Teresa Moleres
SORBURUA

Plantas de interior sanas

En la mayoría de los casos, las enfermedades de las plantas de interior se deben a errores en su cultivo. Tampoco ayudan las corrientes de aire porque la planta se deshidrata y las hojas secas acaban cayéndose, así que hay que cambiar el emplazamiento y regar. Una exposición solar inadecuada las daña –las plantas de interior proceden de sotobosques tropicales donde crecen a media sombra y con mucha humedad–, con sol directo aparecen manchas en las hojas grandes. Respecto al riego, un exceso de agua vuelve las hojas amarillas; durante el reposo invernal hay que regar poco o casi nada, aunque la carencia total de agua provoca que se marchiten hojas y flores. Por último, hay que alejar las plantas de fuentes de calor o frío, lejos de los aparatos de calefacción o aire acondicionado viven más y mejor.

Si a pesar de nuestros cuidados observamos una pérdida del tono de la planta puede deberse a enfermedades parasitarias o plagas. Los tallos cerca de la tierra se vuelven negros y flácidos. Resulta difícil curar estas enfermedades, por lo que se recomienda desechar la planta. Lo mismo sucede con los cactus y las violetas africanas, las raíces se pudren porque requieren poca agua. En ambos casos, evitar los riegos excesivos.

La clorosis es una enfermedad frecuente en las plantas de interior. Sus síntomas se perciben cuando las hojas se ponen amarillas con los nervios verdes y hay que tratarlas con quelatos de hierro. La septoriosis se debe al ataque del hongo Septoria, las hojas amarillean, luego se oscurecen y aparecen puntos negros; suele atacar a las azaleas. El tratamiento es a base de fungicida. La fusariosis o mal seco, cuando en las hojas aparecen manchas secas de color castaño con bordes amarillos. Aplicar fungicida con cobre y además evitar el exceso de materia orgánica y agua. La podredumbre en los bulbos no tiene tratamiento, así que destruir la planta y cambiar la tierra.

Las plagas más comunes son: pulgones, aparecen en las hojas jóvenes y requieren un insecticida sistémico. Las cochinillas que se localizan en el envés de las hojas, mojarlas con un pincel embebido en alcohol. La araña roja y los ácaros aparecen en ambientes muy secos, dejan sus telas en los extremos de las hojas que hay que rociar con agua. Finalmente, la mosca blanca se da en ambientes húmedos y es difícil de combatir.