Jone Buruzko
IRUDITAN

La resistencia de las nutrias

Fotografía: Kazuhiro Nogi | AFP
Fotografía: Kazuhiro Nogi | AFP

Es el más pequeño de los mamíferos marinos pero posee el pelaje más grueso del reino animal y este le permite conservar el calor de su cuerpo en las frías aguas de su hábitat, privado como está de la grasa que acompaña a otras especies acuáticas como las focas, las ballenas o las morsas para mantener su temperatura corporal. Conocidas comúnmente como nutrias, su nombre oficial es Lutrinae y pertenecen a la familia Mustelidae, por lo que también se les denomina lutrinos o mustélidos. Son excelentes nadadoras y pueden contener la respiración hasta cuatro minutos –otras fuentes apuntan que incluso hasta ocho– sin salir a respirar a la superficie mientras se sumergen bajo las aguas en busca de presas para alimentarse –almejas, mejillones, cangrejos...– que hábilmente consiguen abrir golpeándolas con piedras.

Tienen fama de ser inteligentes y cariñosas, quizás por eso hace cuatro años a Yutan le regalaron el día de San Valentín un bloque de hielo en forma de corazón. Recuperamos esta fotografía de esta nutria marina de Alaska que fue tomada en el parque de atracciones Hakkeijima Sea Paradise –un centro de ocio marítimo dedicado al océano y uno de los acuarios más grandes de Japón ubicado en Yokohama– cuando Yutan tenía dieciséis años. Viven entre ocho y quince años, aunque en cautividad su longevidad parece ampliarse hasta los quince y veinte años. Es una especie en peligro de extinción, ¿seguirá allí?