarse una hora persiguiéndose para contentar a un público ávido de emociones fuertes: acrobacias, saltos desde coches en marcha... para estos riders que lo arriesgan todo por casi nada. Sin seguros y mal pagados, actualmente en este país asiático se mantienen una veintena de pistas similares a la de la fotografía. Demasiadas para un trabajo de alto riesgo.