Berta GARCIA
CONSUMO

Plataformas de segunda mano

Plataformas como Wallapop, eBay, Vibbo, y similares han adquirido protagonismo en la compra-venta entre particulares. La crisis económica o, simplemente, lo novedoso hacen que muchas personas utilicen estas plataformas digitales para vender objetos que ya no necesitan o para adquirir productos de segunda mano. Las leyes de consumo no protegen, pues se trata de una transacción comercial entre particulares y tampoco son aplicables las garantías que dichas leyes ofrecen.

Las precauciones son necesarias, ya que al ser operaciones a distancia pueden haber fraudes. Uno muy corriente consiste en pedir el dinero por adelantado y que el producto no exista, o en productos que no son lo que dicen ser. Hay que tratar de investigar un poco a la parte vendedora, saber de dónde es ya, que no es lo mismo un trato con alguien cercano que con alguien que está en otro continente, por ejemplo. De todas formas, en las compras cercanas hay que evitar quedar en el lugar donde se vive pues toda precaución es poca.

Consejos ante el riesgo. Es recomendable leer los comentarios de las personas usuarias y ver lo que la gente comenta. Igualmente, nosotros podemos ayudar dando nuestra opinión, si se ha hecho uso de la plataforma.

No hay que abandonar la plataforma, ni dar el email ni datos personales. Es bastante común que se pretenda continuar una transacción fuera de la plataforma, de esta manera se piensa que se puede eludir la posible comisión. Pero es un error que nos pone en riesgo. Realizar la transacción dentro de la plataforma da la protección que la misma ofrece; hacerlo mediante el email personal es arriesgado, ya que puedes ser víctima de un ataque de phishing en el que te roben tus datos personales, o de otro tipo de fraude. La normativa sobre consumo no protege en estos casos; al realizar la operación en la propia plataforma se tiene la protección de la misma, pero al salir de ella, si se acude al email o a pagos desprotegidos y se es víctima de un fraude, no queda otra salida que denunciarlo en la comisaría y acudir a los tribunales.

A la hora del pago –y siempre que sea posible– utilizar sistemas en escrow, u otras opciones como Paypal o contrareembolso.