Gotzon Uribe
Crítico musical
MÚSICA

The Weather Station

El nuevo álbum de The Weather Station, “Ignorance”, comienza de manera enigmática: un sonido de charles silbante y un tambor que tartamudea. Pasa un minuto completo antes de la entrada de la voz de Tamara Lindeman, suave y entonante. “Nunca creí en el ladrón”, canta. A partir de ahí, se construye una música con cuerdas punzantes, saxofón y varias capas de percusión y la canción ondula a través de cinco minutos de tensión creciente, oscilando entre solo dos acordes.

Una vez más, la compositora de Toronto ha rehecho el sonido de su banda The Weather Station y ha aprovechado la ocasión para grabar un disco y crear un nuevo paisaje sonoro, hecho a medida, para expresar una idea emocional. “Ignorance”, el debut de Lindeman para el sello Fat Possum Records de Mississippi, es sensual y deslumbrante, un disco de alta fidelidad que por momentos se rompe en pop puro y en otros en un denso desierto de notas. Un disco profundamente rítmico y doloroso que se siente urgente.

En la portada aparece Lindeman, que yace en un bosque vestida con un traje hecho a mano cubierto de espejos. «Solía actuar y ahora soy actriz», dice. En esos roles, señala que a menudo se encuentra a sí misma como un sujeto que proyecta y refleja las ideas y emociones de los demás. En el álbum canta sobre intentar vestir el mundo con una especie de prenda desgarrada y fría que no le queda bien: “No me calienta / parece que nunca puedo abrocharlo / y de caminar por las calles en él / tan disfrazado, tan expuesto”. Fotografiada por el artista visual Jeff Bierk, la portada recuerda intencionalmente las pinturas del Renacimiento; con negros intensos y colores profundos, y un cielo azul incongruente entre los árboles.

El título del álbum, “Ignorance”, se percibe conflictivo, evocando tal vez a la ignorancia intencionada, pero Lindeman lo plasma en un contexto diferente. En 1915 Virginia Woolf afirmaba: «El futuro es oscuro, que es lo mejor que puede ser un futuro, creo». Escrito en medio de la Primera Guerra Mundial, la oscuridad del futuro connotaba para Woolf un no saber, que por definición encierra una pizca de esperanza; la posibilidad de que algo, en algún lugar, cambie. En francés, el verbo “ignorar” connota un desconocimiento inocente y es esta ignorancia a la que Lindeman se refiere aquí; el espacio en blanco en una intersección de esperanza y desesperación, una oscuridad que no tiene por qué ser oscura.

Emergiendo de la vibrante escena folk de Toronto, Lindeman debutó con un sonido introspectivo y temperamental con su EP “East” lanzado de forma independiente en 2008. Su LP “The Line” le siguió en 2009, expandiéndose en un estilo terrenal y lírico, impulsado por sus distintivas partes de guitarra y banjo. Para el próximo lanzamiento de Weather Station, Lindeman trabajó con su amigo y colaborador Daniel Romano. Desde entonces han publicado diferentes trabajos hasta llegar a su nuevo álbum de sonido brillante y audaz.

CD AIPAGARRIA

 

Moat

“Poison Stream” • Schoolkid, 2020 • Pop-rock

El nuevo álbum de Moat es una colaboración entre Marty Willson-Piper y Niko Röhlcke y la continuación de su primer álbum homónimo lanzado en 2013. La figura de Marty está ligada al grupo australiano The Church, siendo su guitarrista y compositor. También ha sido miembro de la banda inglesa All About Eve y está involucrado en el proyecto “Noctorum” junto a Dare Mason, quien ha ejercido de coproductor e ingeniero de sonido en este nuevo disco. Por su parte, Niko Röhlcke es un solicitado compositor y multiinstrumentista sueco y miembro de Weeping Willows, una de las bandas más populares de Suecia. Musicalmente, el álbum cubre una gama ecléctica donde el rock y el pop se pasean de la mano de la melancolía pop escandinava. Escuchamos melodías potentes, sonidos de cuerdas arrolladoras, ecos a Serge Gainsbourg impregnando teatralidad en algunas piezas y una atmósfera compositiva que recuerda al imaginario de Burt Bacharach.